Es posible que te hayas dado cuenta de que tu hijo se está comportando de una manera extraña, que no parece el mismo. Una fuerte confianza en sí mismo puede dar a los niños la energía y el coraje necesarios para alcanzar las metas que se propongan. Un niño que carece de confianza en sí mismo puede llegar a esta lucha desagradable como resultado de varias situaciones que le han hecho sentir mal. Una vez que se dé cuenta de la raíz de las dificultades de su hijo, tendrás la información que necesitas para dar un impulso positivo a la confianza en sí mismo.
A continuación vamos a hablar sobre algunas de las razones por las que un niño puede tener falta de confianza en sí mismo. Merece la pena recordar que es necesario que los niños tengan confianza en sí mismos no solo para tener una buena autoestima, si no también para que se den cuenta de que son capaces de conseguir lo que se propongan siempre y cuando mantengan una actitud de esfuerzo y constancia.
Déficit de estímulo
Para que un niño internalice la creencia de que tiene talentos y habilidades reales, necesita una gran motivación de los adultos que le quieren. Si un joven no recibe el estímulo adecuado durante la infancia, puede internalizar este mensaje continuo y luchar con una falta de confianza en sí mismo en el futuro. La confianza en sí mismo encarna la autoestima, la felicidad y el sentimiento de ser amados y apreciados por los demás.
Demasiado críticas
Un autoconcepto positivo tiene un vínculo directo con la autoconfianza. Si los padres crían a un niño con críticas excesivas, el joven podría recibir un mensaje negativo sobre sí mismo. El resultado de una crítica excesiva puede ser un joven que no cree que sea capaz, fuerte o lo suficientemente inteligente como para enfrentar desafíos y alcanzar metas. El niño podría no desarrollar la persistencia que necesita para seguir intentando las cosas que merecen la pena en su vida.
Sobreprotección o ansiedad de los padres
Algunos padres sofocan inadvertidamente la confianza en sí mismo de un niño al sobreprotegerlo o alejarlo de la independencia. Este niño puede llegar a creer que sus pensamientos y habilidades tienen fallas y que necesita ayuda para tomar decisiones y probar cosas nuevas. Los padres también pueden proyectar sus propias ansiedades sobre el niño, lo que el niño podría asumir con el tiempo. Eventualmente, el niño puede volverse tímido y temeroso debido a una exposición continua a la ansiedad de los padres...
En este sentido, los padres deberían pensar cómo está siendo su crianza y qué pueden hacer para remediarlo. Los hijos necesitan a unos padres seguros de sí mismos para que ellos, puedan aprender esa seguridad y aplicarlo en sus propias vidas.
Comparaciones negativas
Aunque comparar niños puede ser tentador, las comparaciones pueden enviar un mensaje negativo. Las comparaciones son odiosas y tienden a erosionar la autoestima y la felicidad de un niño porque no recibe el mensaje de que es capaz e inteligente. Cuando coloca a dos niños uno al lado del otro y resalta las fortalezas de un niño frente a las debilidades del otro niño, el niño en el extremo corto por lo general se siente devaluado y herido... un daño emocional que puede durar años, e incluso, toda la vida.
Expectativas irrealistas
Todos necesitan metas, y los niños no son diferentes. Sin embargo, si los padres imponen expectativas poco realistas a un niño, él probablemente tendrá dificultades para cumplir con estas expectativas. A medida que se produce el fracaso, la confianza en sí mismo a menudo recibe un golpe severo porque el joven siente que no está a la altura y no puede lograr el progreso deseado.