La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que puede aparecer durante el embarazo, más frecuentemente en personas con factores de riesgo. No significa que previamente se padeciera esta enfermedad, tan sólo que durante el embarazo, los niveles de azúcar en sangre de estas madres, son más elevados de lo deseado. La mujer embarazada puede lograr controlar estas cifras siguiendo una dieta especial y realizando ejercicio regular adaptado al embarazo. En otros casos es necesario recurrir a tratamiento con insulina o medicamentos.
Dado el delicado equilibrio que se vive durante el embarazo y los cambios que el cuerpo de la mujer, debe hacer para adaptarse a la nueva vida que crece en su interior, todas las mujeres tienen riesgo de padecer diabetes gestacional a lo largo del embarazo. Es por ello, por lo que se harán pruebas específicas durante los nueve meses para descartar que aparezca y para tratarla lo antes posible, evitando así complicaciones. Este control ayuda a evitar un parto difícil y a mantener al bebé y a la madre saludables.
Qué es
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que sólo se desarrolla durante el embarazo. Alrededor del 2-10% de las futuras madres la desarrollan, considerada uno de los trastornos más comunes del embarazo. En ocasiones las células de la mujer embarazada no responde bien a la insulina debido a los cambios hormonales.
Para la mayoría, su cuerpo reacciona produciendo más insulina, en otras mujeres esto no ocurre, y por lo tanto los niveles de azúcar en sangre se elevan. Es entonces cuando aparece la diabetes gestacional. En la mayoría de los casos desaparece cuando el bebé nace, pero estas mujeres tienen más riesgo de que aparezca en embarazos posteriores y de desarrollar diabetes tipo 2 con el tiempo.
Existen mujeres que tienen más riesgo de padecer diabetes gestacional, son consideradas grupo de riesgo y deberán tener más cuidado con la dieta y llevar un control más estricto por su especialista. De este modo evitan que aparezca la enfermedad, pues tener alguna de estas características no implica que desarrolles diabetes en el embarazo, tan sólo aumente las posibilidades.
La edad de la madre, este factor de riesgo aumenta a medida que envejece, especialmente para las mujeres mayores de 35 años de edad. Antecedentes familiares de diabetes. Tener hipertensión arterial. Obesidad previa al embarazo. Previamente padeció diabetes en anteriores embarazos o dio a luz a un bebé de más de 4kg.
Síntomas y diagnostico
Una de las características de este trastorno es que generalmente la mujer no desarrolla síntomas o éstos son muy leves. Algunas mujeres pueden experimentar aumento de sed, incremento de las micciones, nauseas y vómitos, infecciones frecuentes de vejiga o vagina, fatiga, pérdida de peso a pesar del aumento de apetito o visión borrosa.
Como los síntomas son tan inespecíficos y ninguna mujer está exenta de desarrollar diabetes gestacional, existen unos protocolos que se realizan a lo largo del embarazo, para descartarla. Esta diabetes comienza durante el segundo trimestre. Por lo general, durante el quinto o sexto mes se realiza la prueba para detectarla. El test consiste en tomar una bebida azucarada especial y realizar después una analítica de sangre. Existen distintas variantes de esta prueba diagnóstica, por lo que será el médico el que determine según cada caso, cuando realizarla y qué pruebas deben hacerse.
Riesgos durante el embarazo y tras el parto
El principal problema de este trastorno y por lo que requiere una vigilancia más estrecha, es que aumenta el riesgo de diversas complicaciones obstétricas como son: sufrimiento fetal, macrosomía, muerte intrauterina, partos por cesárea y problemas neonatales. Si has sido diagnosticada de diabetes gestacional tu médico realizará un control más estricto durante los últimos 2 o 3 meses, para vigilar tu salud y la del bebé.
El azúcar elevado en la sangre llega al niño y por ello estos bebés engordan mucho, fenómeno conocido como macrosomía. Si el bebé es muy grande el parto vaginal puede ser más difícil o precisar cesárea. Además estos niños tienen más riesgo de ser obesos en la infancia y edad adulta. Por su parte la madre tiene más riesgo de desarrollar pre eclampsia, sobre todo si tenía sobrepeso previamente o si los niveles de azúcar no están bien controlados.
Al momento del nacimiento, estos bebés han desarrollado un páncreas acostumbrado a trabajar con niveles altos de azúcar en sangre, que le llegan de su madre, por lo que tras el alumbramiento su cuerpo debe adaptarse a vivir sin ese aporte extra de azúcar, por ello es frecuente de realicen episodios de bajadas de azúcar, conocidos como hipoglucemias. Así que necesitan durante las primeras horas de vida un vigilancia más estrecha y un control de síntomas de hipoglucemia, pues aunque es fácil de corregir tienen riesgos para el bebé.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son mantener los niveles de azúcar (glucosa) dentro de los límites normales durante el embarazo y asegurarse de que ambos tengan una buena salud. Una dieta sana y mantenerse activa son dos de las medidas más importantes para controlar la diabetes gestacional. Actividades como caminar o nadar, son muy beneficiosos. Lo ideal es que sea tu médico o matrona quién te aconseje que tipo de ejercicios son más adecuados para ti dependiendo del mes de gestación y tu situación.
Todas las mujeres con diabetes gestacional necesitan seguir un plan de alimentación especial para diabetes. Lo normal es que sea un plan dietético adaptado a tu situación, por lo que será tu médico, o un nutricionista quien te dé las pautas a seguir. Los planes de alimentación para la diabetes se basan en reglas sencillas como: cuidar el tamaño de las porciones, comer equilibradamente, limitar la ingesta de grasas, el aporte de carbohidratos debe ser a través de azúcares de absorción lenta (pan, cereales, pasta, arroz...), tomar fruta y verdura todos los días y restringir las bebidas azucaradas y la bollería; especialmente la industrializada.
Es importante cuidar el aumento de peso durante el embarazo. Será tu médico quien te indique cual sería el aumento de peso correcto para cada mujer dependiendo de su salud. La mayoría de las mujeres pueden controlar su diabetes gestacional siguiendo un plan de alimentación específico y siendo más activas. Otras necesitarán tratamiento farmacológico o terapia con insulina, si la dieta y el ejercicio no funcionan.
Independientemente del tratamiento a seguir, será necesario durante el embarazo realizar un seguimiento de las cifras de azúcar en sangre a lo largo del día para conocer los resultados. La forma más común consiste en pinchar el dedo y colocar una gota de sangre en un aparato con una tira reactiva, en la pantalla saldrá una cifra (glucemia). Será el médico el que te facilite el aparato y las pautas a seguir para tu control si considera que necesitas vigilarte con frecuencia, en otros casos es posible que no llegues a necesitar un control diario.
Si la diabetes gestacional no se trata adecuadamente puede tener consecuencias muy serias en tu salud y en la del bebé a corto y largo plazo.