Disciplinar a los hijos no es una tarea fácil y quien te diga lo contrario, te está mintiendo. Es un trabajo que se hace mejor en equipo y que es la propia experiencia la que te aporta realmente un conocimiento sobre lo que es mejor o peor para tus hijos. Cuando se cría en pareja ambos padres deben ir por el mismo camino para hacer lo mejor por y para sus hijos.
Las parejas, son dos personas diferentes, con diferentes experiencias, antecedentes e historias personales... por lo que es natural que los padres no siempre estén de acuerdo con las elecciones o estilos de crianza que tienen sus parejas. Si esto te ocurre y siempre estás discutiendo con tu pareja porque tenéis visiones diferentes sobre el estilo de crianza, entonces es necesario que converséis para poder ir juntos por el mismo camino, por el bien de vuestros hijos. ¡Así es cómo podéis conseguirlo!
Estableced objetivos comunes
Para poder establecer objetivos comunes tendréis que plantearos las siguientes preguntas:
- ¿Qué se quiere lograr con las medidas disciplinarias?
- ¿Queréis que los hijos escuchen mejor?
- ¿Quieres que recoja sus juguetes?
- ¿Que conteste bien y hable con respeto?
Haceros las preguntas que sean necesarias, las de más arriba solo son un ejemplo para poder establecer los objetivos necesarios. Después habla sobre cómo quieres lograr ese objetivo y de cómo podréis hacerlo juntos. Podréis establecer estrategias conjuntas para poder conseguir los objetivos comunes en la crianza de los hijos como por ejemplo:
- Cuadros de comportamiento
- Uso del tiempo de espera
- Pérdida de privilegios
- Consecuencias pactadas previamente
- Advertencias
Hablad sobre lo que sí que va bien
Es posible que no estés de acuerdo con algo en este momento, pero es importante que siempre te recuerdes a ti mismo y especialmente cuando no vais por el mismo camino, que hay cosas que sí que funcionan. Quizá a tu hijo le gusta ayudar a los demás o se esfuerza por acabar su tarea a tiempo... Quizá tenga problemas académicos pero de comportamiento va fenomenal. Sea lo que sea lo que importa es que elogies el trabajo que hace tu hijo que reconozcas que estáis criando a unos niños maravilloso.
Mantén una postura respetuosa sobre el punto de vista de tu pareja
Escucha sin interrumpir y realmente piensa en lo que él o ella está diciendo. Si es necesario, acepta tomar un descanso en la conversación para que ambos podáis tener tiempo para pensar en lo que el otro está diciendo. Nunca socaves lo que tu pareja te intenta decir. Cuando uno de los padres critica al otro frente a los niños o socava su autoridad, envía mensajes contradictorios y poco saludables a los niños y diluye la autoridad y la eficacia de ambos padres. Incluso si no estás de acuerdo con la decisión de tu pareja, debes ser respetuoso y trabajar con él/ella para poder hacer un buen cambio sin meter a los niños por medio.
No discutas delante de los niños
Tus hijos necesitan orientación y disciplina, pero sobre todo necesitan ejemplo. Por eso, es muy importante que no discutas nunca delante de tus hijos o solo aumentarás los problemas que tenga haciéndole sentir inseguro, enfadado, con ansiedad y muy molesto. Para que la disciplina sea efectiva, tus hijos necesitan una base de confianza, paz, calma y seguridad. Discutir frente a tu hijo solo conducirá a todo lo contrario que deseas ver en él.
Piensa lo que hay detrás de cada estrategia de disciplina
Los padres a menudo toman decisiones sobre la crianza de los hijos y la disciplina en función de sus experiencias personales de la infancia. Podría ser que tu pareja haya sido azotado cuando era niño y él lo considera una forma efectiva de disciplina y cree que los padres que aman a sus hijos deben golpearles... Por supuesto esto no es así ni tampoco es tolerable. También puede que uno de los padres sienta gran inseguridad en la disciplina y le da miedo que si aplica consecuencias su hijo deje de quererle. Es necesario abordar todos estos problemas por el bien de los hijos.
Si no os ponéis de acuerdo de ninguna de las maneras, será importante que acidáis a un terapeuta familiar para que os oriente.