Todos sabemos todas las utilidades que tienen los smartphone en la vida de cualquier persona. Nos facilita la comunicación, el contacto en cualquier lugar y momento con familiares, amigos e incluso con personas de cualquier parte del mundo que tenga intereses comunes con nosotros. La vida ocupada a la que estamos acostumbrados no nos permite que tengamos demasiada comunicación presencial con otras personas... pero los avances tecnológicos nos lo pone todo esto más fácil. Por si fuera poco, también nos facilita tener la información actual y de cualquier tipo a un solo clic.
Tanto avance tecnológico también puede tener consecuencia en la vida de las personas. En la actualidad, son muchos los niños de menos de 14 años que tiene un teléfono inteligente para su uso y disfrute, y en algunos casos, apenas tienen supervisión por parte de un adulto, algo que sin duda puede ponerles en peligro. Los padres deben estar atentos hacia cualquier indicio de que sus hijos están haciendo un mal uso de los smartphone para poder protegerles.
Si bien es cierto que esto ayuda a padres preocupados a tener contacto con sus hijos, los teléfonos inteligentes son psicológicamente adictivos, tanto para los adultos, como para los niños. Si no eres capaz de controlar el 100% del uso del smartphone que tiene tu hijo (que es imposible que lo hagas), entonces, tendrá efectos perjudiciales para él. Hay niños y adolescentes que dejan de comunicarse con otras personas, pierden habilidades sociales... porque están con sus smartphones en la mano día y noche.
Algunos niños están tan obsesionados que no pueden quedarse sin el smartphone, y si esto ocurre, tendrá ansiedad y malestar. Constantemente verifican los mensajes y se vuelven irritables si tienen que estar lejos de su teléfono por un período de tiempo concreto, por muy pequeño que sea. Cuando el teléfono móvil se convierte no solo en un elemento esencial para la comunicación, sino en algo que toma el control de la vida de un niño, los padres tienen derecho a estar preocupados y a poner soluciones cuanto antes.
Efectos negativos del smartphone en los niños
Peligros para la salud
Los niños están creciendo en un ambiente de radiofrecuencia que nunca antes existió en la humanidad. La radiación emitida por teléfonos inteligentes puede tener efectos adversos en los niños. Los niños absorben más del 60% de la radiación que el cerebro que los adultos.
La piel, los tejidos y los huesos más delgados de su cerebro les permiten absorber la radiación dos veces más que los adultos. Su sistema nervioso en desarrollo los hace más vulnerables a este 'carcinógeno'. Un estudio realizado en 2008 por el Dr. Gaby Badre descubrió que los niños que usaban sus smartphones experimentaban más trastornos del sueño, inquietud y fatiga que los niños que limitaban el uso del mismo. Demasiado tiempo de pantalla puede provocar fatiga visual digital, que puede incluir ardor, picazón o cansancio en los ojos.
Problemas académicos
Los niños, al igual que los adolescentes, pueden acabar siendo adictos a los teléfonos móviles. Juegan a juegos, chatean y hablan con sus amigos en sus teléfonos móviles todo el tiempo. El efecto del teléfono inteligente en lo referente a los estudios de los niños puede ser muy notable.
Los niños reducen el tiempo dedicado a la tarea. Los resultados de los exámenes se ven afectados por la mala preparación o la fatiga del uso de sus teléfonos inteligentes hasta bien entrada la noche. Incluso los niños y adolescentes ya no se divierten a lo que les gustaba antes. También pierden habilidades sociales importantes para su desarrollo.
Uso inapropiado de Internet
Ojo con esto porque es muy peligroso. El uso de teléfonos celulares puede llevar a los niños a comportarse de manera inapropiada. Pueden entrar fácilmente en los sitios que muestran contenido dañino e impactante. Esto puede provocar que el niño se sienta asustado y confundido. La exposición a este material a una edad temprana también puede provocar problemas en la imagen corporal. Enviar mensajes de texto o imágenes inapropiadas también se ha vuelto común entre los adolescentes.
Las imágenes que acaban en las manos equivocadas, dando a otros acceso a las fotos privadas puede ser un gran problema. Los niños también pueden acceder a sitios pornográficos. Es prioritario que los padres tengan un buen control parental y que eduquen a sus hijos para que tengan un uso responsable de los smartphones.
Conductas agresivas
El smartphone provoca que el cerebro de los niños y adolescentes estén ocupados todo el tiempo, sin descanso... pero de una forma improductiva y negativa. Esto les hará sentirse irritables y cansados todo el tiempo. Puede provocar que los niños y adolescentes se vuelvan violentos, agresivos e incluso que tengan un comportamiento negativo sin entender qué les ocurre. Les cuesta darse cuenta que eso tiene mucho que ves con su uso con las tecnologías.
Esto, a su vez, obstaculiza su vida social. El peor caso es que los niños dejan de comunicarse con la familia. Los niños pueden sentir la necesidad de buscar constantemente mensajes de otras personas aunque no las conozcan o se vuelven dependientes de los 'me gusta' en sus publicaciones en redes sociales porque empiezan a tener problemas de autoestima. Se vuelven irritables cuando se mantienen lejos de su teléfono inteligente llegando a tener comportamientos autodestructivos.
Sedentarismo
Otro efecto negativo que no se puede pasar por alto es el sedentario que puede ocasionar la adicción a un smartphone. El niño o niña con un smartphone en las manos no verá la necesidad de levantarse, realizar actividades cotidianas o de relacionarse con otras personas. Esto puede provocar una vida sedentaria con sus consecuencias directas para la salud: obesidad, presión arterial alta, riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares, etc.
Es deber de los padres educar a los hijos para que hagan un uso responsable de su smartphone y que si notan que sus hijos comienzan a tener cierta adicción, deberán tomar las medidas necesarias para evitar que el uso a un teléfono inteligente se vuelva un problema demasiado serio. Los niños y adolescentes deben entender tanto las ventajas, como las desventajas o los peligros del uso de un smartphone y actuar en consecuencia. Si crees que tus hijos no son lo suficientemente maduros como para tener y mantener un smartphone, entonces simplemente, que no lo tengan aún.