Cuando se afronta un segundo y siguientes embarazos, las mujeres por lo general se plantean dos cosas fundamentales: ¿lo podré afrontar mejor al haber pasado previamente por esta experiencia? y, ¿en qué cambia? Probablemente la respuesta a estas preguntas retóricas dependerán de cómo de positivo o negativo haya sido la experiencia de embarazo previa. En este sentido, la madre con un primer embarazo previo donde todo ha cursado con normalidad probablemente se sienta animada y emocionada a la hora de afrontar el segundo. De lo contrario, si su primera experiencia ha sido negativa y acompañada de complicaciones, es normal que muestre intranquilidad, mayor miedo e inseguridad.
Sea como sea, nunca hay dos embarazos iguales, tanto en el sentido emocional como físico. Vamos a analizar aquellas ventajas que supone para padres no primerizos el hecho de haber pasado ya por esta experiencia y aquellas cosas que podrían cambiar.
Qué diferencias hay entre el primer embarazo y los siguientes
Si el segundo o siguientes embarazos se producen cuando los hermanos son pequeños es probable que se afronte con más cansancio y estrés, puesto que ya no solo es afrontar los desafíos propios de la gestación, si no los familiares. Es posible que surjan sentimientos de culpa al sentir que no estás atendiendo lo suficiente a los niños o que no te estás cuidando lo suficiente durante el embarazo. Las mujeres que se enfrentan a una segunda gestación suelen encontrarse más fatigadas y cansadas durante el embarazo, pero esto se debe a que tienen menos tiempo para descansar y relajarse.
Es posible que la panza se note mucho antes que en el primer embarazo y que el bebé comienza a moverse varias semanas antes respecto al primero. Si con el primer embarazo, hasta el quinto mes aproximadamente no se notaba, ahora será más evidente transcurridas las primeras 12 semanas de gestación. Los músculos abdominales están más distendidos y se adaptan más rápido al crecimiento del bebé.
Aunque la barriga crece antes, no necesariamente la mamá pesa más. Es más, se ha visto que multíparas tienen un incremento de peso menor que las madres primerizas, lo cual no afecta al peso del bebé: es más frecuente que el segundo hijo pese más que el primero al nacer.
Los síntomas propios del embarazo también aparecerán antes (nauseas, vómitos, cansancio, somnolencia...). También, es posible que el dolor en las articulaciones de la pelvis aparezca más temprano y con más intensidad que en el primer embarazo. Con cada embarazo aumenta la presión en las coyunturas, por lo que tendrás que cuidar mucho la postura del cuerpo.
Si has sufrido alguna enfermedad durante tu primer embarazo (como diabetes o colestasis intrahepática) es posible que vuelva a aparecer. Asimismo, si has sufrido preeclampsia, es posible que vuelva a aparecer. Por lo contrario, si no la has sufrido en el primer embarazo, hay muy pocas probabilidades de que en este aparezca.
Si se trata del tercer o cuarto parto por vía vaginal, es más difícil que el cuello del útero se mantenga cerrado hasta el final en la gestación, y el bebé nacerá antes.
Como para todo, siempre hay una primera vez y aunque el amor hacia todos los hijos siempre es incondicional e intenso, la primera experiencia de embarazo no deja de ser mucho más intensa emocionalmente.
Ventajas de los padres no primerizos
Si ya hemos tenido otros embarazos previos, tenemos las siguientes ventajas:
- A veces, en los siguientes embarazos no se producen nauseas, aunque no siempre pasa. Es posible que, como en el anterior embarazo, aparezcan varices, hemorroides o incontinencia urinaria. Sin embargo, ya estarás entrenada para afrontarlo y tratarlo.
- Ya conoces los cambios del cuerpo, las posibles enfermedades que pueden aparecer y sabrás cómo actuar.
- Al haberlo vivido, ya conocerás la dieta a seguir y las precauciones alimenticias.
- También conocerás los cambios emocionales que acompañan al embarazo, los miedos, inquietudes y ansiedades. Ahora que conoces la causa conviene que los abordes de una manera racional con las personas del entorno y con tu médico o psicólogo. Con más motivo si la primera experiencia de embarazo fue muy negativa.
- Las multíparas dilatan más rápido, tienen menos complicaciones durante el parto y hacen un menor uso de la analgesia y epidural.
- Por lo general, el parto es más corto (una media de cinco horas menos), pero supone una mayor probabilidad de parto espontáneo (un 30% más), menor pérdida de sangre y menos prácticas de episiotomía.
- Las mujeres que ya han sido madres padecen menos las consecuencias psicológicas del periodo posparto en sucesivos embarazos.
- Se sufre menos estrés y menos preocupación por cómo se desenvolverán en su papel como padres.
Cómo afrontan los niños la llegada de un hermanito
Dependiendo la edad que el niño tenga cuando llega el nuevo bebé a la familia, la experiencia para éste será muy distinta:
- De 10 y 18 meses: No será consciente. Habrá gran compenetración entre hermanos cuando crezcan debido a que compartirán el desarrollo cognitivo, las vivencias y los cambios físicos propios de la edad, juntos.
- De 18 a 36 meses: el pequeño fija su personalidad y aparece la negación y la rebeldía. Los celos estarán muy presentes. A medida que va creciendo, se da cuenta que su hermano es un aliado y no un competidor por el cariño de sus padres y los juguetes.
- De 3 a 5 años: la "amenaza" será menor, ya que a esta edad el niño comienza a ser independiente emocionalmente.
- A partir de los 5 años: compartirán menos momentos de infancia y puede que su relación sea menos afectuosa y más distante. Pero el mayor sentirá menos celos y le gustará cuidar del bebé.
Para abordar con los niños la llegada de un nuevo hermanito dedícale tiempo, déjale claro que se le va a querer tanto o más que hasta ahora y que la llegada del nuevo bebé supondrá aún más amor hacia los dos. Involúcrale en los planes de la llegada del nuevo bebé (decoración de la habitación, compras...), explícale lo importante que va a ser su ayuda para la familia, ten paciencia ante su reacción y trata de comprenderle. Proporciónale toda la información posible sobre el día del parto (con quién se quedará, cuándo conocerá a su hermanito, etc.)