Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer sufre una gran cantidad de cambios, tanto físicos como hormonales. Son los primeros los que suelen preocupar de forma alarmante a las mujeres, sobre todo el hecho de que su barriga tenga que adaptarse a tener una vida en su interior. Si a estos cambios propios del embarazo les sumamos que la mujer tenga un tatuaje en la barriga, su miedo a que este se pueda deformar será incluso mayor.
Las mujeres suelen preocuparse, sobre todo, si tienen un tatuaje en la barriga o en las costillas, así como en la zona lumbar. Porque son las partes del cuerpo de una mujer que más cambian durante todo el proceso del embarazo; sí, es cierto que las piernas también pueden cambiar, así como los brazos, pero no tanto. Su mayor miedo es que este tatuaje pueda acabar deformándose, estropeándose y, posteriormente, su cuerpo nunca vuelva a ser el mismo. Lo lógico es pensar, además, que el crecimiento propio de la barriga hará que el tatuaje se deforme. Como ya explicamos en un artículo anterior, lo habitual es el tatuaje se estire, el color se deforme y el diseño en sí pueda llegar a cambiar bastante. Una vez que el cuerpo de la mujer vuelva a su ser y se recupere, el tatuaje no volverá a ser exactamente el mismo.
Si tienes un tatuaje en una zona conflictiva, y estás a punto de vivir tu primer embarazo, no te preocupes porque hay ciertas formas de prevenir que esto suceda. No obstante, no siempre podrás evitar que se deforme; es más bien cuestión de que tengas mucho cuidado y, además, de que el tatuaje esté hecho en una buena zona.
Será muy difícil evitar que se deforme según la zona
Por regla general, los tatuajes de la barriga se tenderán a deformar, sobre todo porque las mujeres no se plantean la posibilidad de un embarazo hasta que este llega. Y, en ese caso, puede que ya se hayan hecho un tatuaje en una zona conflictiva.
Si te estás planteando hacerte un tatuaje en la barriga, piensa que este se puede deformar durante el embarazo; y aunque este no sea tu prioridad en ese momento, tenlo igualmente en cuenta. Lo mejor en estos casos es consultar con el tatuador o la tatuadora, comentarle que quieres hacerte un tatuaje en la barriga pero que no quieres que este se deforme durante el embarazo. De esta forma, te podrán recomendar una zona en la que el tatuaje no se tienda a deformar tan rápido, que aguante lo mejor posible.
Mas si ya está hecho y acabas de descubrir que estás embarazada, no te preocupes porque aún hay formas de evitar que el tatuaje acabe deformándose por completo. Lo primero que debes hacer es acudir a un tatuador y comentarle la situación, preferiblemente la persona que te hizo el tatuaje en su momento. Así podréis hablar sobre la posibilidad de rehacer el tatuaje una vez finalizado todo el proceso del embarazo y el parto, arreglarlo de la mejor forma posible. Puede que no tengas que rehacerlo porque, con suerte, el tatuaje no se deformará; no obstante, lo mejor es prevenir y ver qué pasos debéis seguir.
Cuídate por dentro
Para ayudar a ti piel, trata de llevar una dieta completa, con todos los nutrientes necesarios. De esta forma, si le aportas a tu cuerpo tanto los nutrientes como las vitaminas que necesite, tu piel se mantendrá tersa, cuidada y saludable, y eso es lo que debes conseguir si quieres que tu tatuaje se deforme lo menos posible. Bebe mucha agua, hidrata tu piel con cremas especiales, y mantén toda su elasticidad dentro de lo posible. Esto debes continuar haciéndolo también después del parto, puesto que el cuerpo continuará cambiando, como bien sabes.
No hay seguridad de que, siguiendo todos estos pasos, consigas evitar que el tatuaje se deforme. Puede que, pese a todo tu empeño y cuidado, este acabe cambiando considerablemente con respecto a lo que hiciste en un primer momento. No te preocupes: piensa que todo ese cambio se debe a una vida que has albergado en tu interior, y si quieres arreglarlo, acude a un tatuador profesional que sea capaz de hacerlo, en el que confíes.