En realidad, el galactocele puede aparecer en cualquier momento entre el embarazo y el destete. Ya que hacia el final del embarazo, comienza a producirse el calostro previo a la subida de la leche y durante el periodo de destete, la leche queda almacenada en los conductos mamarios temporalmente.
Durante la lactancia materna pueden aparecer diferentes complicaciones, el galactocele es una de ellas, de hecho, es la que se da con mayor frecuencia a pesar de ser la menos conocida.
¿Qué es el galactocele?
El galactocele es un pequeño quiste benigno, que se forma a partir de la acumulación de materia gras a que se encuentra presente en la leche materna. Este depósito queda fuera de los conductos mamarios, pero dentro de la glándula mamaria, por lo que no tiene forma de salir al exterior por el pezón.
Este pequeño quiste benigno llamado galactocele, puede aparecer en cualquier parte del pecho. Su tamaño puede variar en función de la cantidad de materia grasa que se haya acumulado, pero en cualquier caso se trata de un quiste benigno que no conlleva ningún riesgo para la salud de la madre.
Aunque el galactocele puede aparecer incluso desde el embarazo, lo más habitual es que aparezca en el periodo de lactancia materna, generalmente cuando comienza el destete. Durante este proceso en el que la leche no se expulsa de las glándulas mamarias, es cuando suelen producirse las acumulaciones de materia grasa y con ello, aparecen los quistes llamados galactocele.
Cómo saber si se trata de un galactocele
Si observas la aparición de un quiste en el pecho, es muy importante que acudas rápidamente a tu médico o ginecólogo. Ya qué, aunque te encuentres en periodo de embarazo o lactancia y lo más probable sea que se trate de un galactocele, es posible que ese quiste haya aparecido como consecuencia de algún otro problema. Por ello, es esencial que te realices una revisión lo más rápido posible, que incluya una mamografía, y así podrás comprobar que se trata de un problema menor y que no debes preocuparte por ello.
Mientras que acudes a tu médico, puedes analizar tú misma ciertas cuestiones con las que podrás advertir si se trata de un galactocele. Estos son algunos de los rasgos comunes del galactocele :
- Este tipo de quiste benigno no debe producir fiebre, no obstante, puede haberse producido por una mastitis. Este tipo de problema también ocurre con frecuencia y en este caso sí que puede dar fiebre.
- El galactocele no produce dolor, puedes sentir cierta molestia pero en ningún caso con importancia.
- Después de amamantar a tu bebé, el tamaño del quiste no varía .
- El galactocele tampoco debe producir rojez en el pecho, ni tampoco manchas rosadas.
- Tampoco debes sentir malestar general, que suele ser una consecuencia de la fiebre, como ocurre con el virus de la gripe.
Si no tienes ninguno de estos síntomas, lo más probable es que se trate de un galactocele. No obstante, cuidar de ti misma es fundamental para que puedas cuidar de tu bebé correctamente. No debes en ningún caso descuidar tu salud y aunque un galactocele en principio no es grave, es muy importante determinar que se trata de este problema y no de otro mayor.
Cómo afecta a la lactancia
Tener un galactocele puede complicar de cierta manera la lactancia materna. En función del lugar donde se encuentre, puede producir más o menos problemas. Por ejemplo:
- Cuando el galactocele se encuentra alejado de la areola y el pezón : Generalmente no producirá ninguna complicación, ya que esta acumulación de materia grasa no afectará a la salida de la leche por los conductos mamarios.
- En el caso de que se sitúe cerca del pezón y de la areola : En este caso, el quiste puede entorpecer el flujo de la leche materna. El bebé puede tener problemas para mamar y esto puede causarle frustración.
A parte de esta simple complicación, el galactocele no produce ningún otro problema que pueda afectar a la lactancia materna. Por lo que si lo deseas, puede continuar de forma exitosa mientras que así lo decidas. En el caso de que el galactocele aparezca en el periodo de destete, puedes consultar con tu médico la forma de eliminarlo.
Cuál es el tratamiento para el galactocele
El tratamiento dependerá en gran medida del periodo de lactancia en el que te encuentres. En el caso de que el quiste se encuentre en la zona de salida de la leche, y como consecuencia, interfiera en la succión del bebé, lo más probable es que el médico realice una extracción.
Será tu ginecólogo quién realice la extracción, se utiliza una aguja para realizar una punción guiada con un ecógrafo. De esta forma, se extrae la materia grasa de la leche que se ha acumulado y que ha producido el quiste. No obstante, es posible que el conducto se vuelva a llenar y que sea necesario volver a realizar esta extracción. En cualquier caso, será tu ginecólogo quién lo decida si es que el galactocele está interfiriendo en la lactancia materna.
En el caso de que el quiste se encuentre fuera de la zona que puede producir complicaciones, lo más habitual es que se espere hasta que finalice el periodo de lactancia. Es muy probable que el quiste desaparezca de forma natural, y en el caso de que no sea así, se podrá realizar la función una vez se produzca el destete por completo.