Los padres siempre quieren que sus hijos tengan éxito en la vida y sobre todo, que se sientan felices y apoyados todo el tiempo. La personalidad de los niños se empieza a labrar desde que son pequeños y tiene un poco de genética y mucho de lo que sucede en su entorno más cercano: las experiencias y el amor que reciban de sus seres queridos. Hay niños con personalidades más extrovertidas, otros son más introvertidos... pero todos son niños con ganas de disfrutar de la vida.
Cuando un niño es introvertido es una característica de su personalidad que le hace ser feliz así y no necesita que les digas que salga con otros o que vaya a fiestas. Cuando un niño es tímido, la cosa cambia, porque nada tiene que ver la timidez con la introversión. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿La introversión y la timidez en qué se diferencian exactamente?
Si eres padre o madre y estás preocupado
Quizá eres padre o madre es posible que te sientas preocupado si tu hijo/a no tiene muchos amigos y pasa demasiado tiempo solo/a en su habitación. Es posible que no te parezca que sea infeliz pero no puedes evitar el preocuparte por él/ella... sobre todo si el maestro te dije que no socializa bien con los demás niños y niñas de su edad.
Quizá tengas dudas y creas que tu hijo es tímido y sólo le faltan habilidades sociales, pero ¿y si es una persona introvertida? ¿Sabes cuáles son las diferencias entre un término y otro?
No es lo mismo
Ser tímido o introvertido no es lo mismo aunque lo parezcan. Un niño (o persona adulta) que es introvertida es capaz de disfrutar de su tiempo en soledad y necesita estar a solas un tiempo después de pasar tiempo social con otros. Una persona tímida no necesariamente quiere estar solo, pero no tiene las habilidades sociales suficientes para hacerlo con éxito y esto le causa miedo a interactuar con los demás.
Por ejemplo, un niño introvertido podrá disfrutar de estar en su dormitorio leyendo un libro mientras otros niños juegan en el parque, mientras que el niño tímido querrá unirse a los niños en el parque pero se quedará en su dormitorio porque tiene miedo a unirse a ellos.
A un niño tímido se le puede ayudar a superar su timidez, pero un niño introvertido es así por su personalidad y naturaleza, no se podrá cambiar como tampoco cambiará el color de ojos o su color de piel.
No todos los introvertidos son tímidos
No todos los niños introvertidos son tímidos. De hecho, hay personas introvertidas que tienen excelentes habilidades sociales que sólo utilizan cuando lo consideran oportuno. Pero después de participar en actividades sociales, una persona introvertida querrá estar a solas para poder recargar de nuevo su energía y sentirse bien emocionalmente de nuevo.
En cambio, una persona tímida necesitará desarrollar las habilidades sociales por lo que un niño tímido puede tener problemas de autoestima a causa de sentir inseguridad e incluso miedo ante las situaciones sociales. Pero un niño tímido que recibe ayuda y apoyo suficiente, puede aprender habilidades sociales y ser más extrovertido, algo que le ayudará a mejorar su autoestima y la confianza en sí mismo. Por otro lado, los introvertidos pueden aprender estrategias de afrontamiento sin problemas para hacer frente a situaciones sociales, pero siempre serán introvertidos.
Cómo puedes ayudar a tu hijo/a
Si tu hijo es introvertido, lo primero que deberás hacer para poder ayudarle es reconocer que la introversión no es ningún trastorno del comportamiento y que no requiere tratamiento ninguno. En este sentido , si tu hijo está feliz siendo introvertido, no necesita ningún tipo de ayuda, sólo tendrás que asegurarte que tu hijo/a sea un niño/a feliz, saludable y que se sienta bien cada día, es decir, que sea un niño emocionalmente estable.
Lo mejor que puedes hacer por tu hijo es entender qué es la introversión y aceptar que es un rasgo de la personalidad de tu hijo totalmente normal. Acepta tal y cómo y que no es la persona que te gustaría que fuese, es cómo es y así le debes aceptar. Tu casa no podrá llenarse de amigos de forma habitual porque a tu hijo le drena la energía. Acepta a tu hijo/a y disfrutar de pasar tiempo con él, así mismo, permite que pase tiempo a solas si es lo que desea . Acepta que tu hijo tiene pocos amigos, acepta que son cercanos y valora que son amigos de verdad y que si tu hijo confía en ellos es porque realmente son buenos amigos.
Si puedes aceptar todos estos rasgos, entonces no será necesario que presiones a tu hijo/a para que participe en actividades sociales porque sabrás que es algo que le hace sentir incómodo y que si quiere participar, le saldrá de él mismo hacerlo. También es importante que proporciones un poco de tiempo a tu hijo para que realice actividades sociales con sus amigos si es lo que quiere hacer y también respeta cuando quiera pasar tiempo a solas aunque sea haciendo actividades en solitario como ir al cine (cuando tenga la edad suficiente). Si sois unos padres introvertidos, le entenderéis, pero si sois extrovertidos, entonces tened en cuenta que el amor y la comprensión no os puede faltar.
En cambio, si consideras que tu hijo puede ser tímido y que no es introvertido, entonces quizá le has visto sufrir por no relacionarse con otros niños de su edad. En este caso, puedes potenciar actividades con niños de su edad y apuntarle a actividades extraescolares en actividades que le gusten y que se le den bien. Invita a amigos a casa para que jueguen juntos y dales consejos para que pueda relacionarse adecuadamente.
Si ves que le cuesta demasiado o que incluso siente ansiedad social, entonces lo mejor será acudir a un/a especialista de la psicología que le enseñe estrategias y potenciar sus habilidades sociales. De esta manera podrá tener más seguridad en sí mismo y sentir la confianza necesaria para aprender a relacionarse con los demás y mejorar sus relaciones interpersonales.