Los adolescentes aunque no quieran mostrarte lo que te necesitan, lo hacen... y mucho. Te necesitan a su lado, necesitan sentir tu cariño aunque a veces resoplen cuando les abrazas. Necesitan saber que sigues siendo su guía y que estarás a su lado pase lo que pase. Para que tus hijos sepan que realmente estás a su lado necesitan ver y sentir que crees en ellos y cuando lo hagas, entonces ellos, comenzarán a creer en sí mismos.
Cree en su competencia
Para que tu hijo adolescente se dé cuenta de que realmente crees en él tendrás que asignarle tareas básicas y responsabilidades. Da igual la pereza que te muestre, es necesario que vea que confías en su capacidad para realizar las cosas. No te hagas cargo de sus responsabilidades porque tu hijo adolescente no ha hecho las cosas tal y cómo querías que se hicieran.
Esto ocurrirá en cualquier ámbito, ya sea escolar o doméstico. Es necesario que le proporciones instrucciones o ideas de cómo debería hacer las cosas, pero no hagas las cosas por tus hijos. Permite que complete su tarea por su cuenta, aunque se equivoque. Cuando les permites trabajar sin tu ayuda, no importa lo difícil que sea, estarás transmitiéndole que confías en su capacidad. Con el tiempo, también aprenderá a creer en su propia capacidad.
Ayuda a tu hijo adolescente a establecer metas razonables
Nada mata la autoconfianza más rápido que intentar alcanzar algo que no se puede lograr. Si bien nunca deseas desalentar a tu hijo adolescente de probar algo nuevo o trabajar duro para conseguir algo que quiere, aún necesita ser razonable en esto. Si ninguno de sus objetivos es alcanzable, no importa cuánto trabaje, esto es solo hacer que fracase y finalmente pierda la confianza en sí mismo/a. En cambio, ayúdale a establecer metas que requerirán trabajo duro y perseverancia, pero que aún están a su alcance si se aplica y tiene constancia y perseverancia.
Elogia su carácter
Refuerza positivamente los comportamientos como la generosidad, la empatía, la cooperación, las habilidades de liderazgo, la responsabilidad y el coraje. Muchas veces los padres solo elogian a sus hijos por sus éxitos académicos y sus logros deportivos. Si bien es importante complementar el arduo trabajo que tu hijo pone en estas cosas, la escuela y los deportes no tienen un carácter de por vida. Concéntrate en las cosas que hacen que tu hijo sea una buena persona.
No le rescates
A ningún padre le gusta ver a su adolescente pasar por algo difícil. Ya sea que se trate de un amigo malo o que se enfrente a las consecuencias de una mala elección, es bueno que tu hijo experimente estas dificultades. Además, una vez que el desafío haya sido resuelto, tu adolescente se sentirá mucho más seguro. Después de todo, simplemente pasaron por algo difícil y sobrevivieron sin que mamá o papá suavizaran el golpe.
Ensáñale a ser asertivo, pero no agresivo
Muchos adolescentes no saben ser asertivos de forma natural y necesitan cierta guía para poder defenderse a sí mismos sin ofender o lastimar a otros. En este sentido es muy importante que entiendan la diferencia entre ser asertivo y ser agresivo. Tienes que explicarle que los niños agresivos intentan forzar a otras personas a pensar como ellos o hacer las cosas a su manera.
Mientras tanto, los niños asertivos son respetuosos de las diferencias e ideas de otras personas, pero no tienen miedo de afirmar sus propias creencias e ideas. Recuerda, los niños asertivos se sienten cómodos defendiéndose cuando alguien dice o hace algo hiriente o diferente a sus ideas. Aprenden a decir no de forma saludable.
No hagas comparaciones
Muy a menudo los padres cometen el error de comparar a sus hijos. Incluso podrían etiquetarlos como "inteligentes" y "atléticos". O el "alto" y el "bajito". Pero este tipo de comparaciones no solo puede conducir a la envidia y la rivalidad entre hermanos, sino que también puede causar el acoso entre hermanos. En cambio, es necesario apreciar la individualidad y los dones especiales de cada adolescente sin compararlos entre sí. También debes evitar comparar a tus hijos con otros niños que conozcas. Si bien puede que no signifique nada para ti, puede disminuir la forma en que tus hijos se ven a sí mismos.