Vivimos en una sociedad donde los niños pequeños son cada vez más sedentarios y esto puede ser un problema real en el futuro, tanto a nivel emocional como a nivel físico. Los niños en la actualidad ya no se contentan con jugar con sus juguetes en el suelo, ahora quieren disfrutar de juegos en el móvil o en la tablet potenciando su inactividad diaria. En realidad aunque la sociedad se convierta en una sociedad más inactiva, los niños necesitan actividad física para tener un buen desarrollo físico y mental.
Además, las actividad física también combate la obesidad infantil y promueve el desarrollo de habilidades motoras grandes. En este sentido, ha llegado el momento de planificar las actividades físicas que tu hijo pequeño puede llevar a cabo diariamente y así, ¡que no se vuelva una persona inactiva!
Planearlo el domingo
Tómate el tiempo que necesites para hablar con tu hijo sobre las cosas físicas que le gusta hacer. Si tu hijo pequeño aún no es muy verbal, tus propias observaciones de las actividades que realizan te dará algunas pautas de lo que le gusta o no le gusta hacer. Si enseñas a tus hijos a tener un buen control de sus actividades diarias, le servirá también para el futuro.
Lunes: mover el cuerpo
Ayuda a tu hijo a explorar su cuerpo y las diferentes maneras en que puede moverse. Tendrás que tener muy en cuenta cuáles son sus habilidades dependiendo de sus características físicas y su capacidad de mocimiento. Un niño de 2 años, por ejemplo, podrá usar el pasamanos y subir las escaleras. Aún así, puedes animar a tu hijo a que pruebe cosas que no ha hecho antes, bajo tu supervisión y así desarrollar sus habilidades motrices. Una buena forma de comenzar a explorar el movimiento es un juego donde pueda seguir tus movimientos. No hay mejor modelo a seguir que tú.
Martes: Baile
A los niños pequeños les encanta la música y no hay nada mejor para hacer que sus pequeños cuerpos se muevan y bailen. Una de las maneras más fáciles de incorporar actividad física en sus vidas es elegir algunas canciones al azar a intervalos durante todo el día y bailar mucho. Incluso solo dos o tres canciones suman rápidamente una sesión de 10 minutos, lo que es perfecto para la capacidad de atención de un niño. Si estás buscando más formas de explorar el baile con tu niño pequeño, piensa en las canciones infantiles de tu propia infancia y compártalas. Si no recuerda los movimientos, no es un problema... ¡los podéis inventar!
Miércoles: ¡al aire libre!
Hoy es un buen día para realizar actividades físicas al aire libre. A los niños les encanta jugar en el jardín o en el parque. Si tienes jardín es suficiente pero si no, solo acude a un parque. Puedes llevar juguetes, una pelota... ¡cualquier objeto divertido que sirva para equilibrar el movimiento con momentos de descanso!
Jueves: a jugar en casa
Si bien el aire libre es el lugar óptimo para mover los grandes grupos musculares, no siempre es posible. Los días que hace demasiado calor o demasiado frío, o simplemente hace mal tiempo, es mejor quedarse en casa. No te desesperes porque los cuerpos de los niños pequeños son pequeños y hay muchas cosas que hacer y juegos para jugar dentro de casa. Puedes organizar una carrera de obstáculos con almohadas, jugar al escondite, bailar un poco más... Incluso podéis hacer una obra de teatro improvisada.
Viernes: con la pelota
Los mayores de dos años disfrutarán tratando de atrapar, rebotar y tirar bolas a un objetivo o en un cubo. Hay muchos juegos para realizar con pelotas que se pueden hacer en casa sin necesidad de destrozar el mobiliario. Una piscina de bolas, jugar a bolos de plástico, pasaros la pelota, esconder una pelota en casa... ¡el fin está en vuestra imaginación!
Sábado: tareas domésticas
No pases por alto las incipientes independencia y habilidades de tu pequeño. A menudo es más fácil y rápido para los padres hacer todo por sí mismos, pero incluso si le permiten a su niño ayudar de la manera más pequeña, puede mantenerle activo y enseñarle habilidades importantes para la vida.
Si no te sientes seguro de las habilidades de tu niño pequeño, entonces permítele que te observe al principio y le vas enseñando poco a poco. Llévale a la cocina cuando estés quitando las cosas del lavavajillas en lugar de dejarle viendo la televisión para que 'no te moleste'. Si le permites estar a tu lado y hablar con tu hijo pequeño mientras realiza las tareas, poco a poco querrá ayudarle, le enseñarás y sin darte cuenta empezará a dominar esa tarea y podrá ayudarte a realizarla. Cuando domine esa tarea pídele que haga otra y sigue la misma metodología.
¡TÚ tienes que ser el mejor ejemplo!
Recuerda que los niños necesitan ver en ti un buen ejemplo para que de esta manera entiendan que vivir activo es mucho mejor y más saludable que vivir sentado en una silla sin hacer nada. Si intentas inculcar en tus hijos un modo de vida activo pero después no eres un buen ejemplo, no te servirá de nada tus esfuerzos. Los niños se fijan más en lo que haces que en lo que dices.
Eres el mejor ejemplo cuando se trata de hacer que tu hijo se mueva. Si no eres muy activo, es probable que tu niño pequeño tampoco lo sea. Así que predica con el ejemplo y deja que tu hijo te vea involucrado en una actividad activa. Es un refuerzo positivo cada vez que te oye hablar de un entrenamiento o te ve haciendo yoga, dando un paseo o yendo al gimnasio. Si por ejemplo, estás limpiando la casa, trabajando en el jardín o preparando la cena, puede parecer más fácil dejar que tu niño se siente en el sofá viendo la tele... pero esto no es buena opción para él. Si en vez de eso, pides la ayuda de tu hijo pequeño, ambos estaréis más activos y él también aprenderá habilidades importantes que le llevarán a una mayor independencia y tendrá más confianza en sí mismo y su autoestima se verá incrementada.