Uno de los eternos debates respecto a la escuela y que se mantiene aún vigente es sobre la conveniencia o no de que los profesores manden deberes para casa a los niños durante el curso: ¿Es adecuado que los niños hagan deberes al llegar a casa o debería ser suficiente con los ejercicios que hacen en horario escolar? ¿Qué cantidad de ejercicios hay que hacer en casa? ¿Se debe mandar el mismo número de deberes a todos los niños por igual? Este debate se hace más intenso aún con la llegada del verano.
Deberes en verano, ¿sí o no?
Esta discusión es eterna precisamente porque no hay una respuesta definitiva ni a favor ni en contra. Que un niño haga deberes de repaso durante el verano no va a ser contraproducente para él, al igual que el no hacerlos no va a traer consigo un problema ni necesariamente un retraso respecto a sus compañeros en septiembre.
Lo idóneo sería analizar cada caso en particular. En primer lugar, está el factor de la edad. En los casos de edades avanzadas en las que un niño o adolescente ha suspendido alguna asignatura que debe recuperar en septiembre, evidentemente será necesario un refuerzo escolar durante los meses de verano y un esfuerzo y repaso extra, sin dejar de tener en cuenta que durante estos meses también es necesario descansar y no focalizar todas las vacaciones en el hecho de que hayan suspendido y deban recuperar. Esto podría suponer demasiada angustia y estrés, sobre todo si se trata aún de cursos no muy elevados, que quizá generen un rechazo a todo lo relacionado con la escuela y problemas de conducta que pueden agravarse con el tiempo. Los días de verano son largos y con una buena organización, hay tiempo para todo.
Es en el caso de los niños más pequeños donde surge un mayor debate. Deberíamos considerar si ese niño o esa niña en cuestión necesitan reforzar algunos conceptos que quizá durante el curso no han adquirido o que no han asimilado del todo. Desde luego, incluso en el caso de que un estudiante, tenga la edad que tenga, haya superado con creces los objetivos del curso, repasar durante el verano puede ayudar a afianzar esos conocimientos y a mantener cierta rutina durante estos meses.
Por tanto, lo más recomendable es valorar cada caso en particular, teniendo en cuenta que, si los objetivos del curso han sido superados, no deberíamos obligar a los niños, especialmente a los más pequeños, a trabajar también durante el verano si esto les supone un gran esfuerzo o puede dar lugar a discusiones con los padres. Por otra parte, se deber tener en cuenta que si los niños están motivados para llevar a cabo estas tareas, les gustan y les entretienen, deberíamos darles la oportunidad de hacerlas.
¿Qué tipos de deberes pueden realizarse durante el verano?
Además de algunos de los clásicos que aún se mantienen hoy en día, actualmente hay una infinita variedad de ejercicios de repaso, en diferentes formatos.
Entre los primeros, destacan los Cuadernos Rubio o los Cuadernos Vacaciones Santillana.
La popularidad de los Cuadernos Rubio se remonta a los años 80. Clásicamente se les conoce por su utilidad para mejorar la caligrafía de los niños. El método está basado en una técnica [quotei]Los cuadernos Rubio fueron muy populares en los 80[/quotei]grafomotriz que parte de la realización de grafías simples, como líneas rectas y curvas para continuar con grafías cada vez más complejas, para fomentar poco a poco la adquisición de la escritura. También, ya desde sus inicios existía otra colección centrada en las matemáticas. En los últimos años su popularidad no ha hecho más que crecer, llegando incluso a crear la "Fundación Cuadernos Rubio".
Actualmente cuenta con toda una variedad de colecciones: la de "Educación Infantil", con actividades de preescritura; la de "Escritura", que contribuye a desarrollar habilidades y destrezas motrices para adquirir soltura y agilidad; la de "Lengua Evolución", para afianzar el aprendizaje lectoescritor; la colección "Operaciones y Problemas", para desarrollar gradualmente la habilidad de utilizar y relacionar números y operaciones básicas, la de "Matemáticas Evolución", para desarrollar la competencia matemática o la colección "Vacaciones Rubio", para repasar conceptos de cursos que van desde 3º de Educación Infantil hasta 5º de Primaria, ambos incluidos.
Por otra parte, los cuadernos de Vacaciones Santillana, también ejercicios desde los años 80 vienen ofreciendo a los alumnos de 3 a 16 años materiales didácticos para repasar lo aprendido durante el curso.. Se dividen en los niveles de Infantil, Primaria y Eso. Los cuadernos de infantil, divididos a su vez en tres niveles, son todos de repaso, ofreciendo también uno en inglés en el nivel de 5 años. Los de Primaria y ESO se organizan según asignaturas, acordes a las que se imparten durante el curso.
Todos se presentan en un formato atractivo para los niños, para que sean más entretenidos y divertidos.
Otras opciones para repasar en verano
Pero como comentábamos, hoy en día la variedad es mucho más amplia y en esta época podremos encontrarlos en cualquier librería, ya que son muchas las editoriales que ofrecen este tipo de cuadernos de repaso. Podemos elegir en función de nuestras necesidades, preferencias o también dar la oportunidad a los niños de que ellos mismos los escojan.
Además, también a través de Internet existen páginas online que ofrecen este tipo de ejercicios, como la de Aula PT o la de Orientación Andújar, para que repasar durante el verano pueda hacerse de la forma más entretenida posible.