El cuerpo de un niño todavía no está tan formado como el de los adultos, por lo que es natural que las dietas entre unos y otros varíen levemente. Muchas veces habremos oído decir que el azúcar en exceso no es bueno para los niños pequeños, ya que puede afectarles tanto física como psicológicamente.
Así pues, debes conocer bien cuál es la cantidad de azúcar que los niños pueden consumir a diario con tal de no darles más de lo que deberían tomar por el bien de su salud, pero tampoco no darle nada con azúcar en absoluto, ya que su cuerpo necesita tomarlo también en pequeñas cantidades.
En Bekia te contamos cuánto azúcar pueden consumir los niños a diario y por qué no deben consumir más o menos de esta cantidad recomendada.
Cuánto azúcar pueden consumir los niños realmente a diario
Puede que mucha gente te recomiende no darle azúcar en absoluto a tu bebé durante sus primeros meses, e incluso años, de vida. Eso es porque muchas personas asocian al azúcar con los alimentos refinados y grasos, como la bollería industrial o los caramelos. Sin embargo, el azúcar es muy necesario para la salud de los humanos, por eso los niños también deben consumirlo durante sus primeros años de vida.
Durante los primeros meses de vida seguramente que el bebé se alimente de la leche materna o del biberón de donde extraerá todas las vitaminas y los nutrientes que necesit a. Seguramente tú sigas tu dieta habitual y consumas cierta cantidad de azúcar, por lo que éste será también transmitido al bebé.
Cuando tu hijo empiece a comer alimentos sólidos será el momento ideal para darle azúcar. No debes tener en cuenta los azúcares naturales provenientes de las frutas, ya que estamos hablando de azúcar refinado, aquel que proviene de los dulces y de la repostería. La cantidad indicada para un niño de hasta tres años de edad son 15 gramos de azúcar al día.
Debes tener en cuenta que algunas comidas contienen gran cantidad de azúcar y que si toma más de alguno de estos alimentos quizás esté consumiendo más de los 15 gramos diarios indicados. Por eso, debemos mirar bien la etiqueta y los ingredientes de todos aquellos alimentos que consuma nuestro bebé. Comidas preparadas como las papillas, los yogures, zumos o purés pueden contener la cantidad total que debería tomar en un solo día. La manera de asegurarte de que no toma más de 15 gramos al día de azúcar es, o bien mirar todas las etiquetas y calcular los porcentajes, o cocinar la mayor parte de los platos tú mismo para poder conocer bien así las cantidades.
La cantidad diaria recomendada
A medida que el niño se vaya haciendo más mayor podremos ir incorporando una mayor cantidad de azúcar en su dieta. No obstante, debes tener en cuenta que la dieta de los niños debe ser sana y equilibrada ya que actualmente corren más riesgo de padecer enfermedades como la obesidad y la diabetes ya de bien pequeños. Esto ocurre porque se acostumbran a comer una mayor cantidad de azúcar, ya sea a través de dulces, repostería o bebidas azucaradas como refrescos o comida rápida.
Por eso, la cantidad de azúcar que pueden consumir los niños de entre cuatro a catorce años no debe sobrepasar los 25 gramos. Una manera de conseguir que no tomen más de esa cantidad de azúcar es que tengan siempre una dieta controlada, sana y equilibrada de modo que no tomen más azúcares de los que su cuerpo necesita. Esto no significa que no le dejes tomar dulces o controles al máximo su alimentación, ya que a los niños les gusta mucho comer este tipo de comidas y sus amigos y compañeros también lo consumirán.
Así pues, si han tomado azúcar deberás intentar que no tomen más de los 25 gramos aconsejados a lo largo del día, puesto que esto puede afectar al rendimiento y a la concentración del niño además de las enfermedades mencionadas por el exceso de azúcar en la dieta como la obesidad y la diabetes.
Un consumo moderado de azúcar a cualquier edad será excelente para la buena salud de todo niño y adulto. Una vez pasados los dieciocho años y durante el resto de su vida, si no tiene problemas de azúcar, deberá tomar 12 cucharillas de azúcar al día como aconsejan las grandes entidades de la salud.