Es posible que si te estás divorciando estés metiendo a tus hijos en medio de todo el embrollo casi sin darte cuenta. No es que lo hagas a propósito pero es necesario que te des cuenta porque si continuas así, tus hijos podrían comenzar a sentirse gravemente perjudicados por tu actitud. Los niños no tienen que sentir que están atrapados entre tú y tu ex. Es un círculo vicioso que puede suceder, sí, incluso para los padres que intentan ser conscientes de lo que hacen.
Tendrás que comenzar a modificar esto tomándote el tiempo necesario para reflexionar y explicar otras formas de actuar y no poner a tus hijos en una situación tal vulnerable. Ten en cuenta estas formas en que los padres ponen a sus hijos en medio de su divorcio, casi sin darse cuenta, a sí podrás tomar conciencia y pone remedio lo antes posible.
Improvisar horarios
Los niños necesitan saber con antelación cómo será su día por ello, deberás tener muy claro cuáles son los horarios que seguiréis. Es un mal hábito que comienza de manera inconsciente, sin importar si hay o no buenas intenciones... Usar a los hijos para ajustar el horario improvisado en la crianza conjunta no es una buena idea porque pondrá a los niños en medio y les obligará a ser destinatarios de la respuesta de tu ex.
Por este motivo, es mejor que tengáis un horario establecido con antelación y que lo cumpláis para que los niños no tengan que ser destinatarios de vuestras conversaciones de crianza en cuanto al horario.
Preguntar a los niños sobre la vida del otro padre
Que tengas curiosidad es normal y no debes sentirte mal por eso... Incluso es posible que tus hijos se sientan bien de compartir esa información contigo. Pero no es la información que necesitas saber en estos momentos... esta es otra manera en que estás poniendo a tus hijos en medio sin darte cuenta, y debes dejar de hacerlo.
Si quieres saber cómo le va la vida a tu ex, habla con él/ella directamente y no involucres a tus hijos. Si no quieres hacer eso, entonces tampoco preguntes a tus hijos porque sentirán que están contando algo que no deben a escondidas de su otro progenitor.
Criticar las decisiones del otro padre
Los padres divorciados frecuentemente se juzgan unos a otros. Él no hace las cosas como tú lo harías, o quizá creas que tiene una actitud demasiado controlador/a. No importa cuál sea la razón, y sin importar cuán válidas sean tus preocupaciones, evita criticar a tu ex delante de los niños.
Ten en cuenta, también, que morderse la lengua requiere disciplina y práctica. Permite que tus hijos tengan sus propias opiniones sin que estén influenciadas con las críticas de los padres hacia los otros.
Esperar que tus hijos sepan qué necesitas
Tus hijos, al igual que cualquier otra persona del mundo, no pueden leerte la mente. No esperes que ellos sepan de manera intuitiva lo que quieres que hagan o lo que digan cuando estén con tu ex. En lugar de esto, hazles saber directamente lo que necesitas, en caso de que puedas hacerlo, porque no tienes que ponerles en medio de nada, ¡que no se te olvide!
Pero en general, puedes compartir tus necesidades en voz alta, eliminando expectativas poco realistas y dándole una oportunidad a la otra persona de que te apoye en cuanto a la crianza. Incluso, sería ideal hablar con tu ex sobre el tipo de disciplina que tendréis que dar a vuestros hijos aunque estéis en casas separadas... Porque aunque no seáis pareja, seguís siendo padres.
Elegir lo que es menos conveniente para tu ex sin tener en cuenta a tus hijos
A veces solo por las ganas de fastidiar a tu ex puede que pases por alto las necesidades de tus hijos, y esto no es tolerable en absoluto. No pongas a tus hijos en medio escogiendo opciones menos convenientes para tu ex, solo para intentar vengarte de algún modo de él/ella. Esto solo provocará problemas innecesarios con tu ex y tus hijos se encuentran en medio de la disputa.
Es necesario modelar el tratarse con respeto y cortesía. En lugar de interponerte en el camino entre tus hijos y tu ex, es mejor que abogues por mantener la paz y demostrar que eres capaz de mantener unas interacciones razonables con tu ex, pensando sobre todo en las necesidades de los niños antes que en las tuyas propias o en las de tu ex.