Si eres padre estarás acostumbrado a las pataletas y a los berrinches propios de los niños. Lidiar con el enfado de los pequeños es una verdadera prueba de fuego que no todos logran superar. Es esencial el saber a ciencia cierta cuál es la causa de dicho enfado y a partir de ahí actuar de la manera más correcta posible. Una vez que sepas el origen del berrinche es mucho más fácil corregir dicha conducta y hacer entender al niño que no ha obrado bien. No pierdas por tanto detalle de las causas que pueden provocar que tu hijo se enfade.
No consigue expresar sus sentimientos
En muchas ocasiones los niños no son capaces de expresar lo que quieren y eso hace que se frustren en exceso dando lugar a enfados y a pataletas. De esta manera logran llamar la atención del adulto. Si esta es la causa del enfado de tu hijo no debes preocuparte ya que a día de hoy existen muchas formas de ayudar a tu hijo a expresar sus sentimientos. Debes enseñarle a mostrar diferentes sentimientos y estados para que pueda expresarlos sin problema alguno y no tener que recurrir al enfado.
Necesita ser escuchado
La falta de atención y el sentirse ignorado es otra de las causas por las que un niño puede enfadarse. No hay nada peor para un niño que sus padres le ignoren y no le den importancia a lo que tiene que decir. Un padre debe escuchar en todo momento a su hijo y prestarle toda la atención posible. Es comprensible que si el niño no recibe la atención que se merece busque llamar la atención por otras vías como el enfado o el llanto.
Se siente frustrado
El sentirse frustrado es otro de los motivos más habituales de los más pequeños. Durante la primera parte de su infancia los niños quieren el centro de todo y ser los primeros. En caso contrario se enfadan en exceso por culpa de una gran frustración. Para evitar esto, es muy importante el hacerles ver que debe dejar de lado tanto ego y competir sin más junto a otros niños. No pasa nada por perder ya que lo importante es disfrutar de lo que hace. Una buena educación por parte de los padres es clave a la hora de evitar que el pequeño se enfade por sentirse frustrado.
Cansancio
En muchos niños el estar excesivamente cansados puede causar que se enfaden con mucha facilidad. Es por ello que es muy importante que los niños descansen las horas necesarias para que se puedan levantar totalmente descansados y con mucha energía. La falta de sueño y el cansancio hacen que los niños se frustren mucho más rápido además de estar mucho más irascibles y por consiguiente más enfadados.
Cuándo hay que preocuparse por el enfado de los niños
Hay una serie de casos y situaciones de enfado en los que hay que preocuparse y acudir a un profesional para su posterior tratamiento:
- El enfado del niño puede llegar a entrañar algún que otro riesgo para la integridad física de la persona.
- El comportamiento del menor hace que tenga cierta dificultad a la hora de relacionarse con otros niños.
- Se enfada con mucha facilidad y a las primeras de cambio. Se muestra muy poco tolerante y está continuamente irascible
- Muestra una gran desobediencia a los padres y los desafía de una manera constante.
En tales casos es importante el acudir a un profesional que sepa tratar al menor y evitar que dicha conducta empeore con el paso del tiempo. De no ser así, el enfado puede derivar en ciertos comportamientos realmente agresivos y violentos.