Cigoto, embrión y feto son las diferentes etapas del desarrollo que atraviesa nuestro bebé durante la etapa prenatal. Sin embargo, en el día muchas veces se utilizan indistintamente lo que lleva a que no tengamos claro cuándo se produce cada una y cuáles son sus características distintivas. En este artículo repasaremos de forma sencilla las diferentes etapas para reconocer estos tres conceptos si no se tienen conocimientos básicos de reproducción.
La formación del cigoto
El cigoto (zigoto o célula huevo) es el primer estadio de desarrollo, comienza en el mismo momento en el que se produce la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide. En ese momento se constituye una única célula (que mantiene el tamaño del óvulo) y que contiene el material genérico al completo. Este material genético se encuentra en el núcleo celular y está conformado por 46 cromosomas (23 de cada uno de los progenitores).
Desde la trompa de Falopio, donde se produce la fecundación, el cigoto se desplaza hasta el útero donde se implanta para dar comienzo al embarazo. Durante el camino al útero, se inicia la división de la célula dejando ya de llamarse cigoto y pasando a ser un embrión de día 2 (ya con 4 células).
El desarrollo del embrión
Esta etapa comienza el segundo día tras la fecundación hasta la semana 8 de gestación. Los cambios en esta etapa son enormes : se multiplican las células, aumenta de tamaño y se producen muchos cambios celulares.
La división de las células y el ritmo al que esta se produce se denomina morfocinética. Existe mucha variabilidad en el desarrollo pero sí hay ciertos patrones que marca que el embrión es de buena calidad.
Detalladamente el embrión se desarrolla de la siguiente forma:
- Día 2 (de desarrollo) : lo más común es que haya 4 células simétricas de tamaño similar.
- Día 3: el embrión es excelente si contiene 8 células simétricas.
- Día 4 o estado de mórula: el embrión ya está formado por un número muy elevado de células.
- Días 5-6 : el embrión se denomina blastocito y aparecen dos tipos de células: los trofoblastos o trofoectodermo (que darán lugar a la placenta) y la masa celular interna.
- Días 7-8 : el blastocito llega al útero y tiene lugar la implantación en el endometrio del útero.
- Día 14 en adelante : aproximadamente en el día 14 tras la fecundación se termina la implantación del blastocito en el útero y comienza un desarrollo vertiginoso que desemboca en la etapa de feto.
A lo largo del primer mes de vida del embrión se produce la gastrulación o formación de las capas embrionarias (germinales): ectodermo, mesodermo y endodermo. Estas darán los diferentes tipos de tejidos.
Es común que tras la implantación embrionaria la gestante comience a sentir los primeros síntomas de embarazo relativos al desajuste hormonal que provoca este proceso. Estos pueden ser náuseas, vómitos, pesadez, cansancio o ligeros mareos.
El feto
Como ya hemos señalado, en la semana número 8 de gestación concluye el periodo embrionario y comienza la etapa fetal. Es característico en el primer mes de vida fetal que la proporción corporal sea diferente y la cabeza ocupe mucho más volumen que el resto del cuerpo. A medida que avanza el tiempo, el nuevo ser vivo va adquiriendo unas proporciones cada vez más cercanas a las que serán las definitivas en el momento del parto.
El nivel de especialización celular ya es elevado, lo que conlleva que se formen los diferentes tipos de tejido celular y que comiencen a funcionar los diferentes órganos (como el cerebro, el hígado o los riñones).
Esta es la etapa más duradera del desarrollo durante la gestación (de la octava hasta las semanas 38-40), ya que abarca hasta el momento del parto donde el feto pasa ya a denominarse bebé.