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Mi hijo y yo chocamos mucho, ¿qué podemos hacer para llevarnos mejor?
Mi hijo y yo chocamos mucho, ¿qué podemos hacer para llevarnos mejor?

RELACIONES FAMILIARES

Mi hijo y yo chocamos mucho, ¿qué podemos hacer para llevarnos mejor?

¿Siempre acabáis discutiendo tu hijo o hija adolescente y tú? ¿Cómo mejorar esta relación?

madre e hija discutiendoMuchas discusiones son debidas a una falta de empatía en la situación

La adolescencia es una etapa por la que todos pasamos y que seguramente recordaremos con mucho cariño. Es esa fase en la que nos separamos de la familia y nuestro mundo son los amigos. Muchas veces, los padres juegan el papel de malos porque les toca a ellos poner límites y normas que los hijos deben de respetar, y claro, no todas reglas van a ser aceptadas a pies juntillas.

Ambos bandos, padres e hijos, tienen culpa de la mala relación y conflictos que se derivan de las interacciones diarias. La mayoría de las veces es debido a una falta de empatía, nos posicionamos en una postura y nos negamos a salir de ahí. Normalmente lo hacemos porque realmente creemos que tenemos razón, pero otras veces es solo por terquedad y orgullo. Estas son las discusiones que padres e hijos tienen que evitar.

¿Por qué discutimos tanto?

Si queremos buscar una causa por la que discutimos tanto tenemos que mirarnos primero a nosotros mismos. ¿Qué hacemos nosotros cuando un hijo se nos enfrenta? ¿Gritamos? ¿Castigamos? ¿Imponemos? ¿Amenazamos?

Si estamos acostumbrados a responder de esta manera estamos dando permiso a nuestros hijos para que se comporten igual. Si tú gritas, ellos gritan, así de simple. Tú eres su principal modelo de conducta y durante la infancia los niños van absorbiendo lo que ven de los adultos significativos, sobre todo de los más cercanos. Gritar, amenazar, castigos severos... a largo plazo no funcionan. ¿Te han servido para algo o al cabo de un tiempo tu hijo ha vuelto a las andadas? ¿Has tenido buenos resultados? Si nada de lo que has hecho hasta ahora te ha dado resultado, a lo mejor es hora de cambiar de estrategia ¿no crees?

A menudo van padres a las consultas psicológicas diciendo que por mucho que griten no consiguen que sus hijos hagan algo productivo, cuando les preguntan que hacen cuando sus hijos "pasan" de ellos, su respuesta es: castigar o gritar más. Al final todo acaba derivando en un bucle de gritos y enfados donde padres e hijos terminan en conflicto. Lo peor es que cuando te acostumbras a discutir con alguien se crea una cierta "predisposición" y "rencor. Parece que solo con ver a esa persona ya te pones de mal humor y el ambiente se vuelve más hostil.

Si quieres acabar con esta dinámica de discutir con tu hijo vas a tener que dar el primer paso porque para eso eres el adulto y eres más maduro a nivel cognitivo. Aunque, por supuesto, él también va a tener que colaborar.

madre e hija discutiendoAmbos debemos de ceder para mejorar la relación

Consejos para mejorar la mala relación que tienes con tu hijo adolescente

A continuación os damos una serie de consejos que podemos poner por nuestra parte, como padres, para mejorar la relación con nuestros hijos:

- Reflexiona sobre tu comportamiento.

Muchos chicos se quejan de que sus padres están continuamente gritando, lo cual los padres niegan, es lógico que una persona no va a estar todo el día chillando. Sin embargo, tienes que pensar en que si podría tener algo de razón. Por ejemplo, ¿cómo te comportas tú con él? ¿Cuántas veces te has dirigido a tu hijo a lo largo del día para algo que no sea darle órdenes o reñirle por otra que hizo o no hizo? ¿Cuándo fue la última vez que le preguntaste por la música que le gusta o que te cuente el argumento de la película que quiere ver en el cine? No puedes solo dirigirte a tu hijo para hablar de notas o de las tareas de casa, hay más temas de conversación.

- Pasa más tiempo con él o ella.

Dedícale al menos media hora al día a pasar tiempo juntos, pero haciendo algo que os guste a los dos, y solo vosotros dos solos. Id juntos a pasear al perro, a tomar algo, id a jugar a algún deporte. Explícale que a partir de ahora quieres que ambos paséis un rato juntos al día, sin que nadie más os moleste, solo vosotros dos. Padres e hijos tienen que empezar a pasar tiempo juntos y a solas si quieren evitar una mala relación. Si tienes más hijos en la familia, empieza primero estando a solas con el adolescente conflictivo con el fin de conocer sus gustos e interesarte por él.

- Ponte en su lugar.

Utiliza la empatía. Intenta comprender por lo que está pasando y recuerda como te comportabas tú a su edad. Reconócele también la edad que tiene. Repítele cada poco que cada vez lo ves más maduro y responsable y que confías más en él, sobre todo cuando te acaba de pedir algo. También trátale con respeto, dile "gracias" o "por favor" cuando le pides algo, dile que le quieres, pídele consejos sobre algo...

- Valora sus esfuerzos y no te burles de sus logros.

Algo muy común entre padres e hijos es la frustración que se crea en el adolescente cuando el padre o la madre desvaloriza sus logros, les resta importancia. Normalmente esto deriva en conflicto y en una futura mala relación. Por ejemplo, viene tu hijo con las notas, ha suspendido matemáticas con un 4 y ha aprobado naturales con un 7. Es muy común encontrarse con padres que dramatizan el 4 pero le restan importancia al 7. "¡Bah! ¿Y de qué sirve que hayas sacado un 7 en naturales si has suspendido matemáticas?" El chico directamente pensará: "No se para que me esfuerzo tanto si responde igual aprueba a suspenda". En un futuro, seguramente el siguiente examen de naturales también lo suspenda.

El refuerzo, aunque no lo parezca, es vital en estos años para evitar una mala relación entre ambos, porque la mayoría de los adolescentes aun no son lo suficientemente maduros como para reforzarse a sí mismos y dependen mucho del refuerzo externo. La mayoría no piensan en sacar buenas notas para hacer una carrera, están pensando en lo que harán el fin de semana siguiente.

padre e hijo hablandoMuestra tu apoyo e interés por él o ella pero sin discutir

- Favorece la comunicación.

Para cambiar una mala relación la otra persona tiene que ser consciente de que le brindas apoyo y que te interesas por él. Pregúntale por cosas que le gustan y hablad de algo que no sea el instituto, las notas, etc. Si sospechas que tiene problemas ¡no le hagas un interrogatorio! Déjale claro que no le ves bien y que estás preocupado por él. Dile que puede confiar en ti para contarte lo que sea, sin riñas y sin juzgar. Le escucharás e intentarás aconsejarle SOLO SI ÉL TE LO PIDE.

Si cumples tu promesa aumentarás las posibilidades de que te cuente lo que le ocurre en un futuro. Sin embargo, si cuando te cuenta el problema pones el grito en el cielo, le dices "te lo dije" o le echas cosas en cara, ten por seguro que no volverá a acudir a ti.

- Dales más poder a la hora de negociar las normas.

Si él puede participar en la toma de decisión será más probable que te haga caso y que se implique que si solo le impones las normas. No se trata de que aceptes todas sus propuestas, pero hazle ver que al menos le escuchas y que respetas sus opiniones. Después explícale tu postura de una manera asertiva dando razones de peso, sobre todo si ya tiene cierta edad.

Por último, esperamos que este artículo te haya servido como una pequeña orientación para romper con el conflicto diario que hay entre tu hijo y tú. ¡¡Felices fiestas a todos!!

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