No lo niegues, el móvil parece una extensión de tu mano. No te sientas culpable... es algo bastante habitual en la sociedad en la que estamos inmersos hoy en día. Pero cuando esto ocurre, puede ser bastante peligroso tanto para la comunicación interpersonal como para la crianza de los hijos.
La obsesión por los 'me gusta' te pueden pasar malas pasadas y por eso, es necesario que seas consciente que la vida va mucho más allá de las redes sociales. Es importante que aprendas a vivir en el presente y que el mundo digital lo sepas gestionar con responsabilidad. Establece normas y límites para su uso y no compruebes tus redes a cada pocos minutos. Hay algunos errores de crianza que puedes estar cometiendo por culpa de las redes sociales...¿a ti también te ocurre?
1. Fuerzas los momentos 'perfectos' para tener una buena foto
Es tan triste como parece... Hay padres que fuerzan los momentos solo para obtener una imagen y compartirla en redes sociales. ¿Eres consciente del impacto que eso puede tener en tus hijos? ¿De los valores que les estás transmitiendo? Si ves a tu hijo con un sombrero bonito, enseguida coges tu teléfono, si no quiere salir en la imagen, le obligas e incluso le obligas a sonreír aunque no quiera... ¿te parece algo ético o moral? ¿Solo por publicar eso en tus redes sociales?
Las redes sociales están llenas de esos momentos perfectos solo para conseguir 'la mejor foto', excepto esos momentos perfectos que tomaron 15 fotos de la misma pose... para conseguir la imagen 'perfecta y natural'.
Antes de forzar los momentos e incluso de publicar imágenes de tus hijos en Internet, tendrás que sopesar los pros y los contras . Si quieres compartir las fotografías de tus hijos, hazlas naturales, cuando de verdad os estéis divirtiendo, sin que hacer la foto sea el tema principal del momento. Esas fotos naturales son sin duda, las mejores de todos. Solo toma la foto como si fueses la única persona en el mundo que va a verla, no pienses en los ojos de los demás. Te divertirás más y los valores que tramitas a tus hijos serán bien diferentes.
2. Una huella digital inconsciente
¿Recuerdas cuando tu madre publicó una foto tuya en las redes sociales cuando eras pequeño/a? Imposible. Porque no existían las redes sociales, pero es posible que te murieras de la vergüenza cuando enseñaba esa foto que tanto le gustaba y que tú tanto odiabas a familiares y amigos... ¿Te imaginas eso mismo pero a gran escala?
Hoy, estás creando una huella digital la primera vez que cargas una imagen de tus hijos en Internet. ¿Qué dirá la huella de tu hijo cuando sea adulto? ¿Podría pasar vergüenza porque publicaste esas imágenes y pueden llegar a cualquier persona?
Las redes sociales son solo una de las muchas formas en que se puede, intencionalmente o no, violar la privacidad de los hijos. Incluso si piensas que está seguro porque tienes configuración de privacidad en tu cuenta y puedes eliminar las imágenes en cualquier momento que desees desconectarse de las redes sociales, esto no significa necesariamente que estés borrando esa huella digital.
El sitio de Facebook dice que no todo se borra a menos que elimines permanentemente tu cuenta. Twitter elimina contenido 30 días después de la desactivación. Pero aún así, todos sabemos que una vez que se carga una foto, está disponible incluso si deseas recuperarla. Las fotos se pueden guardar, compartir y distribuir, incluso si no deseas que ocurra puede ocurrir sin tu consentimiento.
3. Calificas tu éxito de crianza según los 'me gusta' que tienes
Publicas una imagen de tu hijo y tiene 20 'me gusta', después publicas una foto de tu gato y tiene 60. ¿La gente pensará que tu gato es mejor que tu perro? Quizá publicas una foto de tu hijo comiendo chocolate y tienes 80 'me gusta' y te pones contento, pero luego recibes una crítica porque tu hijo no debería comer chocolate porque es malo para la salud, y te sientes herido.
¿Estás dejando que las redes sociales te controlen? Si ahora eliminases todas tus redes sociales, ¿te haría ser peor o mejor padre/madre? No. Aunque no es necesario llegar a ese extremo, es importante que las redes sociales te afecten menos y que aprendas a desconectar para conectar con quienes realmente importan en tu vida: tu familia.