Agujerear, perforar, atravesar. Del verbo to pierce, en gerundio, piercing. Se perfora, agujerea o atraviesa una parte de nuestro cuerpo para insertar aros, pendientes, o dilataciones.
La moda del piercing
Lo de agujerearnos partes de nuestro cuerpo no es una moda actual. A las mujeres ya nos lo hacían desde hace muchos años, nos marcaban con dos agujeros, uno en cada oreja, sin preguntarnos, sin pedirnos nuestra opinión, sin saber si los querríamos llevar en un futuro.
El adolescente debe de ser consciente de los riesgos del piercing
Distintas culturas frente a los piercings
Las perforaciones en distintas zonas del cuerpo humano son parte de la cultura, y en cada civilización perforan en distintas zonas, o por distintas razones, ya sea por motivos estéticos, o religiosos. Según algunas culturas significa tu cambio de niña a mujer, y está relacionada con tu pubertad y tu vida sexual.
Así que el llevar piercings puede significar distintas cosas según la cultura, aunque en la nuestra su significado es de tipo estético.
Edad mínima para hacerse un piercing
Me pregunto, ¿por qué mis padres tienen que decidir si me puedo hacer o no un agujero en la nariz, ombligo, labio, lengua, cuando ya decidieron perforarme las orejas al nacer?
En mi caso, debo decir que mi padre no quería. Pero igualmente, se me hicieron. Si acudes a un centro especializado en perforaciones puedes hacerte un piercing con total libertad y en la zona de tu cuerpo que quieras a partir de los 18 años. La edad mínima son los 16 años, siempre y cuando cumplas estos requisitos:
- El piercing se lo podrán hacer siempre y cuando alguno de sus padres o tutores legales lo acompañen con la autorización firmada.
- El adolescente deberá mostrar siempre su DNI, para comprobar que sea cierto que ya tiene los 16 años.
- Nunca se perforará a un menor de 18, ni con autorización, en los pezones ni en los genitales.
Mi hijo/a quiere un piercing
Llevar piercing en distintas zonas de nuestro cuerpo es una moda que quizás comenzó a verse en España hace unos 16 o 17 años. Entonces no los llevaban los jóvenes de 16 años, y no estaba tan extendido en pueblos pequeños. Pero empezaba a verse movimientos de locales especializados por las grandes ciudades.
Poco a poco se ha ido convirtiendo en algo muy habitual. A pesar de que no todo el mundo lleva, es normal ver a muchos chicos y chicas de entre 16 y 35 años con piercings. De hecho yo he llevado cinco, sin contar los cinco de las orejas. Y tengo 31 años.
Si le negamos hacerse un piercing, es probable que lo haga por su cuenta con peores garantías de higiene
Puede que nos gusten estas modas más o menos. Puede que como yo, hayáis llevado piercings y sepáis lo que es, lo que duele, lo que cuestan económicamente, y lo que pasa cuando te cansas de la moda y te los quitas, las marcas que quedan en tu cuerpo para siempre. Aunque el agujero se cierre, nunca se cerrará del todo.
Sea como fuere, si nuestros hijos adolescentes quieren uno, lo mejor es que les informemos de todo lo que conlleva. Como por ejemplo, ¿cómo lo vas a pagar? O los riesgos que pueden tener, o los cuidados que necesitan hasta su cicatrización.
¿Dónde acudir?
Ante todo, si en casa se decide que puede hacerse el piercing, hay que acudir a una persona que sea profesional de body piercing, y a un local que siga todas las medidas de seguridad y de higiene que la ley establece. Informaros antes de ir, o visitar varios sitios donde los hagan, para poder escoger sin luego encontrarse con sorpresas.
Aunque estos temas están bastante controlados, y pasan sus controles de sanidad, deben tener su material de un solo uso, y una serie de normas que hay que seguir para poder realizar las perforaciones, y por supuesto la persona que lo realiza debe estar formada.
Cuidados que requiere el piercing
- Lávate bien las manos con jabón antes de tocarte el piercing.
- Debes intentar llevar el piercing al aire, según la zona será más difícil, pero se curará mucho antes si está ventilado.
- Debes tener especial cuidado con la ropa que vaya a estar en contacto con el piercing, tanto de cama, como la nuestra, debe estar muy limpia, y a ser posible de algodón.
- Lávalo normalmente con agua y jabón normal con tu ducha diaria.
- Ten cuidado de no engancharte con la ropa, pues podrías dañarte.
Posibles riesgos de los piercings
Pueden ocasionar infecciones : leves en las que no se perdería el piercing, o más graves, en las que deberías quitarte el piercing.
Si ves que el piercing supura, o está muy rojo por la zona, o te molesta, mejor es que consultes donde te lo han hecho, o vayas al médico, para detectar una posible infección.
Debemos recordar que hacerse un piercing no tiene por qué ser peligroso, pero que no deja de ser una herida, que debe cicatrizar, y que debemos cuidar para que no se nos infecte.
La decisión del piercing
Una vez hablados los posibles riesgos, los cuidados que conlleva, o de qué forma se pagará el piercing, también podemos explicar a nuestros hijos nuestra postura. Si realmente nos gusta la idea o no nos hace ninguna gracia.
Todo depende de lo opinión de los padres, de su manera de educar, de sus gustos, o de su cultura.
Si se decide que sí, posiblemente tu hijo/a estará muy feliz, y podrá hacerlo junto a ti, en tu compañía, y confiará en ti si se le infecta, o si le molesta.
Si se decide que no, posiblemente se lo acabe haciendo igualmente, lo digo por propia experiencia, pues no hay nada más atractivo para un adolescente que tus padres te prohíban algo... Entonces puede ser mucho peor, pues irán a cualquier lugar a hacerse el piercing, puede que falsifiquen la autorización, y en definitiva están mintiendo a la familia, y ya tenemos un conflicto creado.
Razones coherentes para el NO piercing
Si decides que tu hijo no se haga un piercing, debemos explicarles unas razones coherentes, para que lo pueda comprender.
No podemos decirle:
- No te lo dejo hacer por qué a mí no me gusta.
- No te lo dejo hacer por qué aquí mando yo.
- No llevarás piercing mientras vivas en esta casa.
- No te lo dejo hacer por qué esa moda no va contigo.
- No te lo dejo hacer por qué lo encuentro ridículo agujerearse, etc.
Razones más coherentes podrían ser estos ejemplos:
- No podrás hacerte el piercing hasta que ahorres para pagarlo. Entonces te acompañaré.
- Si tus notas siguen igual de bien el siguiente trimestre, prometo acompañarte, pero no debes bajar el rendimiento.
- Antes de hacértelo quiero esperar un mes para que entre todos nos informemos sobre los cuidados o posibles riesgos, y decidamos dónde lo haremos.
- Si tu comportamiento sigue siendo positivo, te lo regalaremos por tu cumpleaños, pero debes esperar estos tres meses que faltan.
La herida de un piercing nunca llega a cicatrizar completamente
Y con un poco de suerte, para los que no quieran que se lo hagan, quizás esperando un tiempo con una buena razón, puede que se les pase el capricho y desistan de hacerse el piercing, aunque... es muy probable que esto no suceda.
Por último, si después de hablarlo, ellos acceden a esperar, cumplen su parte del trato -ya sea ahorrar, seguir con sus buenas notas o comportamiento-, y veis que se esfuerzan para poder conseguirlo, no podemos defraudarles, y tendremos que acompañarlos a que les perforen la parte del cuerpo que ellos prefieran.