Cuando terminamos el bachillerato llego un momento en el que tenemos que tomar una de las decisiones muy importante, que es "Y ahora, ¿qué hago?". Tenemos varias opciones, una de ellas es el trabajo, pero quienes quieren continuar estudiando dudan sobre si hacerlo en la universidad o haciendo un grado de formación profesional. Parece que, en general, los que "estudian bien" van a la facultad y los que estudian peor o, simplemente, no les gusta estudiar, hacen el grado de FP. Esto ha provocado que este tipo de estudios se hayan visto más desprestigiados con respecto a la universidad, pero nada más lejos de la realidad.
Todo el que ha finalizado el bachillerato tiene las capacidades de realizar un tipo u otro de estudios superiores, todo depende de nuestros intereses y puntos fuertes. Ambos tipos de estudios nos ofrecen un amplio abanico de posibilidades, y lo que tenemos que hacer es explorarlos a fondo para ayudarnos a decidir.
Ventajas y desventajas de la Formación Profesional
Los ciclos de Formación Profesional, a lo que tradicionalmente llamamos hacer un módulo de grado medio o, en este caso, superior, están más orientados al ámbito laboral. Los conocimientos impartidos van tanto en la vía teórica como práctica, y nos especializa para desempeñar un tipo de profesión.
No tomes la decisión guiándote por la ley del menor esfuerzo
Realmente, el que un módulo o un grado de formación profesional sea más práctico, no quiere decir que sea la opción fácil para el que no le gusta estudiar. Nuestras competencias personales y nuestros intereses e inquietudes son los que nos van a guiar por una opción u otra, porque si no, nos va a costar mayor esfuerzo conseguir el título. Lo importante es estar motivado y ser trabajador, si hemos superado el bachillerato, éste será un paso más allá en nuestra formación para el que tendremos que esforzarnos.
Siguiendo con el ámbito práctico de la formación profesional, ésta tiene muchas más horas de prácticas que la universidad. Las prácticas en empresa se realizan en el segundo curso, y tienen una duración media de 400 horas. Esto hace que mucha población estudiante joven se vea atraída por los grados de formación profesional, ya que te introduce en el ámbito empresarial y permite adquirir mucha experiencia, tan necesaria para el joven que se inicia en la búsqueda de trabajo al finalizar sus estudios.
Ventajas y desventajas de la Universidad
La universidad nos da un título superior al que podemos obtener mediante la formación profesional, pero, como siempre, tiene que tratarse de algo vocacional. Hasta hace escasos años, las carreras duraban 3 o 5 años, según se estudiara una diplomatura o una licenciatura, sin embargo el plan actual ha estructurado prácticamente todas las carreras en 4 años, con alguna excepción.
Pide ayuda a personas cualificadas para elegir tu futuro
Una desventaja que tiene la universidad es que en las ciudades o provincias más pequeñas hay menor variedad de estudios, o existen límites de plazas con diferentes notas de corte, lo cual obliga a muchos estudiantes a vivir durante los años de la facultad fuera de casa. Aunque existen becas para ayudar a la población joven a estudiar tanto dentro como fuera de su ciudad, hay que mantener un nivel alto de aprobados por curso para poder seguir disfrutando de esas becas, y los costes para quienes tengan que abonar la matrícula son elevados.
Conclusión
Antes de pensar en si ir a la universidad o hacer un módulo, tenemos que pensar qué nos gustaría ser, qué trabajo nos gustaría tener en el futuro. No se trata de una tarea fácil, y cuanto antes la iniciemos durante el bachillerato, más tiempo tendremos para reflexionar. Tenemos que pensar también en qué se nos da mejor o peor y qué nos gusta y nos motiva. Es posible que nos atraiga un sector profesional que tenga formación en ambos tipos de estudios, pues debemos explorar a fondo lo que nos ofrece cada uno en cuestión de asignaturas, salidas laborales, etc., y elegir.
Tu mundo no se acaba en la escuela
A veces las circunstancias nos llevan por un tipo de estudios que no son los que más deseamos, por ejemplo, porque en nuestra ciudad no es imparten y no nos podemos desplazar, o porque el coste económico no nos lo permite. Pero hemos de tener en cuenta que los estudios que elijamos el primer año no van a ser decisivos en el futuro, siempre tenemos la opción de cambiar. Mucha población joven termina un módulo de formación profesional de grado superior y decide que quiere seguir profundizando en ese ámbito, y continúa en la universidad (además, con el título de FP no es necesario hacer Prueba de Acceso a la Universidad), así como hay gente que termina la carrera pero se da cuenta de que su vocación es otra y hace un módulo.
Las oportunidades de trabajo posteriores a los estudios no se encuentran en haber obtenido un título con mayor o menor grado, sino en sentir entusiasmo por nuestra profesión y especializarse en ella. Esto es, no todo acaba en la facultad o el centro de FP, sino que existen cientos de cursos, talleres, actividades voluntarias, etc., que irán completando nuestro curriculum en la vía en la que nos queramos especializar.