La conversación que puedas tener con tu bebé nada tiene que ver con la conversación que puedas tener con tu pareja... aunque hay cosas que sí puedes decir a más personas y no solo a tu bebé, hay otras, ¡que es mejor solo dedicar a tu pequeño paquete de alegría! Es necesario aprender a hablar con tacto y saber diferenciar los comentarios que son apropiados de las palabras que podrían hacerte sentir mal a ti o a otros.
A continuación vamos a decirte algunas cosas graciosas que puedes decir a tu bebé, pero, ¡ojo! Es mejor que no le digas a tu pareja... ¡o habrán malentendidos!
Ya se acabó el tiempo de la teta
Si eres como todas las mamás del mundo esta frase la dirás en algún momento, para sacar del pecho a tu bebé cuando haya acabado de alimentarse. Pero, si le dices esta frase a tu pareja, quizá no entienda muy bien qué quieres decir... ¡se desteta al bebé no a la pareja!
Oh... ¡mira que bonita papada!
Estas son palabras que ninguna mujer quiere ni necesita escuchar, ¡ni tampoco ningún hombre! Las papadas son adorables en los bebés, ¡pero los adultos no quieren escuchar esta frase nunca! Los adultos queremos tener un cuello largo y bonito, ¡nada más!
¡Me encanta ver esta linda caca que acabas de hacer!
A ninguna madre le gusta que su bebé esté estreñido, por lo que cuando hace caca al fin es una fiesta para todo el mundo... Pero si se lo dices a alguien adulto es probable que no entiendan bien a qué te refieres. Las cacas de tus bebés son preciosas pero es mejor que no hables de las cacas de los adultos, ¡resulta desagradable solo de pensarlo!
¡Qué calva más graciosa tienes!
A los pequeños bebés es bastante habitual que por el roce del colchón al dormir se les formen pequeñas calvas en la cabeza. Estas calvas son temporales y a medida que crece el pelo y se fortalece irán desapareciendo. En cambio, si tu pareja tiene calvas... ¡mejor no le digas nada al respecto porque podrías afectar a tu autoestima! Es muy bonito en los bebés pero es posible que a tu pareja no le guste tanto este comentario de su envejecimiento inevitable. En lugar de comentar sobre su pérdida de cabello, quizás felicítale por lo "inteligente" y "maduro" que se ha vuelto su apariencia.
Por favor, ¡nunca crezcas!
Esto nunca le digas a tu pareja... Porque a pesar de que decirlo a tu bebé es algo normal porque todos los padres queremos que nuestros hijos sean preciosos y dulces... por muy inmaduro e infantil que sea tu bebé, ¡no debe serlo tu pareja!
¡Has cogido peso!
Todos los padres quieren que su bebé suba de peso de manera saludable, pero nunca escuchará a una mujer jactarse de que está en un percentil mayor al que le corresponde. ¡No elogies a tu pareja por subir de peso! De hecho, es mejor que nunca menciones si ha subido de peso...
¡Qué muslos más rollizos tienes!
Lo mismo que ocurre con el peso, decirle a un bebé que tiene unos muslos rollizos está bien y además es adorable, ¡dan ganas de pegarle un bocado en cada pierna! Pero no es necesario que le digas esto a un adulto... puede crear una confusión conversacional que genere molestos malentendidos.
Antes de hablar sobre los muslos blandos de tu pareja, si no quieres dormir en el sofá, lo mejor será que pienses una frase bonita para contrarrestar esta frase hiriente hacia su autoestima. El cuerpo de tu pareja quizá no esté en su mejor momento, pero resulta más interesante hacer comentarios constructivos, ¡y no tan destructivos! ¿Ya sabes qué frases son mejor no pronunciar en presencia de un adulto?