El acoso escolar o la intimidación no es cosa de niños ni deben arreglarlo ellos solo. Por la edad y la poca maduración no son conscientes de la gravedad del problema del acoso y las terribles consecuencias que puede tener. Poner freno a la intimidación es cosa de todos y en ningún caso se debe mirar hacia otra parte.
Puede ser confuso para los padres
Puede ser confuso descubrir que tu hijo es un acosador. De hecho, ningún padre quiere recibir una llamada de la escuela o de otro padre y descubrir que su hijo está intimidando a otros niños... Pero la desgracia es que es algo muy habitual hoy en día. Incluso los niños más excelentes o los que en casa parecen más 'inocentes' también pueden involucrase en la intimidación de otros niños... así que, si recibes este tipo de llamada, no te pongas a la defensiva y céntrate en encontrar la solución.
Si lo descubres intenta no mostrar sorpresa ni decepción, simplemente toma las medidas necesarias. Recuerda que pueden ser muchos los motivos por los que un niño intimide a otro. Puede ser por culpa de la presión social de otros compañeros, una reacción por haber sido víctima anteriormente de acoso escolar o bullying, una incapacidad de controlar sus impulsos o el enfado o repetir patrón de lo que ve en casa.
Es necesario saber cuáles son las razones que impulsan a tu hijo a agredir a otros, porque de esa manera podrás encontrar la solución más adecuada en cada caso. Los comportamientos de intimidación no terminarán a menos que el niño agresor no asuma la responsabilidad de sus acciones, admita sus errores y aprenda a cómo cambiar su comportamiento. A continuación podrás saber cómo ayudar y corregir el comportamiento de tu hijo.
Las soluciones deben aplicarse de forma inmediata
En cuanto sepas que tu hijo intimida a otros es necesario que hables con él de forma inmediata. Esto le hará saber que eres conocedor/a de la situación y que el acoso escolar es inaceptable en todos los casos. No tienes que enumerar las consecuencias de inmediato pero sí debes hablar sobre las acciones que está llevando a cabo tu hijo, hazle saber que esa situación debe cambiar cuanto antes.
Determina la causa raíz del problema
Para desarrollar el plan de disciplina correcto para tu hijo, tendrás que averiguar por qué tu hijo ha elegido intimidar a otro. Por ejemplo, si tu hijo es víctima de intimidación tendrás que lidiar con esto, pero también ayudarle a sobrellevar el hostigamiento que ha sufrido. Si tu hijo intimida porque quiere formar parte de un grupo y es lo hace por presión social, tendrá que aprender a tener amistades saludables y resistirse a la presión social y tóxica de otros compañeros.
Pero recuerda que esto no es una excusa para su comportamiento, simplemente esta información te dará las ideas necesarias para abordar este problema.
Intimidar a otros es una elección
Recuerda a tu hijo que intimidar a otros es una elección y que si lo hace es porque quiere hacerlo. Cada persona es responsable de sus propias acciones, por lo que debes asegurarte de que tu hijo comprenda de que es dueño se sus decisiones y por tanto debe aceptar su responsabilidad. Continua hablando la situación hasta que tu hijo pueda comunicar que comprende su responsabilidad.
Aplicar las consecuencias lógicas
Las consecuencias deberán ajustarse a la magnitud de los hechos. Si por ejemplo tu hijo acosa a otros mediante internet, es decir, haciendo ciberbullying, entonces una consecuencia lógica sería perder todos los privilegios que tienen que ver con el uso de dispositivos electrónicos. Cada situación de intimidación es diferente y se debe abordar de forma personalizada y diferente.
Quitar los privilegios
Perder los privilegios es una forma adecuada para poder disciplinar a los adolescentes y suele ser bastante efectiva. Por ejemplo, puedes quitarle privilegios del uso de electrónica, quitarle el privilegio de salir con los amigos, del uso de las redes sociales o incluso quitar la posibilidad de quedarse en casa solo. La lista es interminable y debe. Ajustarse a las necesidades del momento y a los intereses de tu hijo.
El objetivo es demostrar que el comportamiento de intimidación tiene consecuencias y no será tolerado. Solo asegúrate de que una vez que retires algo que no cedas más tarde. También ten claro el tiempo que el privilegio será revocado, por ejemplo quitar un privilegio 24 o 48 horas.
Enseña a tu hijo nuevas habilidades
Es necesario que prestes atención al comportamiento intimatorio de tu hijo. Quizá hayan habilidades que le faltan a tu hijo para prevenir futuros incidentes de intimidación como el control de impulsos, de la ira o el manejo de las emociones cuando están desbordadas. Si tu hijo intimida a otros por llamar la atención, lo más probable es que tenga problemas de autoestima y deberás trabajar el acoso que genera en otros con técnicas para potenciar su autoestima.
Ayuda a tu hijo a ver su valor y el de los demás. Tu hijo necesita aprender a crear nuevas amistades saludables que le aporten bienestar y confort emocional... y no todo lo contrario.
No avergüences a tu hijo
Por muy intolerable que sea el acoso escolar evita avergonzar o etiquetar a tu hijo como acosador porque entonces solo empeorarás las cosas. Hay padres que utilizan imágenes de sus hijos acosadores para avergonzarles en redes sociales y esto no es en ningún caso una estrategia de disciplina útil. Con este tipo de estrategias poco educativas, los niños solo aprenden que avergonzar y humillar a otros está bien y que pueden hacerlo.Además, la vergüenza es una forma de agresión psicológica y no debe usarse para disciplinar.
Trabaja la empatía desde casa
Tendrás que hablar sobre las consecuencias del bullying y asegurase de que tu hijo tiene el tiempo suficiente para pensar cómo se siente la otra persona que está siendo intimidada. Cuando los niños aprenden a ver las cosas desde otra perspectiva, es menos probable que intimiden nuevamente en el futuro. Es necesario trabajar la inteligencia emocional e involucrarte en trabajar la empatía para prevenir la intimidación.
¡Si tu hijo intimida ayúdale a superarlo!