Cuando una mujer se va a someter a una fecundación in vitro, o FIV, es o bien porque ya ha estado intentando durante bastante tiempo quedarse embarazada por otros métodos y no lo ha conseguido, o bien porque su pareja es otra mujer, o bien porque ha decidido ser madre soltera. En cualquiera de los casos, la fecundación in vitro siempre suele serla última alternativa, sobre todo por el elevado precio que puede tener en algunos casos. Además, pese a lo cara que es, su tasa de éxito no es del cien por cien; puede darse el caso de que la implantación acabe siendo fallida, y la mujer no se quede embarazada.
La fecundación in vitro consiste en extraer los ovocitos de la madre y fecundarla en el laboratorio, o mediante una inyección intracitoplasmática de espermatozoides; el método tradicional suele ser el primero. Los ovocitos pueden ser o bien de la madre o bien de una persona que haya decidido donarlos de forma anónima, en caso de que la madre no tuviera ovocitos viables. Es un tratamiento altamente recomendado para todas aquellas mujeres que quieran ser madres y que, de forma natural, no encuentren la forma de ser. La FIV permite que aquellas que hayan sufrido algún problema de infertilidad (como problemas a la hora de ovular, una obstrucción de las trompas de falopio o cualquier otra complicación) puedan llegar a ser madres; también funciona en mujeres de más de treinta y cinco años de edad, cuya probabilidad de quedar embarazada de forma natural es bastante más baja.
A la hora de hablar de una tasa de éxito podemos referirnos a dos cosas bastante distintas . Podemos hablar de una implantación correcta, donde se llega a un embarazo, o del nacimiento de un bebé completamente sano. Nosotros nos vamos a referirnos a los casos de éxito como casos en los que no solo se produjo una implantación, sino que también nació un bebé totalmente saludable. Porque, al fin y al cabo, el objetivo de la FIV es no solo que la mujer se quede embarazada, sino que también tenga un bebé; ese sería el éxito total.
Tasa de éxito según la Sociedad Española de Fertilidad
Cada año, la Sociedad Española de Fertilidad presenta estudios sobre los resultados de la fecundación in vitro entre aquellas mujeres que han querido llevar a cabo este tratamiento para tener un bebé. La información a la que nosotros hemos tenido acceso es del año 2015, pero, en la práctica, los datos cambian relativamente muy poco de un año para otro.
La Sociedad Española de Fertilidad publica cada año estudios sobre el éxito de la FIV
Pese a que los porcentajes puedan parecer bajos, hay que tener en cuenta que cuando se practica el sexo sin protección la posibilidad de quedar embarazada en un ciclo menstrual es de entre el 15 o el 20%, con lo cual la FIV está aumentando considerablemente las posibilidades.
Cuando los ovocitos no son propios, sino que son donados, el porcentaje aumenta aún más : si estos no han sido previamente congelados, la tasa de embarazo por transferencia es del 53'4%. Si han sido congelados baja más de un diez por ciento, situándose en el 39'3% de éxito. La implantación es bastante más complicada si los ovocitos se congelan previamente.
También deberíamos tener en cuenta que la tasa de abortos se encuentra siempre entre el veinte y el treinta por ciento; puede parecer una tasa elevada, pero no se debe olvidar que estamos hablando de casos donde las mujeres estaban teniendo realmente complicado lo de quedarse embarazadas.
Es más fácil la FIV que la inseminación natural
Quedarse embarazada mediante la fecundación in vitro es bastante más probable que quedarse embarazada mediante una fecundación normal. Muchas veces creemos que un embarazo es lo más fácil del mundo, que porque un mes decidamos quedarnos encintaa ya lo conseguiremos en un periodo breve de tiempo, y esto no siempre es así. Sí, hay muchos embarazos por accidente, pero eso es simplemente mala suerte para esa persona que decidió no usar preservativo un día determinado; no es lo habitual, y no es lo que os pasará si tratáis de tener hijos.
Un dato importante sobre la FIV es que es probable que el embarazo acabe siendo múltiple, y esto es porque al realizar la implantación, probablemente colocarán más de un embrión, para procurar que al menos uno llegue a término. Aunque parezca una locura, es la mejor forma de garantizar el embarazo lo más pronto posible. Eso sí, si el embarazo acaba siendo múltiple, también puede ser de riesgo, puesto que los embarazos múltiples suelen tener muchas más complicaciones. Cuando esto sucede, muchos especialistas aconsejan que se aborte a uno de los fetos; no obstante, esto es una decisión más complicada que cada uno debe plantearse a sí mismo.
También existe el riesgo de que se produzca un embarazo extrauterino, es decir, ectópico, fuera del útero. Esto sucede cuando un embrión se desvía a las trompas de Falopio porque estas funcionan mal, y se implanta ahí. En ese caso, tendrá que realizarse un aborto puesto que un embarazo ectópico solo puede provocarte daños tanto a ti como madre como al feto, que no llegará a término.
Si te estás planteando la fecundación in vitro pero tienes dudas, lo primero que deberías hacer es consultar con un especialista que analice detenidamente tu caso y te explique qué es lo que deberías hacer.