Si tienes un hijo en plena adolescencia es posible que ya hayas escuchado más de alguna vez la corta e hiriente frase de dos palabras: 'Te odio'. Es posible que haya pasado de la noche a la mañana, no te has dado cuenta de cómo tu precioso bebé a pasado a un adolescente que desprecia tus abrazos. Hay veces que sientes que tienes una relación cercana y de repente, te preguntas en todo lo que te has podido equivocar.
No te has equivocado. No te fustigues. Tu adolescente rechaza tus conejos, pone los ojos en blanco ante tus opiniones y te acusa de ser el peor padre o la peor madre de familia cuando no se sale con la suya. Las manipulaciones están servidas desde bien temprano por la mañana por su parte.
Parece que solo tienes valor cuando necesita algo, por lo que sientes que se aprovecha de ti y que realmente no te aprecia. Pero ten por seguro que esto es normal en todas las relaciones de padres con hijos adolescentes. No has hecho nada malo.
Por qué el comportamiento adolescente es tan complicado
Es una parte normal del desarrollo adolescente. Durante esta etapa los chicos y chicas intentan descubrir su propia identidad, lejos de ti. Como resultado, ponen todas sus energías por alejarse y diferenciarse de ti, y como no entienden mucho de emociones ni de empatía, no les importa hacerte daño en ese intento.
Quieren más autonomía, libertad y tomar sus propias decisiones. Pero son inmaduros y no siempre pueden hacerlo, lo que les genera un gran conflicto interno que impacta directamente en ti. Aunque te intenten hacer creer que no les importa nada de lo que les dices, es más bien todo lo contrario... simplemente no saben cómo mostrarlo. No es fácil ni divertido ser el padre o la madre que no puede ni respirar sin molestar a su hijo... pero es mucho más fácil superar estas circunstancias molestas cuando comprendas lo que sucede realmente.
Están creciendo...
Crecer implica separarse de los padres, aunque sea a nivel emocional y de forma temporal. Esto comienza normalmente en los primeros años de la adolescente o pre adolescencia. Los chicos y chicas quieren diferenciarse de los padres y actúan de modo que nada tenga que ver con ellos. Intentan convertirse en una persona separada de quienes han intentado controlar todos los aspectos de su vida hasta ese momento.
A medida que comienzan a despegarse de ti, empezarán a decidir cuáles de los comportamientos les gusta y cuáles no les gustan. La ventaja es que todo lo que haces será una oportunidad para que tu hijo adolescente evalúe cómo te sientes al respecto. En consecuencia, puedes comenzar a sentir que no puedes hacer nada bien... que te equivocas en todo, ¡pero no lo haces!
Respira hondo...
Cuando te sientas así, toma una respiración profunda y recuerda que tu hijo adolescente se esfuerza por establecer su propia identidad. Es normal que no quiera estar de acuerdo con lo que haces, dices o piensas. Incluso es normal que actúe como si tus pensamientos o acciones fueran insoportables. Hasta que tu identidad ya no esté entremezclada con la tuya, tu estilo puede ser 'lo peor' para tu hijo adolescente... No te sientas mal por eso, es normal.
Tu adolescente puede llegar al punto en el que puede separarse de ti por completo... pero necesitará igualmente tu guía, tu apoyo y tus consejos. Recuerda que aunque no te lo pida, aunque te rechace... controla los sentimientos negativos que te provoca. No le des el poder de tus emociones porque no debe tenerlas... Debes ser fuerte y saber que tu hijo te necesita incluso cuando peor se comporte. Es difícil, nadie te dijo que era fácil, pero la realidad es que te necesita más que el respirar. Después de todo, los padres todavía tienen más influencia sobre sus hijos que cualquier otra persona en sus vidas.