La educación de nuestros hijos, como los tiempos, cambia. La evolución de la medicina, la psicología y las nuevas tecnologías han permitido realizar estudios sobre el comportamiento de los niños que nos aconsejan cómo educarlos de manera más efectiva. Esto, en muchos casos, se traduce en cambiar reglas populares que hasta ahora creíamos válidas a la hora de tratar con niños.
Os ofrecemos a continuación una lista de cinco expresiones que jamás deberías decir a tu hijo y que seguramente hayas dicho más de una vez. ¿Por qué? Sigue leyendo.
No
Un monosílabo que los padres empleamos con demasiada frecuencia es el no. Se usa tan a menudo y en tantas situaciones que los niños pequeños acaban banalizando su significado y no son capaces de distinguir cuando algo es peligroso.
Piensa muy bien cómo decirle las cosas a tus hijos
En los demás casos, tenemos que cambiar el 'no' por frases positivas y a la vez más específicas. Si nuestro hijo está saltando en el sofá no hay que gritarle 'no', hay que pedirle u ordenarle que se siente bien en el sofá. Cuánto menos utilicemos el 'no' más aprenderán a valorar la importancia de la palabra.
Ya veremos
Otra de las clásicas expresiones que utilizamos los padres es el 'ya veremos'. Solemos emplearlo en dos situaciones: cuando ya sabemos que vamos a negarnos a hacer lo que nos pide nuestro hijo o cuando estamos tan ocupados que ni siquiera podemos pararnos a atender sus peticiones.
En cualquiera de los dos casos debes evitar utilizar 'ya veremos'. Lo único que conseguirás es que el niño se impaciente, sea más insistente y termine por acabar con tu paciencia. Si no vas a cumplir sus deseos lo mejor es que seas sincera y se lo expliques desde el primer momento dejándole claras las razones. Si en cambio el problema es que no tienes tiempo debes decírselo claramente a tu hijo y pedirle que te lo vuelva a recordar más tarde.
Espera hasta que papá (o mamá) vuelva a casa
Tal vez esta sea una de las peores cosas que le puedes decir a tu hijo. Desde que nace los padres tenéis que ser conscientes que criar a vuestro retoño hasta que se hace mayor es una tarea compartida y que no puede haber un poli malo y otro bueno. En muchas ocasiones esta excusa se utiliza para evitar una negativa inmediata a tu hijo o porque crees que tu pareja ejerce sobre él más autoridad.
Eres el mejor
Que tu hijo es el mejor lo saben todos tus amigos amigos, familiares o conocidos. Pero no debes decírselo a él así. Los piscólogos aconsejan que los elogios sean siempre enfocados a una acción concreta : "qué dibujo más bonito", "deberías sentirte orgulloso de esas notas", "me gusta mucho la manualidad que has hecho" son expresiones adecuadas para alabar las acciones bien realizadas.
En caso contrario puede que los elogios se le suban a la cabeza o, incluso, que se le cree una sensación de necesidad de buscar la perfección. Al final, acabarás consiguiendo el efecto contrario al que pretendías perjudicando su autoestima.
¡No me hagas dar la vuelta!
Las amenazas nunca son buenas y ya sea conduciendo en el coche o de camino hacia algún sitio, ésta es una expresión que tampoco deberías utilizar. Lo habitual es pronunciarla cuando ya estás al límite por lo que no aporta nada a la situación.
Si consideras que tu hijo ha cruzado la línea y es hora de dar media vuelta, hazlo, pero no le dejes la autoridad de tomar esa decisión por ti.