Quizá como padre o madre tienes instintos de microgestionar la vida de tus hijos. Es posible que siempre estés encima de tus hijos para asegurarte de que toman buenas decisiones, le proteges de cualquier incomodidad física o emocional y no le das la oportunidad de que crezcan enfrentándose a las consecuencias de su comportamiento. Te has convertido sin darte cuenta, en un padre o madre helicóptero y esto, no es bueno para tus hijos. Estás en una crianza sobrepasada.
Aunque tengas buenas intenciones la sobreprotección están claras, normalmente ocurre del deseo de los padres de controlar su propia incomodidad, por su inseguridad y por no tolerar ver cómo sus hijos fallan, se lastiman o cometen errores. Incluso los padres pueden sentirse culpables de disciplinar a sus hijos y se convierten en padres permisivos solo porque los hijos no sufran consecuencias. Esto no educa y desestabiliza emocionalmente a cualquier niño/a, generando graves consecuencias en el futuro del pequeño o pequeña.
Asimismo, la hipervigilancia y la indulgencia excesiva tienen consecuencias muy graves, como retrasar el desarrollo de un niño y que se convierta en una persona excesivamente dependiente. Es importante que tengas en cuenta cómo estás sobrepasando a tu hijo con una crianza basada en la sobreprotección.
1. Siempre hay luchas de poder en casa
Siempre hay luchas de poder en casa, incluso por las cosas más pequeñas, entonces es posible que las demasiado quisquilloso y exigente. Si te das cuenta de que discutes con tu hijo de 5 años por cualquier cosa o tienes batallas campales con tu hijo de 15 años por cómo se peina o se viste, entonces estarás impidiendo que desarrolle su propia independencia.
2. No quieres que tu hijo tome sus propias decisiones
Es posible que pienses que siempre hay una mejor forma de hacer las cosas, 'tu forma' normalmente es la forma correcta. Esta suposición puede llevar a que micro gestiones cada movimiento de tu hijo. Si no le permites que explore nuevas oportunidad como usar ropa que no conjunte o jugar tranquilamente con sus muñecos... es posible que te estés sobrepasándote en la crianza de tus hijos.
3. No soportas que tu hijo falle
A nadie le gusta ver cómo sus hijos fracasan, pero si rescatas a tus hijos cada vez que tiene problemas, no aprenderá de los errores. Si le das la respuesta correcta cada vez que tiene que resolver una tarea o si intervienes ante la primera pista de un problema en un juego, tu hijo no desarrollará buenas habilidades para resolver los problemas. Prefieres hacerle todo para que no tenga que hacer nada.
Los niños necesitan experimentar el fracaso en primera persona. Recuperarse de los fallos les da la oportunidad de describir cómo pueden hacer las cosas mejor en el futuro.
4. Te preocupas por cosas por las que otros padres no lo hacen
Quizá seas el único padre preocupado porque tu hijo de 6 años juega con muñecas o no soportas que tu hijo de 13 años quiera salir con sus amigos. Quizá estés sobreprotegiendo demasiado a tus hijos. Antes de pensar así, considera la posibilidad de que estés sobrepasándote en la crianza de tus hijos. Debes tratar a tu hijo como un ser inteligente y competente, sino, no le estarás permitiendo que alcance su máximo potencial.
5. Discutes con otros adultos por cómo tratan a tu hijo
Quizá discutes con otros adultos (maestros, entrenadores, otros padres...) sobre cómo tratan a tu hijo. Les explicas cuáles son tus reglas o cómo deben tratar a tu hijo. Esto es una señal clara de que eres un padre o una madre helicóptero. Si vas a ver al maestro para que le suba las notas a tu hijo o discutes con tu madre para que no le dé azúcar a tu hijo, quizá te estés pasando un poco.
No debes controlar del todo cómo otras personas tratan a tu hijo todo el tiempo. Esto no es saludable. Los niños se benefician de aprender diferentes reglas en diferentes entornos, así aprenderán a interactuar con otras personas.