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Mi hijo se golpea cuando se enfada, ¿cómo ayudarle a que deje de hacerlo?
Mi hijo se golpea cuando se enfada, ¿cómo ayudarle a que deje de hacerlo?

ANSIEDAD

Mi hijo se golpea cuando se enfada, ¿cómo ayudarle a que deje de hacerlo?

Puede haber varias razones para que un niño o niña se golpee cuando se enfada o se frustra, te ayudamos a atajar este problema.

Muchas veces los niños se hacen daño a si mismos y nosotros los adultos no llegamos a comprender bien por qué. Estas auto agresiones se ven en todas las edades, en bebés, niños de guardería, jardín de infancia, colegio y más frecuentemente adolescentes. ¿Por qué ocurre esto?

pensamos que es porque se siente mal o le pasa algo, pero no es la única motivación de fondo. Hay tres motivos principales por los cuales un niño se golpea a si mismo.

1. Como resultado de una enfado

A los adultos también les pasa. Cuando vivimos una situación que se escapa de nuestro control podemos sentir tanta rabia y enfado que nos dan ganas de expresar esa frustración mediante golpes a objetos, puertas o incluso hay gente que se golpea también a si misma.

El niño que se golpea así mismo como resultado de una rabieta, normalmente lo hacen para llamar la atención. La primera vez seguramente lo hacen como una forma de liberar la frustración (igual que hay adultos). Si ellos ven que eso nos hace enfadar o que le prestamos atención cuando lo hace, o mucho peor, le damos lo que quiere para que deje de hacerlo, lo único que conseguiremos es que lo repita en el futuro como una forma de que cedamos a sus peticiones. Es una técnica de manipulación.

Si el niño lo hace durante una rabieta, no debemos darle lo que pide para que no lo repitaSi el niño lo hace durante una rabieta, no debemos darle lo que pide para que no lo repita

Qué hacer:

Si es por enfado no cedas nunca a sus chantajes. Pregúntate a ti misma: ¿mi hijo también se golpea a solas o solo cuando estamos los adultos presentes? ¿Se golpea como consecuencia de una rabieta? ¿Se queda mirando para ver como actuamos nosotros?

Puede ser angustioso pero en estos casos lo mejor es no hacer caso. Los niños que se golpean por este motivo no se hacen daño en realidad. Ellos mismos controlan su fuerza y son conscientes de su agresión porque solo lo hacen para comprobar el efecto que tiene en nosotros y que cedamos a lo que quieren. La primera vez que ocurra esto ignora su comportamiento (a no ser claro que su comportamiento sea realmente peligroso) y una vez que se le haya pasado la rabieta siéntate a su lado y explícale porque no debe agredirse a si mismo, que no servirá para nada y solo conseguirá hacerse daño.

2. Motivos psicológicos

Aquí estamos entrando en terreno pantanoso. Aunque no suele ser habitual, un niño puede agredirse como una forma de liberar sus emociones. Se golpea a sí mismo para liberar tensión, ansiedad, enfado porque se siente solo, incomprendido, tiene baja autoestima (no se gusta a si mismo) e incluso puede ser un síntoma de depresión infantil. Si en estos casos el niño encuentra la estimulación que busca estas conductas pueden repetirse más adelante y llegar a cronificarse. No se deben dejar pasar.

Es habitual en niños que se sienten solos o que no reciben el sufiencite cuidado parental, amor o compañía. También puede ser por un problema que haya de fondo y que le esté produciendo ansiedad. Incluso puede ser porque los padres estén pasando por una separación, por problemas económicos o por problemas escolares.

Qué hacer:

En estos casos tienes que darle más apoyo y atención a tu hijo. Pasa tiempo con él, abrázale a menudo y demuéstrale más cariño para que no se sienta solo. Si el niño es mayor de 6 años es buena idea que le enseñes a gestionar sus emociones a través del lenguaje, de manera directa o utilizando muñecos como mediadores. Es decir, que diga como se siente el muñeco y por qué se siente así, para ello tendrás tú que ejemplificar situaciones con el fin de que sepa como.

Hay otros casos en los que los niños se sienten "culpables" y se autocastigan a si mismos. Por ejemplo, pegándose a sí mismos y diciendo "soy malo" o "me he portado mal". Si es así, es importante que le expliques porque no debe de hacer eso, que no os gusta que lo haga y que es mejor tratarse bien, que quieres que te de besos, mimos, etc. Por ejemplo si el niño rompe un plato dile: "Has roto el plato pero eso no quiere decir que seas malo. No me gusta que te pegues, me gusta que me des abrazos. Vamos a arreglarlo juntos".

Otras pautas para niños que se sienten culpables o tristes:

- Enséñale a expresarse mediante actividades artísticas: dibujar, bailar...

- Haced juntos ejercicios de relajación.

- Apúntale a una actividad extraescolar para que haga ejercicio regularmente.

Nunca dejes de pasar estas autoagresiones, indican que hay algún problema emocionalNunca dejes de pasar estas autoagresiones, indican que hay algún problema emocional

3. Problemas neurológicos

Otra posible causa es que el niño tenga un trastorno de fondo. Diagnósticos como discapacidad intelectual, casos de autismo, cuadros psicóticos o algunos desórdenes metabólicos pueden desencadenar a que el niño se autoagreda como una forma de liberar tensión porque no ha aprendido a gestionar sus emociones de otro modo, también porque en casos más graves el niño se golpea como una forma de evadirse de la realidad. Algunas investigaciones mencionan que ciertas autoagresiones se desencadenan por desequilibrios entre neurotransmisores cerebrales, por un aumento en su liberación y captación. Esas sustancias pueden aumentar la irritabilidad de los pequeños. Por otro lado, esto también propicia el que el niño no sienta dolor cuando se golpea a si mismo.

Qué hacer:

Si tu hijo o hija no tiene un diagnóstico pero sospechas que tiene un problema neurológico lo primero es ir a un psicólogo a que lo evalúen. Si ya tiene un diagnóstico hecho tienes que seguir las pautas que el especialista te de porque son diferentes en función del caso y del problema que tenga.

No lo dejes pasar

Es importante que independientemente de cual es la causa intentes controlar desde la raíz el problema. Si sospechas que lo hace por rabietas no des importancia a su conducta y habla después con él, pero sin demostrar que te enfada su conducta. Si se repite más veces la agresión llévalo al psicólogo porque aunque lo haga por desafiarte puede que estés ante un posible problema de conducta potencial, en esos casos cuanto antes se intervenga mejor para que no se cronifique.

Si sospechas que los motivos son por cualquiera de los otros dos acude de inmediato a un profesional para que evalúe al niño y pueda darte pautas específicas de actuación.

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