El embarazo genera muchos cambios en el cuerpo de la mujer ante la gestación del bebé. Además el parto supone un gran esfuerzo que modifica altamente el cuerpo de la mujer y puede incluso llegar a hacer peligrar su salud.
Tras el parto el cuerpo de la mujer debe volver a regularizarse como cuando antes de tener el niño, ya que ha sufrido mucho durante los últimos meses, tanto creando y alimentando al bebé como en el momento de dar a luz, más difícil para unas mujeres que para otras. Además, también es esencial para el bebé respetar este momento tras salir del cuerpo de la madre, porque el mundo se le presenta como algo completamente nuevo y necesita sentirla cerca, piel con piel , para acostumbrarse de forma sana y adecuada a este proceso.
En Bekia te contamos qué es la hora sagrada tras el parto y qué implicaciones tiene sobre la madre y sobre el hijo.
Qué es la hora sagrada tras el parto
Tras el nacimiento el bebé necesita esta en contacto directo con la madre, piel con piel , ya que justo acaba de separarse físicamente de ella y es demasiado brusco alejarlo de ella durante mucho rato, sobre todo durante esta primera hora, que es crucial para ambos.
Además la mujer durante el embarazo desarrolla el sentido del olfato por encima de lo normal y al nacer el bebé percibirá en él un olor especial que le hará muy feliz. Será el momento entonces que ambos habrán estado esperando durante los últimos 9 meses de sus vidas, cuando por fin podrán conocerse y compartir estos primeros momentos juntos, piel con piel.
El parto se presenta como un instante muy duro para la vida de ambos, ya que la madre tiene que hacer un gran esfuerzo al dar a luz y genera una serie de miedo y estrés que puede fácilmente pasarse al bebé. Por eso, cuando nace el pequeño llora constantemente y se siente inseguro. La madre será quien, mejor que nadie, pueda arroparle con su calor corporal, piel con piel, haciéndole sentir como si todavía fuesen una misma persona. El olor que desprende también la madre tras el parto con su alto nivel de leche en el pecho harán que el bebé se sienta más seguro y arropado y disminuya entre ambos el nivel de estrés ocasionado tras el parto.
El bebé necesitará también alimentarse. Si durante su primera hora de vida se encuentra cerca de la madre esta podrá darle el pecho y el bebé lo aceptará como algo totalmente natural en él, como hacen todos los mamíferos. La naturaleza es sabia y las madres no se alejan jamás de sus crías tras el parto, sino que se mantienen a su lado para poder protegerlas y alimentarlas con tal de que sigan fuertes y sanas.
Se le suele dar al bebé una hora junto a la madre, más o menos, para que pueda realizar todo este proceso de forma natural. La mayoría de los pequeños lo hacen así durante este tiempo, pero otros, dependiendo de su condición o del hospital donde hayan nacido, quizás no tienen la oportunidad de tener esta hora sagrada tras el parto junto a su mamá. En ocasiones se deja que el padre cumpla este papel tras la llegada del bebé al mundo.
Qué implicaciones tiene sobre la madre y el hijo la hora sagrada
Muchos hospitales quizás no respeten esta hora sagrada tras el parto si ha habido alguna dificultad durante el mismo, o si la vida de la madre o el pequeño corra peligro.
Es probable que en los bebés que han nacido antes de tiempo se les coloque directamente en una incubadora, antes de pasar a tener contacto directo con la madre, pero los médicos son quienes determinarán que es lo mejor para la salud del bebé en este difícil momento de su pronta vida.
Sin embargo, en los partos sin complicaciones está demostrado que la hora sagrada entre la madre y el hijo es muy beneficiosa para ambos. Por ejemplo, los bebés que han estado junto a su madre durante esta primera hora de vida muestran un grado más de temperatura que los que no, las constantes de su cuerpo se estabilizan antes (como la respiración o los latidos del corazón) y aprenden instintivamente a mamar, por lo que les será más fácil adaptarse al pezón y succionar con éxito que aquellos a quienes no se les ha respetado la hora sagrada junto a la madre.
Para la madre también es muy beneficioso pasar esta primera hora junto al bebé ya que ellas necesitan sentirlo cerca justo después del parto. Al sufrir estrés tras el nacimiento la madre al olerlo se tranquilizará y lo sentirá más cerca que nunca, lo que le ayudará a alumbrar la placenta y evitar problemas que podría llegar a sufrir al seguir ansiosa y separada de su recién nacido.
Aunque en el hospital pueden separar a la madre momentáneamente del bebé para limpiarlo o ayudarla en el caso que haya sido un parto duro, es normal que posteriormente se le acerque el bebé y se les deje estar juntos durante esta aproximada hora sagrada tras el parto y después se lo vuelvan a llevar para pesarlo y comprobar que todo está bien en la salud de ambos.