No importa si tienes uno, dos, tres o más embarazos... el embarazo y el parto pueden causar estragos en tu cuerpo. Muchas mujeres piensan que es más complicado perder peso y estar en forma después de tener hijos. Normalmente es por la falta de tiempo para poder realizar una dieta equilibrada o para hacer el ejercicio necesario para conseguirlo, pero si te empleas a fondo sí que podrías tener un buen cuerpo después de los embarazos. Lo primero que necesitas es fuerza de voluntad, y lo segundo, constancia.
Tu capacidad para tener un estómago plano depende en parte de tu tipo de cuerpo y de tu composición genética, y algunas mujeres nunca pueden tener un estómago plano, incluso si no tienen hijos. Pero con el ejercicio regular, una dieta saludable y opciones de estilo de vida positivas, podrás adelgazar seguro y tener un cuerpo más tonificado.
Por qué la pérdida de peso es difícil
Perder peso siempre es un reto, porque tendrás que quemar 7.000 calorías por cada kilo que quieras perder. Pero el embarazo puede complicar las cosas. Además, la enorme cantidad de peso que las mujeres ganan durante el embarazo (de 11 a 16 kilos) significa que tendrás que pasar semanas o meses tratando de perder grasa , incluso si eres muy activo y estás en forma.
Pero que sea difícil no significa que sea algo imposible. Por lo que con un horario estructurado y disciplina tanto en la dieta como en el ejercicio conseguirás perder el peso que te sobra y tener ese cuerpo que tanto sueños.
El embarazo y tu vientre
Durante el embarazo, tu estómago se estira, y esto puede dejarte con la piel suelta que deja tu estómago gordito incluso después de haber perdido peso. Si tienes complicaciones durante el parto, es posible que debas permanecer en reposo y en cama o evitar hacer ejercicio después del parto, y esto puede retrasar tus objetivos de pérdida de peso.
Si te han hecho una cesárea, el médico cortará a través de los músculos abdominales para llegar a tu bebé, y algunas mujeres encuentran que esto hace que sea más difícil tonificar el estómago. De hecho, no podrás hacer ejercicio con tu vientre recuperándose de la operación por lo que no quieras hacer nada de ejercicio hasta que el médico te haya dado el visto bueno.
La quema de grasa
Algunas mujeres se centran en ejercicios de vientre específicos después del embarazo, pero en realidad es mejor realizar otro tipo de deporte para lograr el objetivo que tienes en mente. El ejercicio cardiovascular es una forma mucho más efectiva de quemar calorías y dejar de acumular grasa.
Prueba actividades como correr o caminar con tu bebé, tomar una clase de aeróbic para mamás, nadar, saltar a la cuerda o montar en bicicleta. La lactancia materna te ayuda a quemar calorías extras y puede ayudarte a perder aún más peso después de dar a luz... Siempre y cuando lo acompañes con una dieta equilibrada y ejercicio. Porque si realizas lactancia materna pero te pasas el día comiendo dulces, no conseguirás perder peso aunque amamantes a tu bebé.
Construir músculo
Construir músculo no necesariamente hará que tu estómago se vea plano, pero hará que se vea más tonificado a medida que pierdes peso. El músculo también puede ayudarte a quemar más calorías, ya que el músculo quema más calorías que la grasa. Prueba ejercicios como abdominales, sentadillas, ejercicios con la silla y abdominales en bicicleta para que tus abdominales trabajen duro.
Lo ideal para realizar ejercicio correctamente una vez que el médico te dé el visto bueno, es que hables con un entrenador personal que tenga experiencia con mujeres que han sido mamás y que tienen diástasis abdominal o que le sobra mucha barriga a causa de los embarazos. Pero sea como sea, no olvides lo importante: lo que realmente prima ante todo es tu salud y no tanto tu físico, ¡tú ya eres maravillosa así!