Si observas como tu hijo se enfada al no poder hacer el dibujo que tenía en mente o por no poder hacer el mejor trabajo de clase es probable que se deba a que padece una conducta perfeccionista. Los niños perfeccionistas suelen caer con facilidad en la frustración y tienen graves problemas de autoestima entre otras cosas. Es por ello que en el caso de que tengas algún que otro indicio o certeza de que tu hijo puede sufrir tal tipo de conducta, no pierdas detalle de cómo tratar tal problema.
Características de un niño perfeccionista
Hay una serie de rasgos o características de la personalidad que pueden hacer indicar que un niño es perfeccionista:
- La exigencia es el elemento más habitual en esta clase de niños. Quieren hacerlo todo bien y cuando no lo consiguen se frustran de tal manera que se enfadan con todo el mundo creando un gran malestar en todos los aspectos.
- Se trata de niños que prefieren no salir de su zona de confort y no participar en actividades que desconocen y que no saben dominar.
- Su opinión es bastante moldeable y les afecta mucho lo que los demás puedan pensar de ellos. Si la valoración no es la deseada, su autoestima resulta bastante dañada.
- Le dan mucha importancia a los errores que cometen y apenas le dan valor a los objetivos que llevan a cabo y consiguen.
- Los niños perfeccionistas son bastante introvertidos.
Consejos para los padres de niños perfeccionistas
Aparte de la propia personalidad del niño, en muchas ocasiones las conductas de los padres hacen que dicho rasgo de la personalidad se acentúe mucho más. A veces los padres sin darse cuenta, no paran de halagar a su hijo sin darse cuenta de que ello es un arma de doble filo ya que el menor no quiere defraudar a sus padres colocando el listón demasiado alto. Los padres no deben ser tan exigentes con sus hijos ya que si tiene rasgos perfeccionistas puede llegar a afectarle mucho. Es por ello que la labor de los padres en estos casos es clave a la hora de tratar los problemas que puedan tener los niños perfeccionistas.
Cómo actuar ante un niño perfeccionista
- En primer lugar hay que darle mucha más importancia al esfuerzo que al logro final. Hay que saber desligar ambos conceptos ya que de esta manera el niño no se terminará frustrando por no conseguir el objetivo final.
- Hay que hacerle entender que todo el mundo comete errores y que no es malo. El ser humano no es perfecto y los errores sirven para aprender y conseguir que la próxima vez salga todo mucho mejor. Los errores son auténticas oportunidades que tiene el hombre para aprender.
- Los padres deben de ser modelos para sus propios hijos. El niño debe de observar como su padre se equivoca y que no pasa nada por ello. Los errores no son algo negativo y debe ver que si su padre los comete, no se pone nervioso y aprende de ello.
- Es aconsejable el sentarse una vez por semana y contar los diversos errores que han podido cometer tanto los unos como los otros. Es bueno reunirse y contarlo como si nada y restando importancia a ello.
Tener un niño demasiado perfeccionista supone un auténtico quebradero de cabeza para muchos padres. Con estos consejos, tu hijo dejará de ser tan perfecto y aprenderá a aceptar que debe cometer errores a la hora de conseguir lo que se propone. De cualquier manera, si observas que tu hijo lo pasa mal a causa de este tipo de conducta, no dudes en ningún momento el acudir a un experto que sepa tratar tal problema.