Tener un hijo con un carácter fuerte es una buena noticia de crianza ya que son niños fuertes que pueden afrontar los desafíos, pero es necesario enseñarles sensibilidad para que se conviertan en adolescentes y adultos increíbles. Los niños con carácter fuerte tienen una buena motivación y predisposición para conseguir las cosas que les interesan y son casi impermeables a la presión del grupo. Aunque los padres en ocasiones se resisten en imponer su voluntad, estos niños muy a menudo se convierten en líderes.
Cómo son los niños con carácter fuerte
Algunos padres los llaman "niños difíciles" o "demasiado tercos", pero también pueden ser niños con carácter fuerte aquellos a los que les cuesta cambiar su punto de vista. Pero más que decir que son "niños difíciles", quizá sería más correcto decir que son "niños perspicaces". Los niños con carácter fuerte son niños que quieren aprender cosas por sí mismos en lugar de aceptar sin más lo que los otros dicen, es por eso que los ponen a prueba una y otra vez. Son niños apasionados que viven a pleno rendimiento, saben lo que quieren.
Para las luchas de poder se necesitan dos personas
En ocasiones, los niños de carácter fuerte son propensos a las luchas de poder con sus padres. Sin embargo, se necesitan dos para tener una lucha de poder... los padres no deben asistir a todos los argumentos a los que el niño realiza. En ocasiones es necesario hacer una respiración profunda y recordar que es buena idea saber escoger bien las batallas, no permitas que tu hijo de 4 años te haga actuar como un niño de 4 años.
La empatía les ayudará a cooperar
A los niños de carácter fuerte no les gusta que les digan qué deben hacer y por eso los padres en la crianza deberán hacerle sentir comprendido en todo momento en la crianza, respetando sus necesidades y su persona. Es importante tratar a los niños con empatía, dándoles opciones para elegir, comprender el respeto mutuo. Siempre es necesario buscar soluciones de ganar-ganar. Es necesario que aprendan habilidades de negociación y compromiso.
No son tan difíciles como parecen
Estos niños que parecen tan difíciles no lo son en absoluto. Si no sienten que su integridad se ve comprometida y se les permite elegir, entonces ellos cooperarán sin problemas. Si crees como padre, que la obediencia es una cualidad importante, sería ahora una buena oportunidad para que empieces a reconsiderar ese pensamiento. Es lógico que quieras criar a un niño responsable, considerado, cooperativo y que hace lo correcto, pero eso no implica que tenga que obedecer ciegamente. Esto implica hacer lo correcto porque se quiere hacer lo correcto y no porque te obligan haciendo ver que es parte de una buena crianza.
La obediencia no es una forma de educar en la crianza
Como he comentado en el pinto anterior, es buena idea que reconsideres si la obediencia es algo positivo para la educación de tu hijo. La moralidad es estar haciendo lo que es correcto, sin importar lo que te dicen. En cambio la obediencia es hacer lo que te dicen, sin importar lo que es correcto.
Es normal que quieras que tu hijo haga lo que quieres pero no porque sea obediente, por lo que tu hijo debe sentir que tiene el control de sus acciones y que si hace caso a lo que le dices es porque él quiere hacerlo. Así será como podrás criar a un niño que tiene autodisciplina, que asume responsabilidades, que es considerado y que tiene el discernimiento suficiente para averiguar en quién puede confiar y cuándo puede ser influenciado y no debe seguir ese camino.
Si rompes la voluntad de tu hijo y no le permites ser él mismo, entonces estarás dejando abierta la influencia de otras personas, algo que muy a menudo le puede hacer daño. Además, permitir esto es una traición que les hacemos como padres. Los niños de carácter fuerte pueden tener mucha energía y ser persistentes, pero también tienen cualidades fabulosas y pueden cooperar contigo sin luchas de poder constantes.
Consejos para padres
Si tienes un hijo con carácter fuerte, es probable que no te vayan van algunos consejos para evitar las luchas de poder y que la convivencia sea un poco más pacífica, sobre todo si tú también te consideras una persona con carácter fuerte.
- Evitar las luchas de poder mediante el uso de las rutinas y las reglas. De esta manera los niños sabrán que se espera de ellos a cada momento y no sentirán la necesidad de luchar contra las normas.
- Los niños con carácter fuerte son aprendices experimentales. Esto significa que tienen que ver por sí mismos si por ejemplo, la estufa está caliente tal y como dices para que no la toque. Son niños que aprenden a través de la experiencia, por que tratar de controlarlos no es una opción.
- Quieren aprender por sí mismos. Los niños con carácter fuerte quieren aprender por lo que no le regañes si algo hace mal y ofrécele estrategias para hacerlo mejor. Si es necesario dale las instrucciones necesarias para que sepa cómo encargarse de sí mismo y ser más independiente.
- Dale opciones y alternativas. Para que los niños sientan que tienen elecciones y que pueden controlar sus decisiones (y que son dueños de su destino), es necesario que le ofrezcas alternativas para que escoja. Estas alternativas deberán ser coherentes con tus valores y principios y además, tendrán que ser alternativas que apruebes y consideres adecuadas.
- No pierdas de vista la autoridad. Si por ejemplo hace frío y tu hijo no quiere ponerse la chaqueta, deberás dejarle claro que él es dueño de su cuerpo siempre que se mantenga seguro y saludable, por lo que deberá decidir si usar una chaqueta u otra, o al menos ponerla en la mochila para decidir más tarde si ponerla o no.
- No caigas en las luchas de poder. La fuerza siempre ocasionará una lucha por eso es necesario no caer en el error de las luchas de poder porque entonces sólo te encontrarás que tu hijo te desafiará. Es mejor respirar y recordar que debes escoger las batallas, porque si estás siempre en lucha puedes perder lo más importante para ti: la relación.