La gastroenteritis es una dolencia común entre la población infantil, sobretodo en niños menores de cinco años. Pese a que en la mayoría de los casos no reviste gravedad, se trata de una infección incómoda para el niño y cuyos síntomas llenan de preocupaciones a los padres. Pero, ¿qué es?, ¿cuáles son sus causas y síntomas?, ¿cómo debe tratarse? ¿puede prevenirse? Aquí despejamos todas tus dudas.
¿Qué es la gastroenteritis?
Se trata de una inflamación de la mucosa del estómago y de los intestinos. El tracto digestivo se irrita e inflama provocando náuseas, vómitos, fiebre y diarrea. Se trata de una enfermedad contagiosa que puede ser producida por virus y bacterias. La afección suele prolongarse entre tres y seis días.
El rotavirus es el responsable de las gastroenteritis más graves en edad infantil. En España se producen alrededor de 5.000 ingresos hospitalarios al año por esta afección. Además, una de cada diez consultas de urgencias en pediatría se corresponde con esta dolencia. La mejor forma de evitar una gastroenteritis por rotavirus es la vacunación. Sin embargo, la enfermedad puede aparecer por otras causas.
Causas de la gastroenteritis infantil
Virus y bacterias se encuentran detrás de las gastroenteritis en edad infantil. El ya citado rotavirus es el responsable de la mitad de los casos. En el caso de infecciones víricas, la gastroenteritis es altamente contagiosa y se transmite de persona a persona por contacto individual. En cuanto a las infecciones bacterianas, la salmonella, el colicabilo y la yersinia son los causantes comunes.
Las bebidas y alimentos en mal estado o contaminados también pueden provocar gastroenteritis entre la población infantil. Los parásitos y las alteraciones de la flora intestinal también se encuentran entre los posibles responsables de esta enfermedad, pero en un número reducido de casos.
Síntomas de la gastroenteritis
Cuando el niño comienza a perder el apetito y sufre alteraciones en las deposiciones, presta atención. Estos son los primeros síntomas de la gastroenteritis entre niños. Las diarreas pueden ir acompañadas de vómitos, dolor abdominal, fiebre y debilidad.
Tratamiento
Hidrata a tu hijo. El principal problema de la gastroenteritis infantil es la deshidratación del niño. El agua y las sales minerales que el cuerpo pierde con la diarrea y los vómitos deben reponerse con rapidez para evitar problemas mayores.
Olvídate de las bebidas isotónicas a las que suelen recurrir los adultos que se ven afectados por gastroenteritis. Estas no proporcionan al pequeño los electrolitos necesarios para recuperarse de la diarrea. Lo mejor es acudir a una farmacia y adquirir las soluciones salinas dirigidas especialmente a la población infantil. Te recomendamos que ofrezcas líquidos al pequeño de forma continuada y en pequeñas cantidades para evitar los vómitos.
Respecto a la alimentación, algunos expertos recomiendan que los niños no ingieran productos sólidos durante las primeras 24 horas. Sin embargo, lo más acertado es que el pequeño marque su propio ritmo. La pronta ingestión de alimentos puede ayudarlo a recuperarse, pero no debes forzarlo a comer. Los alimentos más apropiados para afrontar la gastroenteritis son aquellos que favorezcan la regeneración de la mucosa intestinal.
No es necesario que el niño siga una dieta blanda a base de arroz y pechugas de pollo. Puede seguir una alimentación normal, una vez corregida la deshidratación. Se recomienda optar por alimentos de absorción lenta como los hidratos de carbono y huir de los productos grasos y dulces.
En el caso de los lactantes, no se debe dejar de dar el pecho al niño en ningún momento por muy frecuentes que sean las deposiciones. De hecho, se recomienda aumentar la frecuencia de las tomas.
Por otra parte, no se debe suministrar al niño ningún medicamento -a excepción de contar con prescripción médica-. Los antibióticos no resultan de ayuda en el caso de gastroenteritis víricas. En el caso de infecciones bacterianas, utilízalos solo si así te lo ha indicado el doctor. Huye de los medicamentos para poner freno a la diarrea y recurre sólo a los antitérmicos si su hijo tiene fiebre.
Prevención de la gastroenteritis infantil
Evitar que tu hijo sufra gastroenteritis no siempre está en tus manos. Sin embargo, sí puedes tomar una serie de medidas que ayudarán a reducir las probabilidades de que el niño se vea afectado por esta dolencia.
La vacuna contra el rotavirus frena las posibilidades de que el menor se vea afectado por esta enfermedad. El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría recomienda la vacunación de todos los niños. La vacuna se administra en tres dosis, la primera de ellas durante la lactancia.
No obstante, el rotavirus no es el único causante de la gastroenteritis infantil. Esta enfermedad se transmite de niño a niño, por lo que la higiene es un factor clave para prevenir el contagio. Lavarse las manos después de ir al baño y antes de cada comida ayudará a tu hijo a evitar esta afección.
Ejerce tu paternidad con responsabilidad. El niño no debe acudir al colegio o la guardería mientras se vea afectado por esta dolencia para evitar el contagio entre sus compañeros. Y recuerda, ante la menor duda, consulta con tu pediatra.