Leyenda para los mayores, y maravillosa realidad para los más pequeños, Papá Noel es uno de los pilares de la Navidad en gran parte del mundo. Pese a su concepción como un personaje pagano y también fruto del consumo, su origen es cristiano y asociado a la caridad. Su historia se remonta a los siglos III y IV d.C., antes incluso de la Edad Media, cuando nació y vivió un obispo que se convertiría en santo y, con los años, en el mismísimo Papá Noel. Este es San Nicolás de Bari, nacido en el año 280 d.C. al sur de lo que hoy conocemos como Turquía. La historia de Santa Claus es muy bonita, y podemos compartir parte de ella con nuestros hijos, sin perder por ello la magia que supone su llegada cada año.
La historia de Papá Noel
San Nicolás provenía de una familia adinerada, pero desde pequeño fue conocido por su enorme generosidad, pues ayudaba mucho a los más pobres. Sus padres murieron a causa de la peste cuando él tenía 19 años, entonces decidió donar todos los bienes y el dinero que había heredado a los necesitados, y se ordenó sacerdote en la misma orden donde su tío era obispo. Con los años, llegó a sustituir a éste, tras su muerte, en el cargo de obispo de Myra, y continuó haciendo acciones de caridad con quienes eran más pobres que el.
Su historia se remonta al siglo III d.C. cuando nació San Nicolás de Bari
La razón por la que Nicolás fue nombrado santo y se convirtió en un personaje tan popular es por los milagros que se le atribuyen, como por ejemplo, se dice que resucitó a un grupo de tres niños que habían sido asesinados trágicamente. También libró a tres generales que iban a ser condenados a muerte de manera injusta, y una vez unos marineros, en medio de una tempestad, rezaron a Dios y a San Nicolás para que los salvara, y contaban que se apareció el obispo en el barco y calmó las aguas, es por ello que es patrón de los marineros en muchos lugares, además del patrón de muchas ciudades y países.
San Nicolás murió el 6 de diciembre del 345 d.C., día en que se celebra la fiesta en su honor, llamada Sinterklaas (San Nicolás) en numerosos países europeos. En el año 550 se levantó en la misma ciudad de Roma un templo en su honor, y con el paso de los años se fueron creando más en otros lugares del mundo. En oriente le conoce como San Nicolás de Myra, ciudad donde vivió y murió, pero en occidente se le llama San Nicolás de Bari. Esto es debido a que en el año 1087, cuando los musulmanes invadieron Turquía, un grupo de cristianos sacó sus reliquias de Myra y las trasladó en secreto a la ciudad de Bari, en Italia, donde se cuenta que tuvieron lugar más milagros atribuidos a él.
La leyenda
El día de Sinterklaas, el 6 de diciembre, los niños de muchos lugares de Europa dejan, desde hace siglos, un zapato cerca de la chimenea esa noche, y se dice que San Nicolás lo llena con dulces y regalos. A lo largo de los años, la figura de San Nicolás fue convirtiéndose en la del actual Papá Noel.
La leyenda actual cuenta que Papá Noel o Santa Claus vive en la Villa de Papá Noel, situada en el Polo Norte, con su esposa, la señora Claus o Noel. Ahí, un montón de duendes navideños le ayudan a fabricar los juguetes que luego repartirán a los niños en su saco. Estos le envían cartas desde todo el mundo para decirle lo que desean como regalo, y Papá Noel las lee. Luego, todas las noches del 24 al 25 de diciembre, viaja en un trineo tirado por renos mágicos por todas las casas donde le piden regalos, a las que entra por la chimenea o la ventana. Los niños le dejan un vaso de leche y galletas para que él y sus renos repongan fuerzas.
La leyenda actual le sitúa viviendo en el Polo Norte
Los holandeses, que tenían una devoción muy grande por San Nicolás, llevaron esta fiesta de Sinterklaas a Estados Unidos cuando colonizaron Nueva York (en su día llamada Nueva Amsterdam), y, con el tiempo, se fue extendiendo por todo el país. Diversos autores e ilustradores norteamericanos escribían historias sobre este personaje y le daban cada vez un aspecto distinto, además de ir añadiéndole detalles, como el trineo y los renos. Primero tenía un aspecto más parecido al de un duende, pero a finales del siglo XIX y principios del siglo XX tomó ya el aspecto actual : un hombre mayor, con una larga barba blanca, corpulento, y con un traje rojo y blanco. También se pasó la fiesta del día 6 de diciembre a la noche del 24, para hacerlo coincidir con la Navidad, y así se empezó a asociar con esta fiesta.
Papá Noel en el mundo
En los países de Europa donde se celebra la fiesta de San Nicolás son Países Bajos y Bélgica, y también se hace, aunque en menor medida, en Luxemburgo (donde se le conoce como Kleeschen), Austria, Suiza, Alemania, Polonia y la República Checa (conocido como Mikulá?). Sin embargo, en algunos de ellos este personaje se ha dividido en dos: Por un lado San Nicolás y por otro Papá Noel (Kerstman para los holandeses), que reparte regalos el día de Navidad. Curiosamente, en Holanda ha pervivido con los años la leyenda de que San Nicolás va desde España a hacer regalos a los niños, concretamente desde Alicante, ciudad de la que es patrón y en la que existe una iglesia en su honor.
San Nicolás, Padre Navidad, Santa Claus,... son otros de sus nombres
En cada zona, e incluso en cada hogar, la forma de vivir esta leyenda es distinta, pero, generalmente, la forma de acoger a este personaje es la misma. Los niños dejan sus calcetines en la chimenea o diferentes lugares de la casa, y Santa Claus o Papá Noel deposita en ellos dulces y regalos pequeños, además de los regalos convencionales, después de entrar por la chimenea o la ventana. Los niños no lo suelen conocer, pero en Finlandia es costumbre que Papá Noel pique a la puerta y ellos mismos vayan a recibirle. En Rusia también pica a la puerta de casa, aunque allí no es el clásico Papá Noel quien reparte los regalos, si no Ded Moroz, o Abuelo de la Nieve, que va por las casas haciendo las entregas con la ayuda de su nieta Snegúrochka.
En diferentes lugares del mundo es otro personaje y no Santa Claus quien reparte los regalos, como en Japón, China, Italia o España, donde convive con Los Reyes Magos y Olentzero, quien los reparte por País Vasco y Navarra, o el Tío Nadal, que lo hace en Cataluña.