Cuando somos padres, evidentemente nos preocupamos por la seguridad de nuestros hijos. El control parental ha de actuar en aquellos aspectos de su vida que deban ser supervisados por la influencia negativa que puedan tener sobre ellos. Las nuevas tecnologías hacen que puedan acceder más fácilmente a contenidos inapropiados para ellos. Por ello, es recomendable ejercer un control sobre el uso que hacen de aparatos como el móvil, ordenador y televisión teniendo en cuenta siempre que ante todo hay que respetar su privacidad y no hacer que ese control parental sea una total intromisión en su intimidad.
En primer lugar, hay que actuar de una manera o de otra dependiendo de la edad que tengan nuestros hijos. En primer lugar, en el ca so de que sean pequeños, lo más adecuado sería seleccionar el contenido dirigido únicamente para ellos. Evidentemente, la intromisión en su teléfono móvil no entraría en este caso a debate ya que a edades tempranas no es necesario que dispongan de uno, ya que no le van a dar utilidad alguna y van a ir siempre con sus padres o algún adulto responsable.
En el caso de los ordenadores o tablets es importante establecer un control parental para que, accidentalmente puedan acceder a archivos que no son para su edad. Lo más correcto es recurrir a juegos o páginas de contenido íntegramente infantil y ser los padres los que se lo pongamos en funcionamiento. En el caso de la televisión, también el contenido infantil ha de ser la única elección.
A veces, cuando están viendo la televisión con algún adulto y hay puesto un programa que utiliza expresiones no aptas para ellos y que pueden repetir, lo correcto sería evitar que él pueda escucharlo. Por ello, existen las franjas de horario para proteger a los menores. En caso de que haya veces que eso no sea suficientemente efectivo, existen canales íntegramente infantiles, ya sean de pago o gratuitos que harán que disfruten igualmente.
Las nuevas tecnologías pueden ser aliado o enemigo
El problema viene cuando tenemos hijos adolescentes. Cualquier intento de control parental que se haga lo verán como una intromisión a su intimidad sin que realmente signifique eso. Hay que saber lidiar con el carácter reservado que tienen cuando se encuentran en esa etapa de la vida. En este caso, más que ejercer un control parental revisando a ver qué hacen o a qué acceden, lo mejor será restringirlo. Por ejemplo, en el caso de la televisión y el ordenador, dependiendo si están en época de estudios o de vacaciones, se les podrá dejar utilizarlos un tiempo determinado ya que sino puede ser una distracción que no les ayude a la hora de centrarse en lo que realmente importa.
Es más importante la comunicación y confianza con tus hijos
Un apartado aparte merece el tema del teléfono móvil, ya que controlarlo es mucho más complicado ya que suele estar siempre con ellos y cualquier intento de control puede ser entendido como intromisión en su intimidad. Se sabe que las aplicaciones más utilizadas son las redes sociales. Algunas como Facebook y Twitter pueden ser controladas teniéndoles como amigo o siendo seguidor, pero el problema viene con aquellas a las que sólo se tiene acceso a través del propio móvil. Éstas suelen ser las más peligrosas ya que suponen un intercambio de archivos que pueden no ser apropiados o que puedan hablar con personas que les influencien de una manera negativa. En este caso, lo mejor sería controlar el uso que puedan hacer de él, dejándoselo, por ejemplo, sólo cuando vayan a salir a la calle, cuando quieran quedar...
Controla el tiempo de uso del móvil
En definitiva, cuando realmente sea necesario. Así podrás evitar, al menos que no les sirva como elemento de distracción. Por otra parte, si quieres saber con quién habla, habrás de hacerlo de manera sutil, ya que no conviene que pierdas su confianza. Evidentemente, revisar el móvil una vez te le dé cuando se le requises es la vía más fácil, pero en cierta manera no estás respetando su vida privada, así que, si no ves nada raro, intenta que sea tu hijo el que te lo cuente.
El control parental tanto con el móvil, ordenador o televisión ha de ser utilizado únicamente con la intención de proteger a nuestro hijo y no con la cotillear en su vida. Hay que tener mucho cuidado en diferenciarlo ya que la confianza que tienen ellos en nosotros está en juego. El control está bien para evitar que vean contenidos inapropiados, no accedan a páginas web inadecuadas o extralimiten el uso de tu teléfono móvil, pero siempre hay que tener en cuenta que él también debe aprender lo que está bien y lo que está mal y no siempre hay que estar detrás.
Muchas veces puede que nos extralimitemos y veamos un problema donde ellos también y lo ven. Por lo tanto, en esos casos no hace falta ejercer control alguno ya que ellos mismos son capaces de deducir por sí solos. El control para ayudar y proteger, nunca para entrometerse.