Cuando te divorcias es un proceso difícil y delicado para todos. Tú lo pasas mal porque te separas de la persona con la que habías hecho un compromiso de vida... Pero los niños también lo pasan mal, incluso peor, porque la estabilidad de su hogar, sus padres, se divorcian y ya no vivirán juntos nunca más, incluso puede que no quieran ni verse. Todo esto puede desestabilizar internamente a los niños y que tengan problemas de conducta. ¿Necesitas disciplina en estos casos?
La disciplina es necesaria, aunque también seas un poco flexible teniendo en cuenta la delicadeza de la situación. Disciplinar a los niños después de un divorcio plantea muchos desafíos. Después de todo, el divorcio es estresante para todos y es normal que los niños muestren un mayor problema de comportamiento cuando sus padres se separan.
Ser padre soltero o madre soltera, incluso en las mejores circunstancias no es fácil. Sin nadie más que lo asuma o respalde, disciplinar a los niños por tu cuenta es una gran responsabilidad. Otros problemas, como las batallas de custodia, pueden hacer que la vida después de un divorcio sea especialmente complicada... y los nervios estén cada día a flor de piel.
Pensar de nuevo en las reglas
Es necesario volver a pensar en las reglas del hogar después del divorcio porque ahora ya no estaréis los dos progenitores, ahora solo estarás tú. Dedica qué reglas quieres mantener y cuáles prefieres cambiar. Como padre o madre soltero/a es posible que necesites ser más estricto en algunas áreas y más relajado en otras. Por ejemplo, puedes decidir ser más consistente con la hora de acostarse pero más relajado en la hora de asegurarte de que las habitaciones se limpien todos los días. Todo depende de cuánto puedas asumir de manera realista cada norma.
Las reglas no necesitan ser exactamente las mismas que las de los otros padres. Los niños se ajustan bastante bien a diferentes reglas en diferentes entornos. Al igual que hay reglas diferentes en casa en comparación con la escuela, pueden adaptarse a las diferentes reglas en la casa de cada padre.
Tendrás que prepararte para escuchar cosas como: "Pero en la casa de papá podemos quedarnos despiertos hasta el momento que queramos" o "Mamá no nos obliga a comer todas nuestras verduras". Responde con suavidad a que en tu casa son unas reglas y en casa del otro progenitor pueden ser otras.
Las consecuencias deben ser claras
Tendrás que estar preparado/a para los problemas de comportamiento porque posiblemente se incrementen, como las llamadas de atención o los comportamientos regresivos. Tendrás que prestar atención también a los comportamientos que puedan indicar que tu hijo necesita ayuda profesional para lidiar con el divorcio.
Decide qué usarás para las consecuencias positivas y negativas en cada caso y prepárate para que los niños prueben las reglas y te pongan al límite, porque lo harán. Por esto, las consecuencias deberán estar claras y deberás ser consistente a la hora de aplicarlas. A menudo, después de un divorcio, los niños realmente quieren ver si eres capaz de controlar su mal comportamiento, de manera inconsciente es una forma de asegurarse de que a tu lado pueden estar. Seguros y bien protegidos todo el tiempo, que saben que pueden contar contigo para la guía en la vida.
Si ocurre un problema de comportamiento en tu casa, la consecuencia debe tener lugar en tu casa. Si tu hijo se porta mal justo antes de ir a la casa del otro padre, déle la consecuencia cuando regrese a tu casa. De vez en cuando, los padres llegan a un acuerdo en el que el otro padre acepta cumplir las consecuencias. Esto significaría que si un niño pierde sus privilegios de tablet durante 24 horas antes de ir a la casa del otro padre, el otro padre llevaría a cabo esa consecuencia. En realidad, muchas familias no hacen esto por la mala comunicación que suele haber entre los padres que se han divorciado.
Una disciplina consistente
A veces los padres evitan disciplinar a los niños porque se sienten mal después de hacerlo. En realidad, los niños necesitan esta disciplina constante para sentirse seguros, sobre todo cuando también tienen problemas emocionales o se sienten estresados por los cambios que se avecinan. Los niños con estrés necesitan disciplina más que nunca a través de la disciplina positiva y la tranquilidad que los progenitores deben transmitirles en todo momento.
En este sentido, es necesario que mantengas en tu hogar una disciplina constante para que tus hijos sepan qué pueden esperar cuando estén en tu casa. Si la disciplina es inconsistente, puede ser confuso para los niños. Si tus hijos van y vienen de la casa de los padres, necesitarán saber exactamente qué esperar cuando estén en cada uno de los hogares.
¿Es posible la comunicación con tu ex?
El mejor indicador de cómo los hijos se recuperarán del divorcio es cómo se llevan sus padres durante y después del divorcio. Con suerte, ¿puedes comunicarte con tu ex pareja sobre los comportamientos de tus hijos cuando sea necesario? Por el bien de tus hijos es necesario que lo intentéis puesto que la salud emocional de vuestros pequeños dependerá en gran medida de esto.
Por ejemplo, podría ser útil saber si el padre o madre de tus hijos puede que estén preocupados por si ha surgido un problema de comportamiento en el hogar. De esta manera podríais abordarlo de manera conjunta. Podréis hablar sobre lo que puede ser o no ser útil al respecto.
Trabaja en equipo con tu ex si es posible
Los padres que trabajan juntos en la crianza de sus hijos como sin fuesen un equipo por el bien de sus hijos, sería lo apropiado, aunque no siempre es lo posible. Si son un equipo de crianza podrían tener mucho éxito en el manejo de problemas de conducta después de un divorcio. Muchos problemas de comportamiento se resuelven mejor cuando todos son conscientes del problema y se ha desarrollado un plan de manejo del comportamiento.
Si tú y tu ex pareja no pueden trabajar juntos como un equipo por una razón u otra, será mejor que te concentres en lo que puedes hacer para abordar los comportamientos en tu hogar. Mantenerte centrado/a en lo que está bajo tu control tendrá el mejor resultado para vuestros hijos.