Son muchas las mujeres que deciden dar el pecho a sus bebés cuando nacen, se sabe que la lactancia materna es lo que necesitan los bebés para alimentarse mínimo durante los 6 primero meses de vida. Dar el pecho al bebé ayuda a que con la leche materna, se alimenten con los nutrientes y vitaminas que necesitan ya que el cuerpo de la madre se regula para que pueda estar bien alimentado.
La naturaleza es sabia y cuanto más tiempo pase el bebé en el pecho de la madre, el cuerpo sabrá la cantidad de leche que debe producir y además tendrá los nutrientes y vitaminas que el pequeño cuerpo del bebé necesita para crecer fuerte y sano. Es por este motivo que resulta también muy importante que la madre pueda mantener una dieta equilibrada y saludable, teniendo en cuenta los alimentos que son saludables y los que no lo son ya que todo quedará plasmado en su leche y el bebé lo recibirá.
Pero hay madres que tienen la esperanza de perder peso en el momento desde que amamantan a su bebé, pero esto tiene parte de verdad y parte de mito. Dar el pecho siempre es una buena opción, pero hay que saber qué necesitas exactamente tener en cuenta.
La mujer necesita algunas calorías extra
La realidad es que sí, cuando una mujer amamanta a su bebé necesita tener unas calorías extra en su dieta para poder tener una leche de calidad. La dieta de una mujer que da el pecho a su bebé deberá ser de unas 1.500 - 1.800 calorías, es decir unas 300 o 500 más de lo que una dieta normal suele tener para una mujer.
Pero que se deban consumir estas calorías extra no significa que si no se consumen se adelgaza, sino que la leche para el bebé podría ser de peor calidad y que no se alimentase bien. Pero estas calorías extra deben ser consumidas con alimentos saludables para la dieta del bebé y de la madre, por lo que fritos, bollería industrial o comer pizza todos los días no es la solución para conseguir aumentar esas calorías extras.
Pensar que dar el pecho adelgaza sin más no es una realidad demasiado acertada
Si una mujer que da el pecho a su bebé piensa que así va adelgazar y que por lo tanto puede comer lo que quiera y la cantidad que quiera, entonces muy probablemente empezará a engordar y pensará que hay algo que anda mal. Pero lo que está mal es pensar que la lactancia materna tiene resultados adelgazantes sin más, porque esto no es cierto y puede hacer que una mujer se engorde más de lo que quisiera.
Cuando se realiza la lactancia materna es necesario no pensar en el físico y tener más claro que lo realmente importante es recuperarse y alimentar adecuadamente al bebé para que crezca fuerte y sano. Pero tener una vida saludable y perder peso no tiene por qué estar reñido si sabes cómo hacerlo correctamente. Una dieta equilibrada y hacer algo de ejercicio (aunque sea caminando por las tardes), te ayudará a perder esos kilos que quizá cogiste extra durante el embarazo.
Consejos para perder peso de forma saludable para madres lactantes
La leche materna es el mejor alimento para tu bebé y además te ayudará a recuperarte del parto, y si lo haces bien puedes perder ese peso que has ganado en el embarazo de forma saludable. Muchas madres piensan erróneamente que la reducción de calorías es la principal clave para perder peso después del embarazo, pero la desgracia es que se olvidan de que el cuerpo humano está diseñado para protegerse a sí mismo contra el hambre.
El cuerpo quema calorías durante todo el día aunque estés sentada en una silla, porque el organismo necesita las calorías para poder realizar las funciones fisiológicas básicas necesarias para la vida como la respiración, la digestión, la circulación de la sangre, ¡incluso se necesitan quemar calorías para pensar! Además, si añades la actividad física normal (caminar, escribir, hacer ejercicio...) te darás cuenta de la importancia que tienen las calorías para que el cuerpo pueda funcionar.
La importancia de los depósitos de grasa
El cuerpo tiene depósitos de grasa que nos ayudan a tener energía disponible para asegurar que el cuerpo tiene calorías suficientes para producir leche en la cantidad necesaria para las demandas del bebé. La nutrición post-embarazo tiene como objetivo fomentar el cuerpo para que tenga calorías suficientes para poder satisfacer las demandas de energía del organismo. Como te he comentado antes deberás aumentar la ingesta de calorías extras entre 300 y 500 calorías diarias.
El ejercicio cardiovascular puede ser tu aliado
Es la misma cantidad de energía que se quema con 30 minutos de ejercicio cardiovascular moderado y que si lo realizas podrá ayudarte a perder el peso de forma lenta pero constante. Porque si consumes esas 500 calorías extras, también puedes hacer 30 minutos de ejercicio para compensarlo y entre la lactancia y el ejercicio poder perder algo de peso poco a poco. ¡Pero sólo si te encuentras bien físicamente para conseguirlo!
Dieta equilibrada y mucha agua
Llevar una dieta equilibrada es necesario, haz caso a tu cuerpo cuando te diga que tiene hambre (y por tanto que necesitas más energía) y come alimentos saludables y llenos de nutrientes como fruta.
Los bebés comen a cada par de horas aproximadamente, por lo que es probable que tengas más hambre por la necesidad de energía para producir más leche. Para ello deberás asegurarte que consumes los nutrientes necesarios, no pases hambre, sólo come de forma saludable.
Además, el agua también es necesaria para perder peso y para la lactancia materna. La leche de una madre que amamanta está compuesta por la mitad de agua, por lo que este elemento es crucial para el proceso metabólico. Una buena regla general es beber por lo menos de 8 a 12 vasos de agua diaria. Si haces ejercicio deberás beber más agua para mantener buenos los niveles de hidratación.
Por tanto, cabe destacar que la lactancia natural adelgaza siempre y cuando se tenga en cuenta todo lo comentado en este artículo.