Los niños nos enseñan cosas que como adultos hemos olvidado. Ellos nos ayudan a sacar el niño o la niña que llevamos dentro. Es una persona inocente que sigue vivo dentro de nosotros y que solía vivir el momento presente como si fuese el último, confiaba en el proceso de la vida sin más. Los niños nos devuelven esa mirada hacia el mundo y podemos aprender tanto de ellos que nos hagan sentir que las experiencias diarias son maravillosas.
No te pierdas algunas cosas que los niños te enseñan. Si no te habías dado cuenta hasta ahora, no te pierdas lo que te comentamos a continuación para que no pierdas detalle en tu día a día con ellos, ¡te sorprenderán!
Confía más y juzga menos
A medida que envejecemos la vida nos plantea desafíos que nos hace desconfiar de otras personas y preferimos aislarnos del mundo para protegernos. Nos hacen daño y aprendemos rápidamente a jugar a los demás creando barreras para mantener a raya al mundo en nuestras vidas. Esto nos da sensación de control pero también fomenta la soledad y la desconexión con los demás.
Los niños te enseñan a derribar estas barreras y permitir que otras personas te conozcan como realmente eres. Cuanto más te conocen más empatía tendrán contigo. El mundo parecerá un lugar más cálido y amigable.
Exprésate libremente con honestidad
Los niños dicen los que piensan y nunca te lo tomarás a mal porque no tienen intenciones maliciosas. Simplemente expresan cómo es su mundo interno y cómo entienden el mundo exterior. La libertad de expresión comienza a disminuir a medida que crecemos... la sociedad nos condiciona a guardar silencio y a comportarnos 'bien'.
De esta manera y sin que nos demos cuenta, tendemos a perder una pequeña parte de nuestro verdadero carácter en un esfuerzo (normalmente en vano) de encajar y ser aceptados por la sociedad. Si estás siempre forzándote por ser políticamente correcto estás dañando tu honestidad interna. Habla con tu mente de forma positiva, con asertividad.
Usa más tu corazón
Los niños siempre usan su corazón para todo, lo hacen de forma natural. Les dirán a otras personas que les gusta o que quieren pasar más tiempo con ellos. Los adultos a menudo temen al rechazo, ocultan sus verdaderas intenciones, las interacciones a veces parece un juego de adivinanzas. Los niños, no, ellos siempre van de frente.
Cuando no se confía en el mundo nos enfocamos en nuestros pensamientos oscuros y cambia la forma con la que interactuamos con los demás. Tratamos a los demás con precaución y cambiamos la dinámica de la interacción social a través del comportamiento. Es necesario aprender a ver lo bueno en los demás, a confiar primero y así, las personas puede que cumplan con esa expectativa positiva. Si das a otros la oportunidad de ayudarte y de hacer lo correcto, te sorprenderán.
Redescubre tu curiosidad sobre la vida y el amor
Los niños te ayudarán a redescubrir la curiosidad sobre la vida, el amor y el mundo. Ser curiosos implica que todavía hay mucho que aprender, en ocasiones la misma arrogancia de las personas les impide ver más allá. Pero la realidad es que nunca dejamos de aprender sin importar la edad que tengamos. Los niños constantemente preguntan "¿Por qué?" Y este es un hábito del cual podemos crecer. Empieza a preguntarte el por qué de las cosas en lugar de aceptarlo todo.
Tu niño interior te ayudará a seguir creciendo y a descubrir cosas muy interesantes. Tu cerebro cuando está activo te ayudará a tener una mente más sana y fuerte, pero necesita que la trabajes igual que el resto de tu cuerpo. Ser curioso es toda una virtud.
Ten optimismo por el futuro
¿Te acuerdas lo emocionado que estabas siempre justo antes de Navidad? Esa sensación de intensa alegría y anticipación es difícil de superar. Vuelve a encender esa emoción infantil esperando cosas buenas en tu futuro. Como adultos, tendemos a ser más cínicos y casi a esperar desilusión, pero esto solo nos puede preparar para el fracaso. Espera siempre lo mejor y trata de no imaginarse constantemente todas las cosas que podrían salir mal. Imagina que lo mejor está por venir y confía en que las cosas saldrán bien. Incluso si no salen como esperabas, trata con lo que se te presente sin torturarte innecesariamente con anticipación negativa.
Y por supuesto, ¡sueña a lo grande y vive el momento!