La personalidad es una construcción psicológica que hace referencia al conjunto de características que cada uno tiene y que hace que se comporte de cierta manera en situaciones concretas. Dependiendo de la personalidad que tengamos actuaremos de una manera u otra. A su vez, la personalidad está formada por el temperamento y el carácter. El primero nos viene de serie, nacemos con él y es como una predisposición a comportarnos de cierta manera, sin embargo, el carácter es el resultado de combinar nuestro temperamento las experiencias que hemos tenido a lo largo de nuestra vida. Es decir, la personalidad se forja en parte por lo que heredamos y en parte por las interacciones y experiencias que hayamos tenido durante nuestra vida.
Esta pequeña introducción es importante para que puedas entender porque tu hijo no muestra su afecto como los demás. ¿Un niño cariñoso nace así o le han enseñado a ser cariñoso? En realidad las dos son correctas. Un niño nace con unos determinados niveles de excitabilidad que favorecen o dificultan el que sea más o menos expresivos a la hora de mostrar su cariño ¡pero también influye el ambiente! ¡incluso más!
¿Cómo son sus padres?
¿Te gustaría que tu hijo fuese más cariñoso? Perfecto, entonces empieza por mirarte a ti, ¿tiendes a mostrar tu afecto a los demás? ¿te gusta expresar tus emociones? A menudo los padres se quejan de que sus hijos no dan besos, abrazos o les recuerdan lo mucho que les quieren, sin embargo ellos tampoco lo hacen. Si quieres que cambien su forma de expresarse no te queda otra que hacer tú lo mismo, debes cambiar la forma que tienes de relacionarte con él o ella y con los demás.
A la hora de determinar la personalidad se ha comprobado que tiene un poquito más de peso el carácter... Los niños absorben todo lo que ven en su ambiente más próximo (normalmente su casa), por eso, si ven que tu no te comportas cariñosamente con los demás (evitas el contacto físico, no abrazas, no verbalizas lo que sientes, etc) seguramente ellos se comportarán de forma parecida. El cariño siempre tiene que ser recíproco , por lo tanto si tú quieres que ellos sean más expresivos empieza por serlo tú con ellos y con tus seres queridos. Poco a poco los pequeños se irán dando cuenta de lo importante que es mostrar nuestras emociones.
Ser cariñoso pero sin agobios
Si le cuesta expresar su afecto no le agobies, déjale su ritmo y favorece situaciones en las que sea propicio demostrar que queremos a los demás. El niño no debe tener la sensación de que el cariño es algo que se debe de dar por quedar bien o por esperar algo a cambio, las muestras de cariño deben de ser porque queremos expresar lo mucho que queremos a la otra persona y no para que mamá o papá se queden contentos.
Hay niños que se dan cuenta de lo importante que es para los padres que muestren su afecto y pueden aprovecharse, por ejemplo mediante chantaje o una forma de "privar" a los padres cuando las cosas no salen como ellos quisieran. No debes mostrarles que te molesta que sean fríos o acabarán usándolo en tu contra. Si no les apetece besar, abrazar o lo que sea no les obligues, tú solo sigue mostrando tu afectividad a los demás y a él mismo y ya querrán con el tiempo, que sea ahora más despegado no significa que vaya a serlo también de mayor.
"Antes no era así"
En la primera infancia los bebés y niños necesitan grandes dosis de amor, cuanto más se lo demuestres mejor, sin embargo, a partir de los 3 años podrías notar que tu hijo parece ser reacio a tantas muestras de cariño, incluso rechazar tu afecto de repente. Puede ser normal, a partir de los 6 años los niños entran en una fase evolutiva en la que van estableciendo sus propios límites poco a poco. Por ejemplo:
- Los hermanos mayores suelen querer dar más muestras de independencia respecto a los pequeños como una forma de diferenciarse de los otros ("yo ya soy mayor").
- Los iguales van tomando más importancia. Con el comienzo del colegio los niños conocen a otros de su edad y los padres van teniendo menos importancia en su desarrollo social, los compañeros juegan ahora un papel más importante. Por otro lado, sobre los 7 años los niños empiezan a desarrollar la vergüenza y este tipo de contactos suelen evitarse en público.
- Como forma de protesta. Obviamente si los niños están enfadados con los padres van a ser reacios a mostrarles su afecto durante un tiempo, esto puede durar bastante dependiendo del niño, hay algunos que son un poco más "rencorosos" y tardan unos días en volver a la normalidad pero no te preocupes porque con el tiempo se les acaba pasando.
Qué hacer para que sea más cariñoso
La verdad es que no mucho, quizá lo mejor es no agobiarle y respetar la forma en la cuál se expresa. Predica con el ejemplo y muéstrate expresivo con los que te rodean (no solo con él), se amable con todos y congruente con lo que dices (de nada servirá ser amable con alguien si luego le criticas a sus espaldas).
- Si tienes más hijos pequeños alégrate y enfatiza las muestras de cariño que les das y recibes de ellos. Si son adolescentes siempre puedes pedirles colaboración durante unos días para que el pequeño le imite, los hermanos son un ejemplo muy importante. De paso recuperarás algo de contacto con ellos (en la adolescencia recibir un abrazo de tu hijo es casi de Cuarto Milenio).
- NO le chantajees. Es muy común en los padres que ante la negativa de nuestro hijo de un beso o un abrazo responderle con frases como "¿ah si? pues después no me pidas un abrazo" o "¿por qué? ¿ya no me quieres?". Intenta evitar este tipo de comentarios porque solo fomentarás que sea más arisco contigo en el futuro.
- Existen otras formas de expresar cariño. Si tu hijo realmente no soporta el contacto físico respétalo y busca formas alternativas de expresar tu afecto. Por ejemplo una palmada en la espalda, frases cariñosas, apoyarse en ti cuando está cansado... Lo importante es que independientemente de cómo lo expresemos se tiene que sentir querido.