Antiguamente los niños y niñas se movían más y hacían ejercicio todo el día, casi sin darse cuenta. En la actualidad, los niños son cada vez menos activos. La falta de actividad física en la infancia conlleva un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad en la edad adulta, así como problemas de salud relacionados con la obesidad. Es necesario que los padres ayuden a sus hijos a adoptar un estilo de vida saludable inscribiéndoles en actividades deportivas que le gusten y señalando los beneficios de la actividad física en la vida diaria.
Es importante que los padres sean conscientes que hoy en día los niños son menos activos, para que, desde este punto de vista, puedan cambiar los hábitos de vida familiares y que se puedan tener un estilo de vida mucho más saludable. Los niños crecen imitando a los adultos, por lo que el ejemplo de los progenitores es fundamental en todos los aspectos.
Efectos negativos de la falta de ejercicio
La falta de ejercicio para los niños puede tener muchos efectos negativos. Además de tener más probabilidades de tener sobrepeso, los niños que no hacen suficiente ejercicio tienen músculos y huesos más débiles que los niños que hacen ejercicio regularmente.
Los niños inactivos también tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, pueden tener niveles más altos de presión arterial y colesterol en la sangre y tienden a tener una perspectiva más depresiva sobre la vida.
Barreras que impiden la realización de ejercicio adecuado
Los niños no realizan suficiente actividad física por una variedad de razones, incluidas las barreras intrapersonales, interpersonales, institucionales y ambientales. Los ejemplos de barreras intrapersonales incluyen el miedo a ser molestado por el peso o preferir hacer otras actividades, como jugar videojuegos.
Las barreras interpersonales pueden incluir tener amigos inactivos o obligaciones familiares. Un ejemplo de barrera institucional es una gran carga de trabajo escolar. Las barreras ambientales podrían incluir mal tiempo o falta de transporte. Las barreras más comunes incluyen falta de tiempo, poco interés y barreras ambientales.
Los niños con sobrepeso y las adolescentes tienen más probabilidades de informar que la conciencia corporal es una barrera. Para ayudar a eliminar estas barreras, los padres pueden motivar a sus hijos a participar en actividades físicas, participar en actividades con ellos y transportarlos a actividades deportivas.
La actividad física disminuye con el tiempo
La actividad física entre los niños disminuye bruscamente entre las edades de 9 y 15 años. Los niños de nueve años suelen realizar alrededor de tres horas de actividad física moderada a vigorosa entre semana y fines de semana, mientras que los niños de 15 años obtienen solo 49 minutos por día de la semana y 35 minutos por fin de semana, de media.
Es importante que las escuelas proporcionen educación física diaria y los gobiernos deberían deberían proporcionar rutas para caminar y andar en bicicleta a la escuela y también en sus localidades.
Qué se debe tener en cuenta
Los niños y adolescentes tienen que realizar 60 minutos o más de actividad física cada día. Los padres deben alentar a sus hijos a trabajar en fuerza, resistencia y flexibilidad. Los niños pueden desarrollar resistencia a través de actividades aeróbicas como baloncesto, ciclismo, patinaje y fútbol.
Pueden desarrollar fuerza con ejercicios de tonificación tradicionales, como flexiones o dominadas, y mediante actividades de juego, como escalada o gimnasia. Deja que tu hijo elija actividades que prefiera para que sea más probable que se quede con ellas. Limite el tiempo que pasa jugando videojuegos, mirando televisión o usando Internet. Practica tus propios hábitos de estilo de vida saludable para que tu hijo te vea como un modelo a seguir.
La falta de ejercicio puede ser un problema de salud grave en el futuro si no se ponen medidas de vida de estilo.