La necesidad de un niño de desarrollar un sentido de autonomía es particularmente fuerte cuando los niños tienen entre 1 y 4 años. Si bien los padres deben esperar que los niños pasen por etapas rebeldes similares a medida que crecen y quieren volverse más independientes, la rebelión grave generalmente ocurre al comienzo de la adolescencia, entre las edades de 9 y 13 años.
Si crees que tu hijo es demasiado rebelde, es posible que creas que estás haciendo algo mal como padre o madre, o que tu crianza no está siendo la correcta. Es posible que te recuerdes a ti obedeciendo a tus padres a ciegas cuando eras adolescentes y que no entiendas por qué tus hijos tienen ese comportamiento ahora. En realidad, es posible que tengas un recuerdo distorsionado o que simplemente tus padres te educasen bajo el miedo en lugar del respeto. En la actualidad, se intenta educar a los niños de manera que tengan un mejor pensamiento crítico y que sientan más libertad en sus decisiones.
Pero todo esto, no quita que se deba educar también dentro de normas y límites... Aunque a pesar de todo, es natural que los niños y niñas en según que edades puedan mostrar una actitud más rebelde y desafiante. No significa que tú hayas hecho nada mal en tu crianza, más bien, todo lo contrario: estás educando a niños que aprenden a ser ellos mismos y que podrán defenderse en sociedad para convertirse en personas de éxito.
Afirmando su independencia
Los niños a menudo desafían la autoridad de los adultos en la búsqueda de más independencia. Si bien sus acciones pueden ser deliberadas, la intención no es necesariamente ser mala persona o tener renconcer... tampoco tiene nada que ver con incurrir en la desaprobación de sus padres.
Desafortunadamente, los actos rebeldes de un adolescente a veces pueden conducir a un comportamiento de alto riesgo e incluso autodestructivo. Los adolescentes no quieren que se les trate como si fuesen niños y por eso los padres deben entender cuáles son los motivos para un comportamiento rebelde.
Autoafirmación
La adolescencia es una época en la que los jóvenes intentan comprender su lugar en la sociedad. Además de tratar de establecer una identidad propia, la presión de los compañeros se fortalece durante los años de escuela primaria y secundaria, lo que pone a un joven bajo más estrés. Los padres, las escuelas y las comunidades pueden ayudar a los adolescentes a desarrollar una autoimagen positiva al brindarles un apoyo continuo y participar en sus vidas.
Ser solidario
Disciplinar a una joven adolescente antes de escucharla podría hacerla sentir enfadada y rebelde. No solo tienes que hablar con tu hijo cuando desapruebes algo que ha hecho. Debes darle a un adolescente la oportunidad de explicar lo que le ocurre primero. Además, tendrás que asegurarte de avisarle cuando estés orgulloso de su persosna. Es importante hacerle saber a tu hijo que puede contar contigo para tu comprensión y apoyo, incluso cuando rompa las reglas.
Fomentar la independencia
Es posible que tu hijo no siempre haga las cosas de la manera que tú quieres, pero cada experiencia que encuentras es una oportunidad para aprender. Los niños generalmente comienzan a ejercer su independencia para cuando llegan a la mitad de primaria. A menudo, los niños actúan probando los límites.
Aunque es un instinto natural para un padre querer proteger a un hijo, ser sobreprotector en realidad puede hacer más daño que bien, ya que hacer que un adolescente se sienta incapaz puede llevarle a tener una actitud rebelde por la inseguridad que experimenta dentro de sus emociones. Darles a los niños la libertad de probar las aguas les ayuda a aprender a manejar lo que les viene en la vida.