La dislexia es una realidad para muchas personas y son muchos padres los que la conocen cuando son sus hijos los afectados. Pero la dislexia aún parece una gran desconocida para muchas personas, sobre todo para aquellos que no están vinculados con el mundo del aprendizaje y sus hijos no tienen dislexia. La dislexia nunca desaparece y no existe medicaciones que hagan que los síntomas disminuyan.
Lo peor de todo es que las personas que sufren dislexia tienen que sufrir malentendidos y críticas por algo de lo que no tiene el control. Si no tienes un hijo con dislexia es posible que te interese saber algunas cosas que sólo los padres con hijos con dislexia entenderán, y ahora, tú también puedes saberlo. Recuerda que los niños con dislexia no necesitan leer más para leer mejor, tampoco son vagos y sí, ellos leen diferente pero no significa que sea peor.
1. Necesitan soporte fuera de la escuela
Es posible que un niño con dislexia necesite el soporte y ayuda de un psicopedagogo como refuerzo fuera de la escuela en lectura y escritura. Con la ayuda y un enfoque especial y diferente al que marca la escuela, los niños con dislexia pueden pasar cualquier tipo de examen. Pero la motivación por el aprendizaje y el bienestar emocional infantil resultan primordiales en este sentido.
2. No ven el mundo al revés
Sí, es cierto que los niños y niñas con dislexia invierten las letras y las palabras pero eso es porque esas palabras y letras aparecen de forma diferente para ellos. Lo que ven en el mundo es lo mismo que ves tú también. Además, ellos tienen una gran capacidad para poder ver lo que está "fuera de lugar". Carol Grieder, un biólogo molecular con dislexia, ganó el Premio Nobel de Medicina en 2009 debido a que miraba moléculas de ADN a través de un microscopio, y vió algo que no debería estar ahí en ese momento.
Descubrió una muy importante enzima que hoy en día se trabaja sobre ella para descubrir más sobre el cáncer y el envejecimiento. ¿Te das cuenta como su dislexia se convirtió en un regalo maravilloso para el resto de humanidad?
3. Pueden ser algo desorganizados
Pueden ser algo desorganizados sí, pero esto no les hace peores personas. Es cierto que pueden tener cierta incapacidad para tener la atención al detalle y esto puede ocasionarles cierto desorden y desorganización en muchos ámbitos, que desgraciadamente puede afectar a la vida escolar y familiar.
El dormitorio puede estar más sucio de lo normal y limpiarlo puede parecerle una actividad demasiado tediosa. Necesitan orientación para poder tener las cosas mejor organizadas y en la escuela los niños algo más mayores pueden tener dificultades para organizar y gestionar el tiempo, por lo que necesitarán más herramientas como alarmas, un horario ilustrado y quizá también, el apoyo de un psicopedagogo para que le ayude a potenciar su aprendizaje.
4. Los audio libros son una buena opción
Los audio libros son estupendos para los niños con dislexia porque de este modo serán capaces de mantenerse al día de los conocimientos que en clase los compañeros están leyendo. El contenido no será un problema para ellos y podrán aprender al mismo ritmo que sus compañeros pudiendo trabajar la lectura y la escritura acorde a sus necesidades de forma paralela. Además gracias a los audio libros los niños con dislexia pueden aumentar mucho su vocabulario y mejorar la capacidad de escucha y la buena gramática.
5. En la escuela se necesitan adaptaciones
Sí, en la escuela se necesitan adaptaciones en todos los cursos con planes individuales para poder favorecer de este modo el aprendizaje del niño/a con dislexia. Los exámenes hechos por vía oral pueden ser una buena forma de que demuestren sus conocimientos sin necesidad de acabar en fracaso escolar por culpa de no prestar atención a sus necesidades específicas.
6. Se sienten menos capaces que los demás
Que se sientan menos capaces no significa que lo sean, ¡ni mucho menos! Necesitarán motivación y trabajar su autoestima para conseguir buenos resultados en el aprendizaje... porque sin un bienestar emocional el aprendizaje y la motivación académica será más complicada alcanzarla.
Pero los niños y niñas con dislexia son conscientes de que en el aula sus compañeros leen mejor y que completan sus tareas a tiempo y sin tanta dificultad, los demás no necesitan tanto tiempo y esfuerzo para aprender las cosas... y esto les puede frustrar y afectar a su autoestima.
Es importante que los maestros reconozcan sus fortalezas e intereses públicamente en el aula. Los padres tienen que promover estas fortalezas y los talentos de sus hijos en las actividades extraescolares. Centrarse sólo en que mejor la lectura o la escritura puede ser frustrante para ellos. El arte, la música, el deporte... cualquier área que le guste a tu hijo será una buena opción para potenciar sus habilidades, ¡y le dará un subidón de autoestima cuando se dé cuenta de todas sus posibilidades! El reconocimiento de los éxitos son muy importantes para productividad y la felicidad en las personas... tanto en los niños como en las personas adultas.
7. Les gusta socializar aunque les puede costar
Cuando los niños y niñas con dislexia tienen sentimientos negativos hacia sí mismos pueden tener tendencia a retirarse socialmente y no querer involucrarse en actividades sociales y quizá, hasta eviten las oportunidades para hacer nuevos amigos. Es importante que los padres de los niños pequeños tengan un enfoque positivo de la socialización proporcionando oportunidades para que los niños participen en actividades con otros niños de su edad (pero sin presionarle).
Los niños mayores deben ser animados a participar en actividades que apoyen y refuercen sus talentos y fortalezas. Sentirse capaces de lograr las cosas y alcanzar objetivos es idóneo y necesario para ellos.
8. Todos los niños disléxicos no son iguales
Los niños disléxicos son persona físicas, únicas e irrepetibles, como tú y como yo. Sus dificultades en lectura, escritura o en otros ámbitos no tienen que ser los mismos de otro niño que también esté diagnosticado con dislexia. Hay niños que puedan tener dificultades para poner sus pensamientos o sentimientos en palabras, mientras que otros pueden ser mucho más verbales. Hay niños con dislexia que tengan una capacidad intelectual media y otros que tengan una capacidad intelectual increíble. No se puede generalizar, se debe conocer a cada niño para saber cómo es y qué necesita exactamente.