Seguro que si tienes hijos o te encargas de cuidar de niños pequeños te habrás enfrentado alguna vez al problema de que al niño o niña no le gusta las comidas que le preparas y se niega a comerlas, e incluso a probarlas. Si este es tu caso no te preocupes, hoy te traemos unos consejos que te ayudarán a dar de comer a los niños y que tanto tú como ellos quedéis satisfechos.
¿Por qué a los niños no les gusta cierto tipo de comidas?
Pero primero, para entender por qué a los niños no les gustan unos alimentos y sí otros debemos ponernos en su lugar. Los bebés empiezan su alimentación con la leche que, en mayor o menor medida, es un alimento dulce, y a partir de ahí vamos añadiendo nutrientes : primero los cereales y después la papilla, ambos de sabor dulce. Cuando posteriormente introducimos la papilla salada suele ser cuando empiezan los problemas. Si a esta evolución añadimos el cambio en la presentación de la comida (el paso de la papilla al alimento sólido) el conflicto surge tarde o temprano.
El pescado es algo costoso de introducir que el resto de alimentos
¿Cómo hacer para que los niños coman todo tipo de comidas?
La comida es un acto social, en el que la familia se reúne para alimentarse, charlar, reírse y hablar de temas interesantes para todos y debe ser un acto atractivo, relajado y abierto a la comunicación entre todos los miembros. Ante todo, los padres debemos tener presente que éste es el ambiente adecuado para el acto de comer. Lo adecuado es no preocuparse de cuánto come el niño (tenga la edad que tenga) y no hacerle sentir observado; tampoco es conveniente insistir para que coma más, porque en caso contrario, el niño aprenderá a llamar la atención de los padres a través de la comida.
Para atraer la curiosidad del niño hacia la comida y que aprenda a comer de todo en su justa medida podemos poner en práctica algunas técnicas:
- Incorporar los alimentos nuevos poco a poco : empezar mostrándole fotos del alimento, dejar que lo toque, que lo conozca, incluirlo junto a otros alimentos que coma habitualmente y le gusten y sobre todo, ofrecérselo en repetidas ocasiones.
- Elogiar al niño cuando coma con gusto un alimento nuevo.
- Hacerle partícipe de la elección y preparación de los alimentos.
- Llevarlo al supermercado y pedirle su colaboración en la compra de los alimentos
- No exigirle que deje el plato limpio : al principio podemos conformarnos con que pruebe el nuevo alimento; conforme se acostumbre al nuevo sabor irá comiendo más cantidad.
- Y, sobre todo, lo más importante es el ejemplo de los padres : nosotros debemos comer con gusto el mismo alimento que estamos intentando introducir en la dieta de nuestro hijo.
Consejos para padres
Si quieres que tu hijo disfrute de la hora de la comida, aparte de las recomendaciones que te hemos dado anteriormente, y que además siga una alimentación saludable no debes de perder de vista la clásica "pirámide alimenticia".
Lo más importante es el ejemplo de los padres
- En el primer nivel de la pirámide se encuentran todos aquellos alimentos derivados de cereales, por ejemplo, las pastas, el arroz, el pan y el resto de cereales, de los cuales tenemos que comer, aproximadamente, tres raciones diarias. Deberían consumirse, preferentemente, integrales.
- El segundo nivel incluye frutas y verduras, por lo general, es recomendado consumir entre 3 y 5 porciones de verduras, algunas de ellas sin cocinar, y entre 2 y 4 de frutas al día como postre habitual.
- El tercer nivel de la pirámide alimentaria se encuentra divido en dos. Un grupo incluye a los lácteos y el otro, a las carnes, pescados, huevos y legumbres, debiendo incluir en la alimentación semanal entre 3 y 4 porciones de estos alimentos.
- El cuarto nivel es aquel que incluye las grasas, los postres, dulces, cremas y bebidas gaseosas. Este grupo de alimentos debe ser consumido con suma moderación.
El aceite de oliva, situado en el centro de la pirámide, es muy importante para una alimentación sana. Debería ser la principal fuente de grasa por su calidad nutricional y utilizarse para aderezar y cocinar. Además, a todo esto debemos añadir el consumo diario de entre 1,5 y 2 litros de agua.
La gran mayoría de niños aceptan y rechazan las mismas comidas
- Verduras fritas : las patatas fritas son, habitualmente, una de las comidas preferidas por los niños. Prepararemos de la misma manera zanahorias, batata, calabacín, judías verdes, etc... Las cortamos en bastoncitos y las freímos igual que las patatas. En un plato ponemos una mezcla de todas estas verduras, aunque al principio, tenemos que poner mucha más cantidad de patatas hasta que le vayan encontrando el gusto al resto de verduras.
- Fajitas de pescado : las fajitas también gusta mucho y es una buena manera de introducir pimiento, cebolla, lechuga, etc, con su salsa. Pero habitualmente las hacemos con carne de pollo, ¿no?, pues también podemos hacerlas con pescado: mero, atún, merluza desmenuzada... y para los más reacios, caballa en lata, por ejemplo, que es muy nutritiva.
- La tempura japonesa es un novedoso rebozado para las verduras. Pimientos, cebollas, calabacín, zanahorias, cortado todo en palitos o tiras finas, rebozadas en tempura y fritas son muy atractivas para niños y jóvenes.
- El pescado es algo costoso de introducir, por la dificultad añadida de tener las temidas espinas. Para empezar con él y no quedarnos sin sus necesarios nutrientes podemos introducir el mero o pez espada con tomate, el atún con cebolla, los filetes de calamar con patatas, o las gambas o langostinos hervidos.
- La cebolla caramelizada (cortada en rodajas finas, frita y aderezada con una cucharada de azúcar) es un buen acompañante de las lentejas, en frio, como ensalada o calientes.
- Las salsas de verduras pochadas y trituradas complementan los platos de lentejas.
- La salsa de tomate natural, con cebolla y plátano frito sustituyen o complementan al tomate frito industrial que nuestros hijos echan sobre el arroz blanco.