Los adolescentes que se escapan de casa no son malos, simplemente han tomado una mala decisión. Es posible que se hayan visto envuelto en demasiadas presiones y sientan la necesidad de escapar del núcleo que le genera malestar, en este caso, el hogar. En lugar de enfrentarse al problema y resolverlo, han preferido huir de él.
Es importante que los adolescentes aprendan desde pequeños a enfrentar los problemas, incluso si el problema son los padres. Cuando tienen las herramientas adecuadas para arreglar las cosas que suceden en sus vidas, la presión que siente disminuye y no hay necesidad de que escapen.
Todos los adolescentes han pensado alguna vez en escaparse de casa o huir de aquello que les molesta. Esto es un problema real, pero muchos no lo hacen. Es importante saber qué hacer para evitar que esto ocurra aunque se les pase por la cabeza hacerlo.
No puedes encerrarles
Por mucho que quieras construir un muro alrededor de tus hijos, simplemente, no puedes hacerlo. Como padre puedes ser una red de seguridad, una caja de herramientas, un saco de boxeo emocional... Pero lo que nunca podrás ser, son cadenas.
Como padre o madre no querrás que se vaya nunca, pero nada puedes hacer para evitarlo si ellos quieren hacerlo.
Si tus hijos escapan, no eres mal padre
Quizá sientas que eres mal padre si tu hijo escapa de casa. En realidad, los niños o adolescentes que son abusados o tienen situaciones conflictivas suelen no escapar de la situación por culpa de la indefensión aprendida. Únicamente el 16% de los adolescentes que se escapan lo hacen para salir de una situación de abuso físico, emocional o sexual.
Si tu hijo se escapa...
Lo primero que tendrás que hacer es llamar a la policia. No esperes 24 horas, hazlo inmediatamente. Si tu hijo es menor de 18 años no tienes que esperar para que ingresen los datos de tu hijo en el archivo de personas desaparecidas. Pide el nombre y la identificación del funcionario con el que has hablado y llama a menudo.
Llama también a todos los amigos que conoces de tu hijo y pide su ayuda. Busca por todas partes, ten el teléfono cerca. Busca en el dormitorio de tu adolescente cualquier cosa que pueda darte una pista de hacia dónde puede haber ido. También es buena idea que consultes la factura del teléfono por cualquier llamada que haya realizado recientemente.
Cuando tu adolescente vuelve a casa...
Si tu hijo adolescente se arrepiente de haberse marchado y vuelve a casa, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para no empeorar la situación.
- Tened un descanso. No empieces a hablar de inmediato, sus emociones están en un punto muy alto. Es necesario que os separéis emocionalmente un poco.
- Pregunta y escucha. Una vez que estéis más relajado pregúntale por qué se ha marchado. Tendrás que evaluar la situación pero no digas ninguna consecuencia mientras habláis.
- Seguid hablando. Cuéntale cómo te has sentido en su ausencia, respecto a lo que ha hecho. Hazle saber que te ha hecho daño al marchante y que no hay un problema en el mundo que no se pueda resolver si estáis juntos. Si alguna vez siente que huir es mejor que resolver algo, lo mejor que puede hacer primero es hablar contigo. Siempre podrás ofrecerles otras opciones para que puedan tomar una mejor decisión.
- Obtener ayuda. Si no es la primera vez que tu hijo intenta escaparse de casa o si tienes problemas para comunicarte con él, será el momento de pedir ayuda. Puedes pedir ayuda a una persona a la que tu hijo/a respete como un tío/a o un abuelo/a. Si es necesario también puedes buscar ayuda profesional en un psicólogo que esté especializado en tratar a adolescentes.