¿Crees que la crianza es algo que debe ser perfecto? ¿Unas reglas que hay que seguir para que todo marche bien y tus hijos puedan crecer fuertes y felices? De eso nada. La crianza es necesaria pensarla para saber qué hacer, cómo hacerlo y qué camino seguir, pero la realidad es que la crianza, aunque bien pensada, es algo que es flexible y no está exenta de errores. La imperfección es parte de una buena crianza.
La crianza imperfecta
La crianza imperfecta es parte de una buena crianza, de hecho, la crianza imperfecta es la crianza perfecta. Porque esa "perfección" está llena de errores, errores que te harán aprender sobre lo que te has equivocado y lo que debes modificar para que luego lo hagas mejor. En una crianza imperfecta existen reglas y normas, pero también se es flexible en diferentes circunstancias dependiendo del contexto. ¡Apunta a la imperfección y no te equivocarás!
Muchos de nosotros hemos internalizado la voz de alguien más en nuestra cabeza, quizás un padre o un maestro crítico de la infancia, y sentimos que nunca somos lo suficientemente buenos. Apuntar a la perfección constante crea estrés continuo.
¿De qué te sirve ese estrés constante que no te deja ser feliz ni disfrutar de la vida con tu familia?Si estás demasiado cansado para limpiar tu casa antes de que tus familiares vengan a cenar, permite que el esfuerzo que hagas, sea lo suficientemente bueno, aunque no sea lo que esperabas conseguir en un principio.
Si te estresas demasiado ante la imperfección, ¡respira!
Un par de respiraciones lentas y calmadas pueden hacer que tu estrés disminuya ante la imperfección dela crianza. Puedes pensar algún tipo de mantra para repetir mientras haces las respiraciones profundas. Aunque también hay personas que prefieren tararear o cantar. Escoge la manera de relajación que mejor vaya contigo.
Incluso unos pocos minutos al día pueden hacer maravillas para ayudarte a restablecer tus emociones y volver a estar bien. Incluso hay meditaciones guiadas gratuitas disponibles en Internet que te pueden ir fenomenal. Lo que sea que te haga respirar y relajarte físicamente te ayudará a manejar tus momentos difíciles con más gracia y facilidad.
¡Juega!
¿Piensas que una crianza perfecta está exenta de juegos? ¡De eso nada! Dentro de la imperfección de una crianza perfecta también debes divertirte. Para muchos padres, la vida se trata de tachar las cosas de una lista de tareas pendientes... Sin tiempo cada día para pasarlo bien. Esto solo hace que nos volvamos nos más vulnerables a la frustración y al estrés.
¿Sabes qué tienes que hacer? ¡Reír! Cuenta chistes, dibuja, mira películas de risa, haz una fiesta de baile o disfraces con tus hijos, simplemente cantad y bailad juntos... esto te ayudará a sentirte mucho mejor y a recolectar con las paredes más lúdicas y felices de tu persona. Aunque tengas cosas que hacer al día y las hagas, recuerda que también es muy importante que te centres en ti y en tu felicidad, ¡tus hijos agradecerán pasar más tiempo divertido a tu lado!
Necesitas apoyo
Para la mayoría de los padres, las tareas relacionadas con la crianza de los hijos son infinita: nos mantienen corriendo de la mañana a la noche. Si te sientes agotado o necesitas un descanso, pide ayuda.
Conoce a otros padres que te echen una mano cuando por ejemplo no llegues a tiempo a recoger a tu hijo a la escuela. Estamos destinados a criar hijos en una tribu o con el apoyo de una familia extendida. S i no tienes una red de personas de confianza para apoyarte, es hora de que eres una.
¡Haz una cosa a la vez!
La mayoría de los padres tratan de hacer malabares con demasiadas tareas a la vez, en nombre de la eficiencia. Esto puede llevar a un tremendo estrés, sin mencionar los errores que se cometen por el camino. Es necesario que eches el freno y vayas más despacio.
Concéntrate en lo que haces ahora mismo, ya sea hacer la cena o cambiar un pañal. Por toda tu atención en lo que estás haciendo. Además, esto tus hijos lo aprenderán y sabrán focalizar su atención a partir de ahora.