El parto es el momento en que se pone fin al embarazo y comienza la maternidad, pero eso no quiere decir que sea el momento en que la madre se recupera del embarazo y puede volver a su rutina. Tras dar a luz se precisa de un tiempo de recuperación, tiempo que se amplía sensiblemente en el caso de que haya sido una cesárea.
Cuando se produce un parto vaginal, lo que calificamos como de forma natural, la madre se recupera con mayor rapidez, apenas recibe el alta del centro médico precisa pocos cuidados, en ocasiones debidos a los puntos que le hayan podido poner. Es el momento en que se entrega al cuidado de su hijo. Pero si hablamos de una cesárea las cosas cambian, tanto que en los primeros días tras el parto la mujer puede llegar a no poder atender al pequeño tanto como le gustaría o en las condiciones que creyera más oportunas. Precisa de una recuperación y cuidados extra.
Diferencias entre partos
Se tiende a decir que en una cesárea una madre siente menos dolor que en un parto natural, pero que las tornas cambian en lo que a la recuperación se refiere. Básicamente porque la anestesia elimina los dolores, que aparecerán una vez se haya ido.
La recuperación de la cesárea es más lenta y por lo general más delicada. Al fin y al cabo se trata de una intervención quirúrgica. En ocasiones la cesárea se programa con antelación por lo que tanto la madre como el equipo médico están preparados para ella. Pero en otras se decide optar por esta forma de dar a luz al encontrar dificultades durante el parto vaginal y cuando la mujer lleva varias horas con dolores, por lo que el esfuerzo es mucho mayor y también la recuperación.
En el hospital
La recuperación comienza en el hospital, donde las mujeres que han dado a luz a través de una cesárea tendrán que pasar más tiempo ingresadas que las que han tenido un parto vaginal. En el primero de los casos suelen ser entre tres y cinco días, si no se encuentran complicaciones, mientras que en menos de tres días después de un parto natural ya se ha recibido el alta.
Una vez finalizada la cesárea la madre regresará a su habitación a descansar, generalmente acompañada por el pequeño. Durante las siguientes horas puede estar molesta y somnolienta debido a que quedan restos de anestesia en su cuerpo. Para eliminarlos ha de orinar, algo que puede ser molesto si tiene la sonda aún puesta. Al vaciar la vejiga se facilitará que el útero recupere su tamaño habitual, el previo al embarazo. Es habitual pérdidas de sangre durante los días posteriores a la cesárea.
Para favorecer la recuperación se recomienda no permanecer en la cama todo el día y comenzar a andar, primero con pequeños pasos por la habitación y luego paseos por el pasillo. Nada de acciones arriesgadas que puedan abrir los puntos, lo que se trata es de ayudar al cuerpo a que se recupere volviendo a la actividad poco a poco.
Se puede dar el pecho tras la cesárea
La madre puede coger al bebé en brazos, darle el pecho y estar incorporada en la cama, aunque es habitual que note molestias si el pequeño se coloca sobre los puntos o ejerce alguna presión en la zona abdominal. Bastará encontrar la postura que resulte cómoda tanto para la madre como el bebé.
La cesárea no impide la lactancia en ningún momento y es recomendable que la madre empiece a darle el pecho cuanto antes para que se vaya creando esa relación con el bebé. La subida de la leche se producirá de cualquiera de las maneras.
Cuidados en casa tras el parto
Una vez la madre recibe el alta hospitalaria en casa deberá seguir con reposo e ir recuperando su ritmo habitual poco a poco. Depende de cada caso pero lo normal es que durante los dos primeras semanas se prolongue ese reposo.
Eso supone no hacer esfuerzos ni actividad alguna que pueda hacer que los puntos se abran. Así están descartadas las tareas domésticas, hacer ejercicio, subir escaleras... La madre puede atender al bebé pero siempre contando con el apoyo de otras personas para las tareas que le resulten dolorosas o no se vea aún capaz.
Cuidado de la cicatriz de cesárea
Durante este tiempo de reposo en casa deberá acudir al médico para realizar revisiones y comprobar que todo va bien. Es especialmente importante que vigile los puntos e informe de cualquier anomalía como infecciones, sangrados, fiebre o dolores fuertes.
Es habitual que las mujeres que han tenido una cesárea noten molestias en la cicatriz en los días sucesivos. La zona donde le han dado puntos está tirante y pica, puesto que los tejidos se están reconstruyendo. Es una buena señal.
La cicatriz debe mantenerse limpia, usando agua y jabón, y seca después de ducharse. Con darle pequeños golpes con una toalla bastará, no hay que restregar y provocar la apertura de alguno de los puntos. En los primeros días estará tapada por un gasa, para evitar infecciones, y después se dejará respirar, favoreciendo la cicatrización.
Por lo demás, basta seguir las recomendaciones que haya dado el equipo médico y en menos de dos semanas es habitual que le quiten los puntos. Para exponer la cicatriz al sol aún deberá esperar más, pues no se recomienda hacerlo hasta que haya pasado un año del parto.
Ejercicios tras la cesárea
La mujer que ha sido sometida a una cesárea debe guardar reposo, pero esto no significa que deba estar inmóvil o encamada. Desde que regresa a su habitación del hospital es recomendable que mueva brazos y piernas en la cama, para evitar trombosis.
Cuando se encuentre mejor se recomienda que haga el reposo sentada en una silla o sillón que le resulte cómodo y no permanezca durante muchas horas en la cama, aunque precise tiempo para descansar. Para recuperar la rutina lo mejor es empezar con pequeños paseos e ir incorporando otro tipo de actividades más adelante, de manera gradual. Por lo que se refiere a ejercicio abdominal no podrá hacer ninguno hasta que le hayan retirado todos los puntos de la cesárea.
Toda actividad y esfuerzos que realice han de ir acordes a su recuperación y siempre siguiendo las recomendaciones que haga su propio médico.