Es importante que tanto los padres como los hijos sepan habilidades de afrontamiento para tener una mejor disposición en la vida. Hacer frente a los cambios importantes en la vida, el estrés o circunstancias que puedan ocurrir, puede ser complicado tanto para adultos como para niños. Los niños no tienen habilidades de afrontamiento que un adulto ha tardado toda una vida en desarrollar.
En este sentido, es importante que como adultos, se ayude a los niños a desarrollar estas habilidades para hacer frente a las posibles crisis o factores de estrés que puedan experimentar. Ésta es una responsabilidad imprescindible en los padres que puede beneficiar tanto a niños como a adultos. En lugar de simplemente decirles que todo estará bien, es útil hablarles y demostrarles cómo lidiar con el estrés para que sepan qué hacer cuando se sienten estresados cuando son adultos, y cuando sus hijos lo sienten así.
Los padres deben saber cómo tener habilidades de afrontamiento familiares para que ellos lo enseñen a los niños y que sobre todo, sean el mejor ejemplo para sus pequeños.
Prestar atención
Todos los padres que los niños hacen mejor las cosas cuando se les presta atención positiva por parte de los adultos. Cuando se ayuda a los niños en los momentos difíciles es necesario recordar esto y prestar atención extra a los niños, incluso aunque ellos no lo pidan. En tiempos de crisis, puede ser especialmente difícil dar. Ese tiempo extra en los niños (la tendencia natural suele ser que los niños se pierdan en la confusión y quieran estar solos), pero este es el momento en que los niños pueden necesitar más atención que nunca. Aquí hay algunas formas de ayudar a los niños a sobrellevarlas dando atención extra positiva:
- Escucha a tu hijo. Es útil que los niños expresen sus sentimientos e inquietudes. Que te hagan preguntas y sentir que no está afrontando las cosas solo. Sentarte y hablar con tu hijo le ayudará a practicar el procesamiento de sus emociones, una habilidad imprescindible en la vida.
- Actividades compartidas. Algunos niños no se sienten cómodos al hablar sobre sus pensamientos y sentimientos, y se les puede animar a que hablen cosas involucrándose en una actividad compartida. Incluso si no implica una conversación personal sobre los sentimientos, pasar tiempo con un padre y hacer actividades reconfortantes puede ser excelente para aliviar el estrés. Saber cómo participar en actividades calmantes cuando está estresado es otra gran habilidad para sobrellevar la situación.
- Ser conscientes. Otro beneficio de pasar más tiempo con los niños es que puedes ver mejor cómo les va e intervenir si es necesario. Es importante saber qué es "normal" para tu hijo para que pueda detectar cualquier cambio importante en su estado de ánimo o comportamiento e intervenir siempre que sea necesario.
Minimiza el impacto
Si bien no puedes proteger completamente a tus hijos de las crisis a las que se enfrenta, puedes hacer otras cosas para minimizar su exposición al estrés. Esto puede ayudarles a aprender maneras de minimizar su propia exposición al estrés en el futuro, otra buena habilidad de afrontamiento. Aquí hay algunas estrategias para probar como habilidades de afrontamiento familiares:
- Apagar la televisión. Esta es una buena idea si se enfrenta a un desastre natural u otro factor estresante que sale por las noticias. Con la disponibilidad de Internet no es necesario que se reproduzcan escenas desconcertantes en tu sala de estar a través de la televisión. Incluso los niños muy pequeños pueden aumentar el estrés al notar el estrés en los adultos que les rodean y en la pantalla del televisor.
- Mantener las rutinas. Cuando todo parece estar cambiando (o desmoronándose) a tu alrededor, puede ser difícil mantener las rutinas intactas. Sin embargo, es una buena idea intentarlo. Puede ser tranquilizador para los niños (y quizás para ti también) que se mantengan tantas cosas intactas como sea posibleque , por lo que vale la pena esforzarse para que la hora de ir a dormir, las comidas y otras actividades familiares sigan siendo las mismas.
- Cuidado con la información que compartes. Cuando existen crisis los niños pueden estar muy afectos y por eso hacen muchas preguntas. La información que compartas deberá ser adecuada a su entendimiento y teniendo en cuenta respuestas que no le causen estrés añadido. Además no todas las preguntas necesitan respuesta y es mejor responder de forma limitada.
- No mientas. No es buena idea mentir a los niños pero no es necesario que conozcan todos los detalles de lo que ocurre, como por ejemplo de una enfermedad o de un divorcio. Solo necesitan saber qué les afecta, para qué necesitan prepararse directamente y qué es apropiado para su edad. Pueden aprender el resto gradualmente, cuando necesitan saberlo, y a medida que maduran y pueden manejar más información.
Sé su guía
Cuando los niños se enfrentan a una amenazada necesitan saber qué hacer. Ningún adulto es perfecto, pero ser un buen ejemplo para la gestión de crisis no requiere perfección, solo tus mejores esfuerzos. El adulto que hace las cosas de una manera saludable proporciona una sensación de seguridad y estabilidad para los niños, y modela habilidades de afrontamiento saludables para emular. Aquí hay algunas maneras en que puedes ayudar a centrarse en cómo haces las cosas:
- Modelo de habilidades de afrontamiento saludables. Si te sientes en crisis afectará a los niveles de estrés de tus hijos por lo que es el momento de tener habilidades de afrontamiento saludables. Trata de estar lo más preparado posible para las crisis y ser un buen ejemplo para tus hijos. Respira hondo y calma los nervios porque esto te ayudará a ti y también a tus hijos.
- Ayuda a otras personas. Incluso en momentos de crisis es buena idea ayudar a otras personas que quizá necesitan más ayuda que tú. El altruismo es beneficioso para toda la familia porque además de controlar el estrés enseña buenos valores a tus hijos. También te da la sensación de tener el control. Tú y tus hijos podéis ser parte de la solución.
- Capacita a tus hijos a mejorar. Recuerda que es posible que no puedas cambiar las circunstancias que te rodean y a las que te debes enfrentar, pero puedes capacitarte a ti y a tus hijos para tener mejores habilidades de afrontamiento y ayudar a tus hijos a mejorar sus actitud ante las circunstancias que se enfrentan.