Para muchos padres la palabra "superdotado" tiene significados erróneos porque es un término del que se han creado muchos mitos. Las películas, los libros y las series de televisión han dibujado una imagen del superdotado que es ficticia, no es real. Lo primero que se piensa al oír la palabra es en el típico científico solitario y excéntrico que es brillante en el campo de las ciencias pero que se le dan muy mal las relaciones sociales. Nada más lejos de la realidad. Para desmitificar esta idea primero tenemos explicar que es un superdotado.
Siendo la puntuación media de la población de 100 puntos, decimos que una persona tiene superdotación cuando obtiene un CI (cociente intelectual) superior a 130 en una prueba de inteligencia. Tal vez la más conocida es la escala Wechsler o el test Raven de matrices progresivas que nos da una medida de inteligencia sin la influencia de la cultura de la persona.
Por otro lado, no debemos confundir los términos superdotado, prodigio, talentoso y genio, ya que no son lo mismo peor muchos se equivocan.
-Superdotado es el que obtiene más de 130 en todas las áreas de inteligencia y se cree que aproximadamente el 2% de la población se corresponde con estos niveles.
-Talentoso : es la que destaca en una capacidad concreta, pero no precisamente en todas. Una persona puede ser talentosa para las matemáticas pero no en el área verbal.
-Prodigio: un niño prodigio es aquel que destaca notablemente en un área antes de los 10 años superando a los adultos. Por ejemplo, Mozart.
-Genio: no solo obtiene más de 130 en un test de inteligencia si no que además innova, crea, inventa.
1. Tienen siempre muy buen rendimiento escolar
Gracias a las nuevas tecnologías y a la rápida difusión de la información este mito ya no es tan creído, sin embargo hasta hace unos años se pensaba de esta manera. Los niños superdotados no siempre sacan buenas notas. Es más, normalmente ocurre justo lo contrario. Los niños con una alta inteligencia que no se diagnostica a tiempo dan problemas en el aula. Son contestones, inquietos, alborotadores y sus notas más bien son mediocres. Es el resultado de un sistema educativo deficiente que no aporta las necesidades específicas que cada niño necesita.
Los niños superdotados se aburren en clase, desconectan y se pierden. Intentan hacer otras cosas con el fin de distraerse y pierden totalmente el interés por las actividades académicas, para ellos los deberes son un martirio, sobre todo los que son mecánicos. Esta situación es bastante frustrante porque no necesitan repetir tanto las cosas para aprenderlas. Desgraciadamente, esto es algo que muchos profesores y padres no saben y se frustran cuando sus hijos se niegan a hacer los deberes. ¿Cómo te sentirías si tuvieses que hacer sumas de una cifra durante una hora todos los días?
2. Tienen problemas para socializar
Es otro falso mito. Un niño superdotado no tiene problemas para socializar, más bien ocurre lo contrario, suelen tener empatía y mucha labia, por tanto, las relaciones sociales las llevan bien. ¡Ojo! También depende del CI del niño, hasta 150 no hay ningún tipo de problema, sin embargo, por encima si que suelen ser niños (y adultos) que prefieren la soledad y tienden a aislarse, no mostrando mucho interés por las demás personas, seguramente porque no les estimule lo suficiente. Es el caso del hombre conocido más inteligente del mundo, William James Sidis, con un CI entre 255- 300. Sabía más de 40 idiomas y sin embargo no le gustaba relacionarse...
3. Son capaces de aprenderlo todo solos
Es otro mito. Para empezar los niños superdotados son muy diferentes entre ellos, no solo en cuanto a inteligencia si no también en cuanto a curosidad y motivación. Ni aun teniendo el mismo CI, no puedes comparar el rendimiento de un niño superdotado motivado al aprendizaje que otro que muestre desinterés. Por eso, aunque tienen una gran facilidad para el aprendizaje es vital que haya un adulto que les vaya guiando durante todo el proceso.
El problema no se soluciona dejando al niño con libros y ejercicios de cursos superiores mientras el profesor se centra en el resto... Que aprendan a una gran velocidad no significa que sean adivinos, necesitan que un profesor les enseñe a hacer las cosas y una vez que saben se les puede dejar más independencia. A su vez el profesor también se encarga de motivarlo y proponerle proyectos de ampliación para que pueda ir satisfaciendo su curiosidad mientras avanza temario con el resto de la clase.
4. Los niños superdotados son excéntricos y lo seguirán siendo de adultos
Las personas con superdotación no son excéntricas ni tienen más probabilidades de tener un trastorno mental que el resto de la población. Sin embargo, si es cierto que en general son más sensibles al medio. Digamos que uno de los motivos es que su cerebro tiene más conexiones interneuronales que el resto (está mejor conectado, funciona mejor y más rápido), sin embargo es un arma de doble filo porque sus neuronas también son capaces de captar más estímulos del medio y les afecta en mayor intensidad las cosas que ocurren a su alrededor.
5. Son todos precoces
Es una verdad a medias. La mayoría si lo son pero no todos, como ya decíamos antes depende de la motivación, lo curioso que sea el niño y el ambiente familiar que haya en casa, esos factores podrían enlentecer la adquisición de habilidades como la lectura o escritura.
6. ¿No solo el 2%?
Por último pero no menos importante, siempre se ha pensado que tienen superdotación el 2% de la población, pero últimamente se empieza a dudar. A lgunos académicos afirman que en realidad es más, incluso que podría haber 1 por cada 25 (a menudo confundidos con niños despistados, con TDAH o Asperger). No está claro porque desde el colegio no se evalúan a todos los niños. Es más, solo se hace a los que tienen realmente problemas en clase, se les da prioridad a ellos, a los que "no van tan mal"y se desatienden al resto en ese sentido, porque en la mayoría de los casos la escuela no da abasto con tantos alumnos y pueden pasar años hasta que reciben la atención que necesitan. Por eso, si sospechas que tu hijo vive esa misma situación mete presión en el colegio (o ve a un particular) con el fin de que puedan darle una educación acorde a su edad mental.