A veces, cuando los niños son demasiado desafiantes es posible que se necesiten aplicar algunas regla de disciplina especiales para cambiar esa conducta no aceptada. También es posible que tengas un hijo con necesidades especiales que afecten a su comportamiento y desarrollo... En estos casos las estrategias disciplinarias deben ser también especiales. Los niños excepcionales requieren un ingenio excepcional por parte de los padres.
Conviértete en un detective
A veces, un mal comportamiento es como un misterio que se debe resolver. Una compleja investigación con pistas, motivos... ¿quién es el responsable? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ha sucedido? Saltar a las mismas conclusiones cada vez que se porta mal un niño es como arrestar siempre al mayordomo para resolver un asesinato.
Las tablas de comportamiento
¿Crees que tu hijo no entenderá o cumplirá con una tabla de comportamiento? Si estás pensando en un sistema tradicional de recompensa, puede que tengas razón. Pero con un poco de creatividad, deberías poder crear un cuadro o un esquema motivacional similar que le dé a tu hijo una razón para hacer las cosas mejor. Adapta uno a las necesidades y deseos de tu propio niño desafiante.
Elige tus batallas
Todo no tiene que ser una pelea, esto desgasta demasiado tanto a padres como a hijos. Vale la pena escoger las batallas para que todo no sea una lucha constante. ¡Ojo! Esto no significa que te conviertas en un padre o una madre permisivo/a, si no que deberás elegir lo que merece realmente la pena disciplinar centrándote en las cosas que realmente importan. Esto reducirá el estrés familiar y probablemente será más fácil que tus hijos desafiantes mejoren su comportamiento antes de lo que te esperas.
Cuenta hasta 10
¿Te suena demasiado típico? Es posible, pero realmente es eficaz y merece la pena realizar esta técnica. El método "uno-dos-tres" puede funcionar para algunos niños, pero los niños con problemas de comportamiento pueden requerir más tiempo para recuperarse. Forzar el problema con un conteo rápido de tres probablemente será contraproducente. Prueba una técnica que dé a todos un poco de espacio para respirar.
La Bolsa de 'los trucos'
Una pequeña distracción es a menudo todo lo que se necesita para evitar el mal comportamiento. Tener un suministro constante y constantemente actualizado de artículos e ideas para desviar a tu hijo la atención puede marcar la diferencia entre un momento de rabietas y uno divertido y alegre. Empieza a llenar tu bolso con artículos que cautiven o motiven la atención de tu hijo.
Metas realistas en crianza
No es malo ser ambicioso para que tu hijo tenga grandes esperanzas. Pero si estás estableciendo un estándar más alto de lo que tu hijo puede alcanzar, estarás creando una experiencia constante de fracaso. Romper los grandes objetivos en los más pequeños te ayuda a desarrollar el éxito.
Mantén un registro de su comportamiento en los cambios
Los cambios pueden ser estresantes para los niños con necesidades especiales, pero también para los padres. Es mejor pensar en cómo manejarás los cambios de actividad de antemano en lugar de arriesgarte a una fusión después de una mala gestión. Piensa en permitir tiempo extra, advertencias y compasión a medida que mueves a tu hijo a través del día.
Di lo que quieres decir
Tu hijo no siempre comprenderá lo que quieres decirle o cómo hablas. El tono de voz, el sarcasmo... no siempre funciona con los niños. Los hijos necesitan que seas claro/a en tu comunicación. La comunicación clara es la clave para que todo funcione correctamente. Debes asegurarte de que tus expectativas y las reglas estén bien entendidas por parte de tu hijo igual de claro que las tienes tú en tu mente.
Recuerda que solo tú conoces a tu hijo, día a día podrás ir descubriendo qué es lo que va mejor y qué es lo que no va tan bien.