Cuando dos familias se unen, puede estar ganando hijastros junto con un nuevo esposo. Aunque esta puede ser una experiencia alegre, aprender a llevarse bien y vivir bajo un mismo techo también puede ser una aventura problemática. Tomar el proceso lentamente y escuchar a cada miembro de la nueva familia en el camino puede solidificar la nueva familia y los ánimos fríos...
Si tienes una pareja con hijos y tú también tienes hijos de una unión anterior, entonces es buena idea que no te pierdas estas claves para un ensamblaje familiar, para que se puedan unir dos familias con éxito y que todo, vaya mejor de lo que piensas ahora mismo.
Combinar el hogar
Los hijastros probablemente necesiten tiempo para recuperarse del divorcio de los padres y aceptar que sus padres nunca volverán a estar juntos. Salir con alguien por un tiempo y aumentar lentamente su exposición a los niños facilitará que sus hijastros lo acepten.
Realiza reuniones familiares antes de mudaros y abordar juntos cualquier inquietud, como las reglas del hogar, la disciplina al romper las reglas y los arreglos de vivienda para los niños. Estas conversaciones pueden aliviar la tensión y tranquilizar a los niños que están preocupados por el cambio que van a vivir casi de manera inminente.
Manejo de disciplina y argumentos
Durante los primeros meses de convivencia, los padrastros deberían dejar que solo un cónyuge maneje la disciplina de los hijos. De lo contrario, los hijastros pueden resentirse y enfadarse con un padrastro. A medida que pasa el tiempo, un padre puede cambiar lentamente la disciplina para que ambos adultos en el hogar sean responsables de la disciplina de los niños.
Mantener reglas consistentes puede desalentar cualquier preocupación de favoritismo. Si un hijastro te insulta, no alimentes el fuego ni avives las llamas. Puedes responder con: "Desearía que no te sintieras así por mí, pero con el tiempo, creo que aprenderemos más el uno del otro y nos sentiremos de manera diferente".
Ayudar a la familia a llevarse bien
Invierte tiempo y energía en tu nueva familia. Esto puede significar aprender sobre los pasatiempos de cada hijastro o supervisar las salidas familiares a parques de atracciones o salas de juego. Cualquier oportunidad que te ayude a ti o a tus hijos a conocer a tu cónyuge y a sus hijos puede fortalecer las relaciones familiares.
Saber cómo vincularse también puede significar saber cuándo dar distancia a los miembros de la familia. Algunos hijastros nunca se llevarán bien, y algunos padrastros nunca estarán cerca de sus hijastros. Alentar a todos a ser civilizados para empezar, en lugar de amigos, puede funcionar de la mejor manera. En este sentido, no merece la pena forzar las relaciones, nadie tiene que sentirse obligado a llevarse bien con nadie... Cuando las cosas no se fuerzan y se permite que sean naturales, entonces es cuando mejoran.
Manteniendo la paz de un hogar
Las reuniones familiares regulares en las que los niños y los padres pueden compartir sus frustraciones y esperanzas para la familia también pueden ser beneficiosas. Anima a los miembros de la familia a hablar con calma y evita culpar a nadie.
Escribir pensamientos anónimos y preocupaciones para poner en una caja puede ayudar a los niños a expresar sus pensamientos o preocupaciones sin juzgarlos. Es importante demostrarle a cada niño que es un miembro valioso de la familia y que puede contribuir en gran medida a fomentar relaciones positivas en una familia mixta.
El respeto siempre es fundamental
Es necesario recodar que el respeto es fundamental en todas sus formas. Esto significa que tanto adultos como niños deben respetarse en ambas direcciones, a pesar de las circunstancias adversas que puedan haber. El respeto y la confianza es fundamental para una buena convivencia.