Algunos padres creen que los deportes competitivos fomentan la agresión y pueden dañar la autoestima de los niños. Otros padres creen que los niños que nunca están expuestos a la competencia no estarán preparados para las realidades de la vida adulta. Los niños deben aprender que en un juego en equipo no importa si hay ganadores o perdedores, lo que se necesita es vivir la experiencia y disfrutar de lo que están haciendo.
A continuación vamos a comentarte por qué cuando se les enseña a los niños a jugar en grupo lo que importa es que disfruten de la experiencia y que no piensen en si ganan o pierden. Cuando ganan, es estupendo, pero cuando pierden deben aprender a encontrar los errores que han cometido, valorar las virtudes de su oponente y que todo eso se convierta en un buen aprendizaje para ser mejor la próxima vez.
Ganadores y perdedores
Es muy importante en los niños aprendan a que ganar y perder en el deporte es importante para tener un buen modelo de vida cuando sean adultos... incluido el punto de vista de que algunos adultos pueden definirse como ganadores y otros como perdedores. Los deportes sin ganadores y perdedores definidos perjudican a los niños al no reflejar cómo es la vida adulta. La competencia enseña a los niños a tener un sentido de agencia, el sentido de que uno puede afectar una circunstancia a través del esfuerzo...
Por eso aunque lo que importa es participar, también es importante aprender a ganar, pero también a perder.
Peligros de la competencia
La competencia es profundamente perjudicial para los niños y no está correlacionada con la excelencia en el rendimiento, como generalmente se supone. Si se les dice a los niños que el elemento más importante en el deporte o la vida es ser un ganador en lugar de un perdedor, podrían hacer trampa en los deportes y mostrar un comportamiento poco ético y falta de empatía en otras áreas de la vida.
Su autoestima también puede verse gravemente dañada si pierden. Desde este punto de vista, los juegos sin ganadores o perdedores enseñan a los niños a cooperar entre sí y a divertirse... aprender a ganar y aprender a perder, ambas cosas igual de importante.
Competencia y rendimiento
Los juegos sin ganadores y perdedores tendrán poco efecto en el deseo o la capacidad de los niños de sobresalir. Es la importancia de alentar la excelencia por su propio bien y no por razones competitivas.
Desafíos??El peligro de tener juegos sin ganador o perdedor es que los adultos podrían alentar a los niños a desarrollar una imagen inexacta del mundo donde no hay desafíos reales y siempre es posible sentirse bien... y esto no es verdad en absoluto. La vida está llena de competición, de ganadores, de perdedores y es una lucha constante que se debe aprender a lidiar y esto los deportes enseñan muy bien a centrarse en esto.
Los niños necesitan poder enfrentar desafíos reales, superar algunos de ellos a través del trabajo duro y lidiar con la decepción cuando no se puede superar un desafío. Tanto los padres que creen en los deportes competitivos como los que no lo hacen deben centrarse en el valor de la excelencia por su propio bien en lugar de como una forma de separar a los ganadores de los perdedores.
En este sentido, desde que los niños son muy pequeños es importante que se juegue con ellos y que no se les deje ganar siempre. Deben aprender a que unas veces se gana, y otras veces se pierde, y lo que importa es aprender de las circunstancias vividas para mejorar en el futuro y conseguir mejores objetivos.