Los padres pueden y deben disciplinar a sus hijos... es esencial para que los niños puedan crecer sanos y equilibrados, siempre y cuando se discipline de forma positiva y teniendo en cuenta las necesidades físicas y emocionales de los niños. Cuando se disciplina jamás se debe perder el respeto hacia los niños... el respeto y la confianza es fundamental en todos los casos.
El trabajo de los padres es enseñar a sus hijos sobre las expectativas, las reglas, la moral y los valores. Los niños necesitan que se les dé una disciplina constante para que se les enseñe lo correcto de lo incorrecto, que se los mantenga seguros y que aprendan lo que pueden y no pueden hacer.
El objetivo de la disciplina es crear un mundo ordenado, predecible, estable y divertido para disfrutar y crecer sanos. La disciplina positiva ayuda a los niños a aprender y cambiar su comportamiento. El abuso infantil puede ocurrir cuando la disciplina o los intentos de controlar a un niño se vuelven excesivos y lesionan tanto física como emocionalmente. El abuso en la disciplina infantil solo hará que los niños se rompan por dentro...
El problema de los azotes
Existe una gran controversia sobre si los padres deberían usar alguna vez la disciplina física para corregir a sus hijos. Las semillas de plantas de azotes solo crea un comportamiento violento posterior. Los cachetes nunca funcionan... solo crean sentimientos de resentimiento y rencor hacia los padres que comienzan a verles como agresores.
Sin embargo, muchos padres creen que la disciplina física puede ser una parte efectiva para corregir a un niño, si se hace correctamente. Si los padres optan por azotar a su hijo, no debe hacerse de una manera que cause daño al niño, lo viole o le cause humillación... la mejor manera de azotar, es NO azotando.
Abuso vs. Disciplina
La disciplina es una respuesta de los padres a la mala conducta específica. Un niño puede esperar que si no cumple con las expectativas, será corregido por ese motivo, es decir, por el comportamiento que ha tenido.
El abuso infantil a menudo es impredecible. Los niños que son maltratados a menudo no saben qué es lo que provocará que sus padres se enfaden. Las reglas y las consecuencias no están claras, y los niños no saben qué resultará en un ataque físico... Esto les generará miedo, confusión y mucha inestabilidad emocional.
El problema con la ira impredecible
Todos los padres se enfadan y, a veces, disciplinan a sus hijos cuando están de este modo iracundo. Pero, la mayoría de los padres tienen un sincero deseo de ayudar y enseñar a sus hijos cómo puede cumplir mejor sus expectativas.
Los padres abusivos a menudo atacan cuando están enfadados y usan el abuso físico para hacer valer su poder sobre su hijo. Cuanto más enfadado está el padre, más intenso es el abuso. En este sentido, JAMÁS hay que disciplinar a un niño cuando las emociones están desbordadas. Es necesario que los padres trabajen en su calma para poder disciplinar dentro de la disciplina positiva.
Los niños no deben tener miedo
Los padres no deben usar el miedo de pegar a sus hijos para obligarles a comportarse bien. Los niños no deben temer a sus padres, sino que deben desarrollar un respeto por sus padres y las reglas y expectativas de la familia. En este sentido, los padres deben ser conscientes de que el respeto nunca es sinónimo de miedo... el respeto solo se gana a través de la confianza y el afecto.
Abuso emocional y psicologico
El abuso infantil puede tomar otras formas más allá del abuso físico. Los padres pueden ser abusivos emocional o psicológicamente a través de los patrones como rechazar al niño intencionadamente, humillarlo, aislarlo o descuidar sus necesidades básicas. Algunos padres bien intencionados han usado formas severas de abuso psicológico que son tan dañinas como el abuso físico...